CAPITULO 49 "SOLA"

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Trato de mantener la compostura; no quiso dar un show como todas las demás ni involucrar a nadie más; pero le estaba costando mucho trabajo.

En la noche; quería estallar en su habitación, pero respiraba y trataba de controlarse; entraron y de inmediato ella se encerró en el baño; metió su ropa, esa era mala señal.
El se recostó en la cama a esperar;  salió pero no lo miro;  camino al balcón a cepillarse el cabello.

"Ale; cielo; está todo bien?" Se recargo en el marco de la puerta para sondear que pasaba; creyó su estrés por seguír sin intimidad la tenía así.

"Porque no estaría bien todo?" Quería gritarle; estaba furiosa por lo que le dijo Bárbara; pero más porque el no se lo dijo.

"No lo sé; lo pensé al verte entrar con tu pillama al baño" camino despacio para abrazarla.

"Ah! Eso; bueno, solo quería darte tiempo por si tenías una visita!" Apretó los dientes con fuerza al decirlo; quería lanzarle el cepillo; pero no quería que Olga y Rafael tuviera que pasar otra noche en la sala de urgencias.

"De que hablas?; Oh" se dio cuenta que Bárbara le había contado de su visita; eso ni de chiste lo esperaba.

"Ves; después de todo soy sumamente comprensiva" el nudo en su garganta iba a estallar; paso junto a el, que obviamente no sabía que decir y salió de la habitación; el salió tras ella pensando que entraría a la de las niñas; pero Roxana iba llegando y le dijo que no estaba.

Ella bastante enojada salió a caminar por el hotel; o al menos las áreas donde podía hacerlo, en ese momento; quería gritar y llorar; sentía que si Cristian no le dijo era porque tal vez algo le había provocado la mujer y por eso gastaba en ella; se sintió estúpida por no querer gastar su dinero mientras otra si lo hacía feliz; su mente era un desastre.

Se recargo en un camastro frente a la piscina y sumergida en sus pensamientos mientras lloraba para no gritar se quedó dormida; no era su intención pero estaba agotada.

Su celular se había quedado en la habitación; Cristian estaba preocupado; salió sin dinero así que irse no era opción y no dejaría a las niñas; no pidió otra habitación y tampoco estaba en los bares del hotel.

De repente Alejandra sintió alguien la llamaba; abrió los ojos despacio.

"Miss!...Miss!" La empleada le había repetido lo mismo varias veces; pero ella estaba profundamente dormida.

"Qué hora es?" No se dio cuenta que se quedó dormida; el sol empezaba a salir y nadie había notado que durmió ahí; que bueno que no se acercó al área de animales.

"Casi las seis; paso aquí la noche?" La empleada era latina; se alegro la mujer adormilada hablara español porque su inglés era pésimo.

"Oh Dios; si!, me quedé aqui toda la noche; debo subir a mi habitación!" se levantó aturdida; volteo hacia todos lados para orientarse.

"Quiere que la acompañe?" La empleada le vio los ojos hinchados; había llorado y se veía muy confundida.

"No; estoy bien, solo por favor; podría llevarme un té y una aspirina a la habitación 306" le dolía la cabeza y sabía irían al último parque ese día.

"Si señorita; ahora yo misma se lo llevó" la empleada se retiró a solicitar lo que ella le dijo.

Alejandra camino y subió a su habitación; irónicamente tuvo que tocar pues salió sin la llave; le abrió la puerta Cristian con una mezcla en el rostro de enojo y alivio.

"Dónde pasaste la noche?!" Ya no sabía si estaba enojado o preocupado; no durmió pensando donde podía estar pero no quiso angustiar a nadie, esperaría un par de horas para avisar si no aparecía.

Amar Sin Límites Ni Secretos Libro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora