Seras mio hyung...

-13 - Solo una fachada

-13 - Solo una fachada

Youngjae regreso al salón ignorando a los presentes, sentía varias miradas sobre él, mas cuando el menor se aparto en la puerta rumbo a su salón. Se dejo caer en su banco y tomo una manga para ponerse a leerlo. Pasos se hicieron eco, repentinamente el lugar a su lado se ocupo, no tuvo que alzar la vista para entender quien era, una sonrisa de lado cubrió su rostro.

-¿En serio estas bien con esto?

-no sé de que hablas- Su mirada no se aparto del manga.

-lo que... estás haciendo- Soltó Jackson sin querer alzar la voz, muchas miradas estaban sobre ellos.

-¿Por qué lo preguntas?

El rubio suspiro, empezaba a creer que su amigo estaba tapando sus sentimientos con esa falsa relación.

- solo...me preocupa que salgas herido Jae...- Fue entonces que el mas joven bajo el manga y observo a su amigo, este noto un brillo en los ojos contrarios que no quiso interpretar, tenía miedo.

-¿Tanto...te importa?- Jackson asintió con seriedad y una enorme sonrisa se poso en el rostro del menor- ¿Sabes? De todas las cosas que me pasaron acá, de todos...los cambios que tuve desde que me mude, vos sos el mejor de ellos...- El rubio sonrió feliz, él se sentía de la misma manera- gracias por ser mi amigo- Jackson negó con una sonrisa más tranquila en su rostro y ambos guardaron silencio.

-

Las clases acabaron y pronto todos fueron hacia sus casas, el rubio lo invito a su casa a pasar la noche, podía notar que el menor estaba fingiendo sentirse bien y no quería dejarlo solo, pero su obstinación era muy grande y rápidamente se vio desistiendo, no importo cuanto insistió, el castaño no pensaba dar el brazo a torcer.

Camino a su casa completamente solo, Jae no pudo evitar pensar en los hechos de ese día. Su hermana tenía una reunión importante y no iba a poder ir por él, en parte se lo agradecía, no quería que lo viese así.

En cuanto la distancia de la escuela se hizo notoria, su sonrisa empezó a desaparecer. El menor cerró sus ojos dando pasos torpes, estaba deshecho por dentro y lo sabía. No le molestaba fingir, pero el rechazo del mayor, el dolor que le había causado a Jooheon, estaban causando un terrible efecto en él. Abrió sus ojos sintiéndose agotado ¿Qué posibilidades tenía de faltar a la escuela el día siguiente? ¿O el próximo? En verdad no quería ir. Ya estando a pocos pasos de su casa decidió apresurar sus pasos, quería meterse en la cama y no levantarse hasta que su pecho deje de doler. Repentinamente una figura familiar se diviso, el cuerpo del mayor apoyado sobre su puerta lo hizo detenerse.

-hyung...- El chico alzo la vista hacia él, se veía deshecho, había estado llorando, sus ojos rojos lo delataban. Se aparto de la puerta caminando hacia Jae, la mirada que le dio helo la sangre del menor.

-Youngjae - Paso la mano por su nuca mostrándose agotado- yo...me rindo.

-¿Eh?- Pestañeo confuso.

-hable con mi mama, voy a volver...a casa- Corría la vista sin animarse a verlo.

-no hyung, lo que paso hoy yo...puedo explicarlo -Dijo casi desesperado.

-no lo entendes- Rechazo el avance del menor, no podía verlo y eso a Jae le dolía- no importa si es algo pasajero, una mentira o solo...un nuevo amor- Sus ojos se clavaron en él – hoy entendí que...nunca seré yo, el chico que quieras a tu lado, el que tomes de la mano, aquel que quieras besar, nunca seré yo... - Jae bajo la mirada, sabía que tenía razón aun si le dolía reconocerlo- por eso no tiene sentido que siga acá.