Luego de lo de ayer en el salón Gorty Adam esta muy distante conmigo, me siento fatal y no se por qué, no recuerdo a ver dicho o hacer algo malo. Cuando me entrego el permiso firmado no dijo ni una palabra, cuando le intente preguntar por los detalles de su traje solo contesto "lo que te parezca bien". Asi que sin mas le entregué el permiso a los encargados de las carrozas un tal "Dimitri".
Hoy intentando olvidar todo, me arregle lo mejor que pude y espere a Elena frente a la puerta, como siempre se quedo dormida y debo esperarla...
- Ya estoy lista, perdón .- Dice corriendo por el pasillo. - La reina me dio una carta con especificaciones de su vestido.
Sin mas subimos a la carroza real y nos fuimos rumbo a la tienda.
- No me contaste como te fue con Edward .- Digo intentando hacer plática.
- No me preguntes...- Dice ella ruborizada.- Fué horrible... Muy horrible.
- ¿Le dijiste lo que sentías?.- Pregunte sorprendida.
- No, claro no... Es que el día de tu cumpleaños lo invite a bailar y fue genial pero... Baila horrible, me piso un millón de veces.- No pude evitar reir por su comentario.
- Bueno eso se puede mejorar, nadie aprende de una noche a la mañana. - Digo defendiendole.
- Es que ese no fue lo peor, cuando estaba por intentar decir lo que sentía entre en pánico y lo intente besar. - Mis ojos se abren como plato a su declaración. - no me mires asi, no es como te lo imaginas... Cuando lo intente besar choque mi cabeza con la suya, me senti fatal y avergonzada.
- Y?? ¿Que te dijo?.- Insistiendo para que continuara.
- No lo se, sali corriendo a penas vi la estupidez que hice. - Tapo su rostro con sus manos, veo que aun siente vergüenza de tan solo contarlo.
- ¿Y que te ha dicho ahora? ¿No has hablado con él?.- Continuando el interrogatorio.
- No, lo he evitado desde la fiesta, ni si quiera se que decirle... Ni como mirarlo ¡¡¡soy una estúpida!!!.
- Deberías hablar con él .- Digo animandola.
- Si claro, aceptare tu consejo .- Dice con sarcasmo .- Cuando tu vida amorosa no este cayéndose a pedazos.- Al escucharla no puedo parar de reir.
- Mi vida amorosa esta perfectamente bien, no podria ir mejor.- Digo intentando decirlo sin reir.
- Si claro... ¿Como no? Por eso es que Adam esta tan alegre por los pasillos, se puede sentir que tu amor lo nutre.- Dice una vez más con sarcasmo y entre risas.
- Es que ...tengo miedo.- Digo con sinceridad luego de reir. - Se que es estúpido pero no quiero arruinar nada esta vez.
- "El que no arriesga, no cruza el rio".- Repite una vez más su dicho.
- Si, asi como tu no cruzas el tuyo yo tampoco lo hare...- Digo entre risas.
Al llegar a la tienda Elena casi brinca del carruaje para entrar lo antes posible, yo por mi lado me quede admirando los vestidos de las vitrinas.
- Vamos, apúrate quiero ver las telas antes del anochecer!!.- Dice ella jalandome del brazo.
A penas entramos suena la campanilla de la puerta. (Eso es nuevo, no lo recuerdo la última vez que vine.)
- Elena un gusto verla al fin, al parecer escuche que era una admiradora de mis diseños..- Dice la misma señora con cabello blanco, la cual George y Adam decian que estaba loca.
Parecia que el tiempo no habia pasado en ella, estaba exactamente igual, incluso con el mismo peinado.
- Sii, realmente amo todos sus vestidos. - Dice Elena ruborizada.
- Lisa como olvidarte, tenemos algo pendiente tu y yo.- Dice tomandome la mano.
- ¿Pendiente?.- Digo intentando recordar.
- Si ¿no lo recuerdas? Jamás lo envíe.- Dice sacando de una caja el vestido color vino que habia visto hace unos años. - Me dirás tonta pero... Supongo que no pude separarme de él cuando lo tuve listo.
- No, esta bien... quizas fue descortés de mi parte pedirle ese vestido, se que lo habia echo para alguien que queria mucho y es mejor que se lo quede.
- ¿Para que hacer un vestido tan hermoso si nadie lo va usar?.- Dice ella sonriendome de manera dulce.
- Puedo usar otro vestido, quedeselo puede usarlo en sus vitrinas, yo no quiero obligarla a nada. - Digo intentando hacerla entender que no quiero obligarla.
- Esta bien, puedes usarlo de seguro quedara muy bien en la fiesta del teatro.- Dice ella poniéndolo sobre mi. - Quizas necesite un ajuste aqui, tus pechos crecieron un poco y tus caderas tambien.
- Pero enserio, si duda esta vez quedeselo puedo usar otro vestido.- Digo una vez mas haciendola entrar en razon.
- ¡Ya va niña! Que terca, solo dejame ajustarlo y en unos minutos estara listo. - Dice ella llevandose el vestido para arreglarlo.
- La reina nos mando una carta para usted, son las especificaciones del su vestido y traje del principe. - Dice Elena acercándole la carta.
- ¡¡Ay que aburrido!! Ok, la leeré deprisa. - Abre la carta y rápidamente lee las instrucciones. - Creo que tengo algo similar aca...- Dice sacando un vestido que tenia colgado en un armario. - Si, unos ajustes y estará bien.
- ¿Cree que tenga algo asi para mi?.- Dice Elena mirándolo con enormes ojos.
- ¡No por dios mi niña! Para ti tengo algo 10 mil veces mejor que esto. - Dice la mujer muy honesta.
Luego de tomarnos las medidas la mujer se puso ajustar y a coser lo más rápido que pudo despues de 3 horas tenia todo listo.
- ¡Se te ve genial! - Dice Elena al verme puesto el vestido ya ajustado.
- Gracias el tuyo también esta hermoso.- La verdad es que se veia hermosa, el vestido era un color verde olivo con bordados blancos, en su piel blanca el color verde resaltaba doblemente.
- Les dejare aca el del principe y la reina.- Dijo la mujer dejando sobre el mesón dos cajas color marrón, una con lazo rojo y otro azul.
Una vez que nos cambiamos corrimos de vuelta a la carroza con nuestros vestidos.
Al llegar al castillo, parecíamos dos niñas con juguetes nuevos, no parabamos de verlos.
- Quizás podríamos hacernos un peinado elegante, recogido y lucir un gran collar y aretes.- Decía Elena entusiasmada frente al espejo.
- Creo que se vería genial, le llevaré los atuendos a Adam, a menos ... ¿que se los quieras llevar tu?.- Digo esperanzada que aceptara, pero ella solo me miro y negó con la cabeza mientras reía. - Eso creí...
Voy a su despacho, ya que últimamente está tan ocupado que no sale de ahí. Toco la puerta pero no parece escuchar, vuelvo a tocar una vez mas fuerte y nadie responde, asi que entro sin permiso para comprobar que está ahí.
Obviamente estaba ahí pero completamente dormido, tenía su cara apoyada en una de sus manos, se notaba que leía algo y el cansancio lo venció. Trato de meter la menor cantidad de sonido posible y dejo las cajas sobre un mesón.
Antes de cerrar la puerta miro una vez más su rostro, a pesar de que él estuviera completamente dormido mi corazón no paraba de latir a un ritmo acelerado, sin dudar sentía algo por Adam y aun que el miedo a salir herida es mas grande, algo en mi dice que debo arriesgarme... Si el siente algo por mi y yo por él ¿por que no intentarlo? Quizás sea hora de cruzar el río...
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Ya se, me demoro mucho en subir capítulos y trabajo en ello intento buscar la inspiración de todos lados, pero el encierro me tiene con ansiedad y con ganas de no hacer nada solo dormir y comer xD
Pero no se preocupen no dejare la historia seguire escribiendo, asi que muchas gracias por su paciencia y esperar ❤️ los quiero un montón, muchas gracias, nunca creí que esta historia la llegaran a leer 3 mil personas 🤗 .
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Una Sirvienta Real
RomanceLisa Furth una hija de una sirvienta destinada a una vida simplemente de sirvienta, se enamora del principe Felix Cloux su amor es correspondido pero su padre el Rey Robb Cloux obviamente no aprobara una sirvienta como futura reina su relación dara...