Hasta ti

Cap 14

— ¿Estás seguro de esto?— Preguntó Valkirya ya viéndole encender la nave.

— Lo estoy, no tengo nada qué hacer aquí.

— ¿Qué hay de Grandmaster? Somos sus prisioneros.

— Llegué a un trato con él, y va a dejarme ir.

Val podía sentir la tristeza de su amigo, las cosas no habían ido bien entre ellos, debió pasar algo muy malo para que la burbuja armoniosa en la que estaban, se rompiera. No quiso preguntar nada, de seguro estaba muy dolido.

Thor se acercó a ella— También negocié con él por ti— Ella le mira confundida— Dijo que no.

Val sonríe— Oye tranquilo, además no está tan mal mi trabajo, y sabes que si me necesitas para alguna batalla allí estaré amigo— Thor le correspondió la sonrisa, débil y luego se pasó junto ella.

— Sé que estás preguntándote por qué me voy— Comenzó — Lo primero que diré, es que al principio estaba feliz porque Loki se fijara en mí. Me dejé llevar pensando que el sexo es amor y nada más, ya sabes cómo soy— Rió sin gracia— Pero me empecé a dar cuenta que él sólo me trata bien cuando estamos en "eso". Quería algo más, ni siquiera tenemos nombre para esto, intenté decirle y acabamos haciéndonos daño.

Val suspiró, esos dos se complicaban— Thor, no te pediré que lo entiendas, sólo voy a decir que Loki no comprende los sentimientos, qué tal si tal vez era su forma de— Thor la interrumpió.

— Aunque fuera su forma, no debió de ser tan duro conmigo— Dijo en voz baja mas para si mismo— De todas formas, hace tiempo no veo a madre, ya la extraño— Cambió de tema— Quiero verla y también como futuro rey de Asgard, tengo que empezar a tomarme enserio mis responsabilidades.

— Ya veo... Así son las cosas. Ten suerte en el viaje— Se despidió palmeando su hombro amigablemente— Luego te visitarse — Thor asintió sonriente, ella sabía que se iba con el corazón roto pero por ahora no iban a solucionarse las cosas, sólo quedaba esperar.

...

Loki vio la nave partir. Estaba mordiéndose el labio inferior, aguantando las ganas de llorar. ¿Por qué tiene que pedirle más? Ese estúpido.

Sobreviviría sin él, después de todo, él nunca necesitó de nadie y nadie de él.

Los sentimientos eran un fastidio.

...

¡Hola! ¿Qué tal?

¡No esperarán mis golpes de sorpresa con esta historia!