꧁ XXIV ꧂

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Capitulo veinticuatro:
Indignados

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Al día siguiente, sintiéndome abrumado por los eventos del día anterior, decidí tomarme un breve descanso y visitar a mi tío Billy antes de que Sam y los demás vinieran. Después de haber enfrentado y eliminado a Laurent, regresé exhausto a casa y me dejé caer en la cama. Aun no me acostumbraba al desconcertante fenómeno de que, al regresar a mi forma humana, mi ropa desapareciera misteriosamente, dejando solo mi ropa interior intacta. Por eso, al llegar a casa, mamá me recibió con una manta lista en la entrada, anticipándose a mi necesidad de cubrirme.

—¿Cómo va todo con lo de ser mujer lobo?—me preguntó Billy mientras nos sentábamos en la sala de su casa.

—Bien, solo que aún no me acostumbro a volver medio desnuda después de transformarme —respondí, dejando escapar una risa nerviosa.

—Tú eres especial —dijo Billy con una sonrisa—. Normalmente, cuando vuelves a tu forma humana, estás desnuda.

—Pues creo que me conformo con aparecer en ropa interior —bromeé, tratando de aligerar el ambiente—. ¿Y tú? ¿Cómo va todo por aquí?

—Todo tranquilo, como siempre —respondió Billy, encogiéndose de hombros—. Pero ya sabes que eso puede cambiar en cualquier momento.

—Sí, eso es cierto —asentí con seriedad—. Oye, hablando de cambios, ¿cuándo tienes planeado visitar al tío Charlie?

—Muy pronto. ¿Te gustaría venir con nosotros? —preguntó Billy.

—¡Claro! Me encantaría —respondí emocionada—. Solo avísame antes para llevarles la lasaña de mi madre. Es su favorita —le guiñé un ojo, recordando la devoción de Charlie por la comida casera.

Él se echó a reír. Unos golpes en la puerta nos hicieron sobresaltar, interrumpiendo nuestro momento de relajación. Miré a Billy, cuya expresión había pasado de relajada a algo más seria, mientras sacudía la cabeza con resignación.

—Yo abro —dije, sintiendo una ligera tensión en el aire, y me dirigí hacia la puerta principal. Con un semblante serio, se encontraba Bella parada justo enfrente de mí, su mirada intensa como siempre—. ¡Bella! ¿Qué haces aquí? —mi sorpresa no pasaba desapercibida, y traté de ocultarla detrás de un tono casual.

Billy, al escuchar el nombre, se acercó a mí, su presencia imponente a mi lado.

—Hola, ¿Jacob está aquí? —preguntó Bella, ignorando por completo mi pregunta, como si estuviera enfocada únicamente en su propia misión.

—Él no está en este momento —respondió Billy con una sonrisa tensa, su tono manteniendo un cierto grado de diplomacia.

Bella, impaciente, me empujó ligeramente, burlándose con una mueca en su rostro.

—Lo siento, Billy. Tengo que verlo.

Bella entró rápidamente en la dirección del cuarto de Jacob, sin siquiera mirar atrás. Mientras tanto, Billy y yo nos quedamos en la entrada de la casa, intercambiando miradas preocupadas mientras escuchábamos el sonido de los pasos apresurados de Bella en el interior.

Unos minutos después, Bella emergió del interior y se encaminó hacia el patio trasero con determinación. Temiendo lo peor, la seguí silenciosamente y me di cuenta de que se dirigía hacia Sam, quien estaba conversando con Paul. A medida que nos acercábamos, la tensión en el aire era palpable, como una tormenta a punto de estallar.

Bad Vibes - Carlisle Cullen EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora