La chica del vestido rojo [MY LIFE AFTER HIM] (EN EDICIÓN)

La pelea entre mejores amigas ♡

CAPÍTULO 2 🧩

Emma levantó mi cabeza con su dedo índice sobre mi mentón—. Abre la boca —susurró concentrada y la hice caso.

Segundos después, sonrió, satisfecha por su resultado—. Este color de labios te queda demasiado bien —declaró volteando la cabeza hacia el espejo, observándome.

Me miré en el reflejo de mi espejo y sonreí, dándola la razón. Nuestros ojos conectaron por varios segundos y ella apretó sus labios.

—Sabes que si no te lo digo, exploto —se cruzó de brazos y suspiré bajando la cabeza, viendo las perfectas ondas de mi cabello que Emma me había hecho.

—Lo sé —asentí—. Adelante.

Mis labios eran un rojo fuego demasiado sexy. Mi vestido negro a juego con mis tacones.

Sonreí levantando las cejas, tratando de no volver a hundirme en mis recuerdos. Solo quería pasarlo bien esta noche.

Ella tomó una bocanada de aire antes, pensando con cuidado sus palabras.

—Soy tú mejor amiga —los labios color rojo de Emma se movieron con lentitud—. Me preocupas. Es decir, Almudena... —su ceja pintada se elevó y  lamí mis labios—. Sé que le amabas, pero ya, se acabó —su voz seguía siendo suave, demostrándome que no lo decía con malas intenciones.

—Estamos aquí, juntas por fin —sonreímos a la vez—. Nuestro sueño se ha hecho realidad. Estamos viviendo juntas, en Madrid. Lo que queríamos desde un principio.

Sonreí al recordar nuestras conversaciones cuando tenía catorce años. Me decía que se iba a venir a vivir conmigo, para estar cerca de mi. Yo no me lo creía, no quería hacerme esperanzas, así que solamente lo pensaba como algo que llegaría a pasar si seguíamos siendo amigas en un futuro. Y aquí estamos.

—Viviendo juntas —esbocé una sonrisa.

—¿Nos vamos ya? —Lucía asomó la cabeza por la puerta de mi cuarto y Emma y sonreímos.

—Entra, queremos ver cómo vas vestida.

Soltamos un silbido, halagándola. Lucía tenía un vestido plateado que le llegaba cinco dedos por encima de sus rodillas. Era ajustado y con bastante escote. Sus tacones a juego con su vestido, y su pelo recogido en un moño.

—Vayaaa —aplaudí y ella sonrió—. ¿Has pillado chico antes que nosotras? —me crucé de brazos.

—Por desgracia, no el que yo quiero —tiró su bolso a mi cama negra—. Pero quiero ligar con el camarero, esta buenísimo.

—Bueno —mi mejor amiga me miró—. ¿Y tú? —elevó sus cejas—. ¿Tienes pensado ligar con alguno?

—No.

—No te gustan los chicos nada, eh —Lucía me agarró de los hombros, mirándome en el espejo, —¿Eres lesbiana y no nos lo quieres decir?

Abrí los ojos de par en par y giré sobre mi silla.

—No necesito a un chico para divertirme como vosotras. Yo en cambio, si me entra uno y me gusta, no me niego, pero no es algo que vaya buscando cuando salgo de fiesta.