La Ninfa de la Facultad [Terminada]

Capítulo 13: Nina

- Marcos... ¿Qué haces aquí?

- Necesito algunas respuestas...

- No creó que tenga nada que decirte.

- El nombre de la pintura, fue por lo que te dije esa tarde, ¿no es así?

- Brillante y Colorida... De hecho me inspire esa tarde para pintarla.

- Entonces... ¿Por qué actuabas como si no me conocieras?

- ¿Crees que tu me conoces a mí? Eres sólo el chico que me acosaba con la mirada todas las mañanas cuando iba a mi clase de las 10. No sabes nada sobre mí.

- ¿Te dabas cuenta?

- Era imposible no darse cuenta, con esa cara de nerviosos... Era tan chistosa.

- Eso no explica en nada tu actitud.

- No podía darme el lujo de buscarme problemas con Alex, se muy bien lo celoso y posesivo que puede llegar a ser y no quiero que terminamos antes de tiempo, lo necesito.

- ¿Lo necesitas?

- Veras... Yo no nací siendo la hija del dueño de un gran restaurante o una empresa multinacional, tuve que luchar para llegar hasta donde estoy, tuve que lidiar con la negatividad de mis padres, no me iban apoyar si estudiaba artes plásticas, es una carrera para gente "rica" y "de clase", pero yo no quería renunciar a mi sueño, así que hice mi mayor esfuerzo y conseguí una beca, tomé dos trabajos para costear los materiales de pintura... Pero aún así, aún con un título en artes plásticas sólo lograría ser una maestra de escuela comunitaria mal pagada y yo no he luchado para eso...

- ¿Qué tiene que ver Alex con todo eso?

- Sabes, en el mundo del arte necesitas tener buenas conexiones o un gran apellido para lograr que exhiban tus obras y Alex Griffin tiene ambas cosas, sabía de su mala fama y sus malas intenciones pero aún así necesitaba su apellido para abrirme algunas puertas.

- ¡Lo estás usando! Dice Marcos sorprendido.

- De hecho, en un principio planeaba acercarme a ti, "el chico tímido del marcador".

- Siempre supiste que era amigo de Alex, ¿verdad?

- Si, siempre lo supe. Pero fue cuestión de tiempo para que Alex viniera a mí, no puede resistir que lo rechacen, como todos los patanes de su clase.

- No eres una ninfa, eres una bruja oportunista.

- ¿Qué? Ja, ja, ja... Madura ya, así es el mundo real. Ni siquiera sé porque te cuento todo esto, supongo que al final si me agradas un poco.

No podía creer lo que había escuchado, estaba en shock, estaba confundido, era como si un cristal se hubiera roto dentro de mí y el reflejo que tenía de Nina se hubiera perdido para siempre. No tenía idea de como sentirme y una vez más había olvidado algo...