Capítulo 3

37 2 0
                                    

El profesor se quedó pensando unos momentos, bajó la mirada a sus manos y después... ¿me vio a mí? Bajó la mirada otra vez a sus manos y luego miró a Stacy para decirle:

- No señorita, eso sería una falta al reglamento de esta escuela y yo no cometo faltas.

¡Claro! ¡Era obvio! ¿Por qué imaginé por un momento que diría que sí? ¿Eran tan ilusa como para pensar que diría que si y que yo sería su razón? Mailén, estás viendo mucho Disney. Nadie con sus 5 sentidos lo haría, y tomando en cuenta que el profe era guapo, ¿por qué andaría con una alumna cuando podría tener a la mujer que él quisiese? En ese momento Stacy me sacó de mi trance para preguntarle al profesor otra cosa:

- ¿Pero usted cree posible un amor así? - Al parecer Stacy no se iba a rendir en conquistar al profesor.

- Claro que lo creo posible, pero al menos en mi caso, nunca pasará algo así.- Contestó rápidamente a la pregunta de Stacy.

- Solo quiero decirle algo más profesor.

- Dígame señorita, ¿Qué tiene que decirme? - La miró con confusión.

- ¿Sabía que yo soy un tipo de vidente? Por así decirlo.

En ese momento todo el salón nos empezamos a mirar entre nosotros, nadie entendía nada. En 4 semestres anteriores que (lamentablemente) habíamos convivido con ella no sabíamos esa parte de ella, así que siguió diciendo:

- Yo puedo adivinar parte de su futuro.

- En ese caso quisiera adivinar que me depara el destino. - Dijo en tono divertido

- Usted tendrá una pareja en menos de 6 meses - Dijo Stacy con los ojos cerrados y tocándose la frente con la mano izquierda como si estuviera concentrada en ver el futuro del profesor. - Y se llama... - Se quedó pensando el nombre para después abrir los ojos, mirarlo y dedicarle una sonrisa coqueta - ... Stacy Monardo.

En ese momento todo el salón (incluido el profesor) se empezó a reír de ella y de lo que había dicho. Verdaderamente no tenía vergüenza en insinuarse al profesor. Éste miró su reloj para después dirigir una mirada al grupo y decir:

- ¿Esta es su última hora del día?

Todos contestamos al unísono que si y luego él contestó:

- Pues queda solo media hora, ya se pueden retirar, bueno, si es que los dejan salir ya.

Le dijimos gracias al profesor, nos cargamos nuestras mochilas y nos fuimos felices a la salida, sin embargo, aún no nos dejaban salir así que mis amigos y yo decidimos ir a las mesas de la cafetería para poder estar cómodos y poder robarse el internet de ahí (yo tenía datos, así que no lo necesitaba, además de que era muy lento ese internet), llegamos, encontramos una mesa vacía y decidimos ir hacia allá para poder sentarnos. Cuando llegamos, Rodrigo nos dijo:

- Es un excelente maestro, les va a gustar mucho su clase.

Los demás nos le quedamos viendo sin entender un carajo y él supo que no sabíamos a qué se refería. Enseguida nos dijo:

- El profesor Alonso, me dio clases en el curso propedéutico antes de iniciar las clases normales en primer semestre, es muy buena onda, neta si alguien reprueba su materia es porque de verdad es un completo idiota o no hizo nada.

Tal vez de ahí era de donde lo había visto, aunque a mí no me había dado clases y estaba 100% segura de que jamás en mi vida lo había visto, tal vez me lo había topado por los pasillos de la escuela y no lo recordaba, aunque seguía sin entender por qué había soñado con él.

<<Está guapo>>

Las miradas de mis amigos se dirigieron hacía mí y yo les pregunté:

Mi Querido ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora