Noona [YoonSeok]

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YoonJi ya había estado trabajando en él, primero un dedo delgado cubierto de lubricante abriéndose paso en su cuerpo lentamente, luego dos, y luego tres, abriendo su agujero con cuidado y paciencia, rozando su próstata juguetonamente y haciéndolo ...

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YoonJi ya había estado trabajando en él, primero un dedo delgado cubierto de lubricante abriéndose paso en su cuerpo lentamente, luego dos, y luego tres, abriendo su agujero con cuidado y paciencia, rozando su próstata juguetonamente y haciéndolo gemir ocasionalmente, hasta que estuvo completamente segura de que estaba listo para recibir su miembro.

Podía sentir su impaciencia, brillando rebelde en sus ojos y manifestándose en sus músculos tensos cuando ella finalmente retira sus dedos para llenar su palma de lubricante con lentitud y deslizarla sobre el juguete. Se asegura de que esté todo cubierto y resbaladizo antes de burlarse de su entrada con él, a punto de entrar pero manteniéndose en el borde al último momento. Su mano libre da un masaje justo detrás de sus bolas, donde él está tan sensible ya.

HoSeok gimotea lastimosamente.

—Noona, YoonJi, —él susurra, y la chica tiene que apretar una de sus manos en puño para mantenerse tranquila, para no derrumbarse y joderlo contra el colchón sin una pizca de control. —Por favor...

Ella finalmente desliza el juguete suavemente hacia el calor apretado de HoSeok, que parece tensarse debajo de ella en un montón de músculos quietos y piel cálida, deja un gemido prolongado salir de su garganta, y sus dedos se aprietan torpemente sobre las sábanas debajo de él hasta que sus nudillos se vuelven blancos. Se queda quieta un momento, pero su paciencia no dura demasiado, y cuando los primeros signos de comodidad comienza a aparecer en la cara de su novio, YoonJi no pierde el tiempo. Sus estocadas son constantes y seguras, probando ángulo tras ángulo con el arnés hasta que finalmente encuentra el punto que lo hace temblar y gemir.

—YoonJi, justo ahí, Dios, por favor —la voz de HoSeok tiembla mientras se arquea hacia ella sobre sus manos y rodillas. La mayor sonríe y apunta al mismo lugar con estocadas lentas y precisas. Nunca ha sido particularmente habladora en la cama, o en cualquier otra circunstancia, para el caso. Pero hay algo en la visión de su fuerte y seguro novio doblado ante ella, con la espalda tensa, y dejando escapar sonidos deliciosamente pecaminosos que inspira a su boca a desatarse un poco.

—Te ves tan bien, Hobi, tan bonito para mi —YoonJi ancla sus caderas a él con una mano mientras su otra mano se desliza por su cuerpo para pellizcar uno de sus pezones. HoSeok solo puede sentir la gruesa extensión del juguete firmemente enterrado dentro de su agujero, lloriqueando un poco. Sentada sobre sus talones, YoonJi observa. El chico que está delante de ella es todo músculos tensos y piel sudorosa y ruborizada. HoSeok se queja de su falta de movimiento. Ella lo agarra del cabello, acariciando y luego jalando suavemente. Él sólo gime más fuerte.

—Más, noona, por favor, —HoSeok se queja con una voz débil.

—Oh, ¿quieres más? —YoonJi le clava sus afiladas uñas en la espalda y las arrastra hasta su culo con la suficiente fuerza como para dejar líneas rojas a su paso. Él se retuerce y gimotea. —¿Lo quieres más duro?— sus dedos acarician con delicadeza opuesta a los rasguños ese lugar en donde están unidos firmemente, donde el cuerpo de su novio esta abierto y recibiéndola, donde está invadiendo al menor. HoSeok asiente emocionado. La chica se ríe y junta sus cuerpos con rapidez inclinándose sobre él, sus suaves pechos contra los tensos músculos de su espalda y sus brazos a su lado, enjaulándolo; entonces empuja sus caderas con fuerza, apuntando a ese punto que lo hace gemir tan bonito. HoSeok deja salir un escalofrío de cuerpo entero, YoonJi le da un beso en el cuello mientras lo penetra a profundidad de nuevo.

¡Ah!

Bingo. YoonJi sigue con estocadas fuertes, sus caderas calientes por el esfuerzo. Está usando sus músculos de maneras que raramente lo hace. Pero Dios, ver a HoSeok tan deshecho hace que absolutamente todo este ejercicio extra valga la pena.

Su novio se está encontrando con sus empujes casi sin pensar. Está soltando constantes gemidos bajos mientras sus dedos se tensan y relajan en las sábanas. Llegar a ver su cuerpo de esta manera es tan excitante. Esta experiencia, al menos físicamente, es sólo para él. Ocasionalmente, el arnés empujará y estimulará accidentalmente su clítoris, pero se encuentra bastante lúcida. Ella disfruta eso de este acto. Puede verlo desmoronarse y encontrar placer con cada movimiento y sonido. La hace sentir poderosa y atractiva y perfecta para él. No hay nadie más en quien él confíe para desmoronarse así como delante de ella. Tiene suerte, y lo sabe.

Así que YoonJi se mantiene firme en una palma y alcanza el frente del menor con la otra. Acaricia sus abdominales ligeramente y se ríe de la forma en que sus músculos saltan.

—¿Se siente bien, cariño? —, ella respira en su oído. Él asiente absorto, gimiendo un poco. Sus dedos se aprietan alrededor de su erección, y él grita, cayendo hacia adelante sobre sus antebrazos.

Ahora ella está literalmente jodiéndolo contra el colchón. Y eso es... Algo caliente.

Su espalda está sudada y YoonJi apoya su frente contra ella. Sus pezones rozan la piel de HoSeok de la manera más tentadora. La hace temblar. Sin embargo, no es suficiente estimulación para hacer algo. Es una deliciosa negación.

—Te tengo, Hobi. ¿Quieres venirte para mí? —ella se susurra, acariciándolo a tiempo con sus empujones. Él asiente frenéticamente ahora, tan al borde que ella puede sentirlo bajo su piel. Está en el latido de las venas de su erección. Está en su pulso golpeando sus arterias mientras ella roza besos contra la columna de su garganta. Está en el sonido de sus gemidos ansiosos.

Cuando HoSeok finalmente llega, suelta un grito ahogado. Se tensa y se estremece. Todo su cuerpo tiembla debajo de ella, y YoonJi es sólo una espectadora agradecida. Ella suelta la polla que previamente ocupaba la palma de su mano, conociéndolo lo suficientemente bien para saber que tan fácilmente puede ser dolorosamente sobre estimulado. Sus tensión disminuye y casi se derrumba sobre su frente, completamente exhausto. YoonJi se desliza fuera de él cuidadosamente, frotando la parte baja de su espalda de forma reconfortante.

HoSeok gime placenteramente por sus acciones. YoonJi sonríe en privado, afectuosamente. Se sienta en sus talones y desata las correas del juguete, echándolo a un lado para ocuparse de él mañana. Vivir solos tenía sus ventajas comunes, por supuesto, así que estaba segura de que nadie lo encontraría. Y si por alguna razón los padres de su novio, que eran los únicos con llaves aparte de ellos dos, lo visitaban, entonces se darían cuenta de que su preciado hijo estaba en buenas manos, las suyas.

YoonJi lo mira tendido, exhausto, y se siente triunfante. Ella hizo esto. Él está satisfecho y feliz gracias ella. La mayor se acurruca entonces a su lado y él la recibe con entusiasmo, envolviendo un brazo torpe alrededor de sus hombros.

—Te amo. Amo cuando haces esto por mí —YoonJi le da un beso en el cuello.

—Tus deseos son órdenes, cariño.

—Despiértame en un par de horas y podrás montar mi cara, —casi se ríe de su brusquedad. Normalmente sería demasiado tímido para decir esas palabras, pero su orgasmo le ha dejado un poco borracho de placer.

—Duerme por ahora. Estoy bien, —y realmente lo está.

 Estoy bien, —y realmente lo está

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⏰ Última actualización: Aug 25 ⏰

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