Capítulo 19

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Llegué del colegio, subí a mi habitación y miré por la ventana. Su ventana estaba cerrada. ¡Maldición!

Fui hasta mi armario y me cambié de ropa, y bajé al primer piso, allí me encontré con mi mamá.

—Voy a salir. —Avisé.

—¿A dónde? —Preguntó.

—Voy a ir a ver al vecino. 

—Vale, pero no te demores mucho. —Advirtió.

—No lo haré, te veo luego. —Ella sonrió.

Salí de la casa, y caminé hasta llegar a la casa de él. Toqué el timbre y esperé a que abrieran.  Para mi mala suerte, JungKook abrió. 

—¿Qué quieres? —Dijo. 

—¿Está tu hermano? —Pregunté.

—No. —Susurró.

—¡Kook! —Escuché la voz de JiMin. Lo vi venir, tan hermoso como siempre.  —Hola, Yoonie. —Sonrió.

—Hola. —Sonreí. —Te traje esto. —Le entregué un chocolate. 

—¡Que ridiculez! —Exclamó JungKook. —No pienso presenciar esta asquerosidad de escena. —Rodó sus ojos y entró nuevamente a la casa. 

—Hoy no está de humor. —Dijo él. — ¿Quieres pasar? —Preguntó.

—Claro.

Entré a la casa y él cerró la puerta. 

—¿Vamos a mi habitación? —Preguntó.

—C-Como tú quieras. —Dije nervioso.

Él sonrió y me cogió de la mano.  Subimos las escaleras y entramos a su habitación, él cerró con seguro. 

—Mis padres no están. —Susurró, mientras caminaba hacia mí.

—Oh... ¿En dónde están? —Pregunté.

—No lo sé. —Se paró en frente, y pasó sus manos por mi rostro.

—¿Te gustó lo de ayer? 

—Sí, por supuesto. —Tragué saliva. 

JiMin sonrió, y se acercó para besarme. Sus manos rodearon mi cuello, mientras las mías fueron a su cintura para acercarlo aún más. El beso comenzó siendo suave y tranquilo, pero la emoción iba aumentando cada vez más, hasta que sentí su lengua invadir mi boca, y acariciar la mía con movimientos suaves. Gemí. Sus labios tomaron mi labio inferior y sentí como lo succionó. Luego de esto, se alejó.

—¿Pensaste en mí ayer por la noche? —Susurró, comenzó a quitarme mi camisa azul oscuro.

—Mucho. —Dije mirándolo.

—Yo también. —Se mordió el labio. —Me gustas tanto, Yoonie. —Volvió a besarme. 

Nuestros labios se devoraban mientras el quitaba mi camisa. Cuando lo hizo, la tiro a un lado de nosotros, y sus manos bajaron a mi pantalón.

—¿Qué... haces? —Pregunté entrecortado.

—No tengo idea. —Respondió. 

Fruncí el ceño.

—Quítate ese pantalón. —Pidió.

—¿Qué? ¿Y si alguien nos ve? ¿Y si alguien entra? 

—Nadie va a entrar. —Dijo. 

Vacilé un poco, pero le hice caso y me lo quite. 

—Así me gusta. —Sonrió. Yo lo miré nervioso.  —Ahora... —Se inclinó. —Tu bóxer.

—Creo que... —Fui interrumpido sorpresivamente por sus manos bajando mi ropa hasta mis tobillos —¿Qué estás haciendo? — Pregunté. 

Él se levantó y se alejó un poco, me sorprendió la manera en la que observó todo mi cuerpo con su mirada, miró cada detalle. Eso me hizo sentir muy nervioso. 

—Que sexy eres, Yoonie. —Susurró. 

—Yo... —Tragué saliva. 

—No seas tan tímido, YoonGi. —Se acercó a mí. —Hace mucho tiempo quería verte así. —Susurró.

—Me da miedo que entren tus padres.

—No puedes ser tan aburrido, Yoonie. —Hizo un puchero.

JiMin retrocedió, y se quitó la ropa que llevaba encima, dejándome observar su cuerpo semidesnudo. Por Dios, era hermoso. Tenía una piel muy suave y su torso marcado.

—¿Te gusta? —Preguntó, mientras se acercaba. 

—Sabes que sí. —Respondí.

JiMin sonrió, y me empujó a la cama. Él se sentó en la orilla. 

—Yoonie, esta vez no voy a tener compasión contigo. —Susurró. 

—¿Qué? —Pregunté. 

No obtuve respuesta de su parte, solo sentí que agarro mi miembro en una de sus manos, subió hasta mi rostro, y me beso, mordió mi labio inferior y volvió a bajar. Yo lo miré nervioso, JiMin también me miró mientras se relamía los labios. Abrió su boca ligeramente como para atormentarme, sacó su lengua y lamió mi polla. Lamió hacia arriba, lentamente. Gemí. Sus labios fueron hasta mis testículos y comenzó a lamer y besar lentamente. Cerré mis ojos, y gemí nuevamente. Manteniéndose algunos segundos allí, hasta que sentí como succionó ferozmente. Gemí exaltado. Obscenos ruidos salían de su boca a la vez que chocaban con mi miembro. Sus labios se deslizaron sobre la extensión de mi polla mientras yo gemía descontroladamente. 

—Umm, Yoonie. —Gimió, y succiono con más fuerza. 

—Oh, Dios. —Gemí, casi en un gritó. Era incapaz de soportar un minuto más, me acabé en su boca. Mi pecho subía y bajaba. Me estremecí al sentir como sus labios tomaban mi devastador orgasmo, por favor esto es mucho para mí.

ENAMORADO DE MI VECINO ➶𝒚𝒐𝒐𝒏𝒎𝒊𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora