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Capitulo siete:
La Push«────── « ⋅ʚ♡ɞ⋅ » ──────»
A la mañana siguiente, la llegada a la escuela junto a Alex atrajo la atención de todos los estudiantes. Su aura segura y confiada parecía capturar todas las miradas, y aunque eso podría haberme generado cierta incomodidad, en realidad me sentía bastante orgullosa de mi hermano. Sin embargo, mi ánimo cambió drásticamente cuando me encontré con dos chicas de último año antes de entrar al salón de clases.
Ellas me abordaron con curiosidad, queriendo saber más sobre mi hermano. Mi respuesta, simple y directa, pareció irritarlas de sobremanera: "Lo siento, pero no le permito salir con chicas de mi escuela". La expresión en sus rostros al escuchar mi comentario fue todo un espectáculo, y debo admitir que me sentí bastante satisfecha al verlas marcharse, visiblemente molestas por mi respuesta.
Las primeras clases del día resultaron aburridas y monótonas, sin nada que realmente llamara mi atención. De manera inconsciente, me refugié en mi libreta y empecé a dibujar, dejándome llevar por mi imaginación. Fue solo cuando llegó el momento del almuerzo que decidí echar un vistazo a lo que había creado, esperando encontrar simples garabatos. Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula al descubrir el rostro perfectamente delineado de Carlisle. No entendía por qué había dibujado su rostro, pero decidí no darle demasiada importancia y simplemente guardé la libreta antes de dirigirme a la cafetería.
Una vez allí, traté de apartar de mi mente aquel extraño dibujo mientras buscaba algo para comer. Sin embargo, la imagen de Carlisle seguía rondando mis pensamientos, haciendo que mi corazón latiera con fuerza en mi pecho. Aunque no comprendía la razón detrás de aquel dibujo, decidí dejarlo de lado y centrarme en el presente.
—En esta escuela no parecen tener en cuenta a los vegetarianos —comenté observando la mesa de al lado, donde un grupo de estudiantes devoraban hamburguesas de carne.
—Tú y Isabella son las únicas vegetarianas en esta escuela —respondió Jasper con una sonrisa divertida.
—Es indignante. Debería haber más, pero quién soy yo para juzgar —murmuré mientras me levantaba de la mesa—. Iré a buscar algo comestible en la cafetería.
—Déjame acompañarte —dijo Edward, levantándose también de la mesa.
Cuando llegamos a la cafetería, vi a Bella ordenando su ensalada con precisión. Su mano se movió bruscamente al darse un susto, haciendo que su manzana casi cayera al suelo, pero antes de que tocara el suelo, Edward la atrapó con agilidad.
—Hola,— saludó Edward de manera casual, lo que evidentemente enfadó a Bella.
"Ahora entiendo por qué querías acompañarme", pensé, sabiendo que Edward podría leer mi mente, y así lo hizo, dándome una pequeña sonrisa.
—Gracias," murmuró Bella mientras caminaba hacia la mesa para seleccionar más comida, "Tus cambios de humor me dan tortícolis."
—Dije que sería mejor no ser amigos, no que no quisiera serlo— susurré lo más bajo posible.
—¿Qué significa eso?—preguntó Bella confundida.
—Que debes usar la cabeza y alejarte de mí— aclaró Edward sin titubear.
Pude ver la indignación en los ojos de Bella por sus palabras.
—Sabes, no eres así con Charlotte... con ella eres diferente, incluso le sonríes más que a los demás, acaso ¿ella te gusta? —aclaró Bella, y no pude evitar reír ante eso.
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Bad Vibes - Carlisle Cullen EDITANDO
RomanceCharlotte Gilmore Swan, una joven de 17 años que había vivido toda su vida en Londres, pronto se verá envuelta en el mundo de lo sobrenatural, donde los vampiros y hombres lobo coexisten en un pequeño pueblo donde casualmente Charlotte vivió sus pri...