Seras mio hyung...

- 3 - Un recado complicado

Cap 3: Un recado complicado

El festival de la escuela seguía en pie y los delegados estaban enloqueciendo. Desde lo ocurrido Jaebum no había podido quitar de la cabeza sus dudas por el menor. Desde su último encuentro -cuando casi mata a Hyuk- apenas y lo había cruzado. Si, se veían en las reuniones de delegados, pero el menor mantenía su distancia y no le decía más que un cordial "hola y chau".
Jaebum alzo la cabeza viendo al castaño ayudar a Mina con la lista de actividades en el otro extremo del salón, hacía dos días que no escuchaba su voz y no quería admitir que le molestaba.

-hey Jaebum - se giró viendo a Wonho con gesto confuso - ¿Sabes que le paso a Youngjae?
-¿Que le paso de qué?- dijo confuso
-tiene el brazo lastimado ¿no viste? Me dijeron que le dieron como diez puntos - el chico lucia preocupado, JB bajo la mirada apenado.
-un...pequeño accidente, nada grave - Wonho sonrió entonces
-entonces...era cierto...
-¿cierto?- pregunto el pelinegro confuso
-cuando le pregunte él dijo que no era nada, pero uno de los chicos dice que fue por un altercado, que se lastimo por ayudarte y al parecer...es cierto ¿no?- Jaebum asintió sin saber que más decir, se sentía culpable - eh notado que estos días...no han hablado ¿te sientes culpable acaso?
-¿Es tan obvio?- se mordió el labio y su compañero negó
-bastante ¿el...no se ha acercado?
-yo le dije algunas cosas tontas y creo que él me está tratando de dar espacio - dijo viendo hacia el menor de reojo, sabia que su sonrisa era falsa, lo notaba.
-aishh...mira, te entiendo, yo eh sido un tonto a veces y...- Jaebum lo miro con una ceja alzada - si queres una oportunidad para hacer las paces...te la doy.
-¿Qué? ¿Cómo? - el otro se le acerco y susurro en su oído, JB lo miro interesado - ¿podes hacerlo?
-claro, soy el delegado a cargo ¿te olvidaste? Además, es algo que si necesitamos y él no se niega a nada, es muy trabajador - Jaebum asintió encontrando eso real.
-de acuerdo, hacelo.
-genial, y no te preocupes, nadie se enterara - le guiño un ojo para luego poner una expresión seria- ¡Youngjae! –Grito alto ganando la atención de varios, se apartó de él solo un poco mientras el menor lo veía.

-¿si Wonho?
-Necesito que me ayudes con algo ¿podes venir?- Jae se apartó de Mina y camino hacia ellos, cuando se puso cerca de Jaebum se mostró algo incómodo.
-¿Qué...necesitas?
- los chicos que estarán a cargo de la comida necesitan vasos y platos, además de otras cosas descartables ¿podrías ir al centro con Jaebum y comprarlo? – el menor amplio sus ojos confuso y algo preocupado.
-¿Qué? Claro que...puedo pero... ¿no es algo que puedo hacer solo? Digo, el seguro esta...ocupado.
-es algo que necesita de dos, además Jaebum es quien sabe que cosas faltan y ya me dijo que si ¿de acuerdo?
-oh, de acuerdo...- Jae bajo la mirada y el mayor supo que no estaba contento, se sintió culpable por un momento - ¿Cuándo...debemos ir?
-pues, ahora...-solto Wonho serio
-oh, claro - Wonho le dio a Jaebum una lista con las cosas y el dinero de la escuela para comprar.
-tomen el metro y llegaran rápido, con estos pases- dijo dándoles dos- los dejaran salir de la escuela, para estos casos tenemos excepciones.

Ambos asintieron y salieron del salón, Jae caminaba junto a él sin animarse a levantar la mirada.

-

Youngjae miraba al mayor de reojo, se sentía culpable por estar junto a él ¿acaso lo odiaba? ¿Se sentía incómodo? ¿Estaba pasándola mal? Imaginaba que Jaebum tendría mil lugares mejores en los cuales estar y claro, ninguno lo incluía. Lo deprimía pensar así pero era la realidad, el mayor no lo quería, ni cerca ni lejos, no lo quería y punto.

- Jaebum – el nombrado se paró mientras veía al metro acercarse a su parada - es acá, vamos

Jae se paró rápido y camino hacia él, no pudo evitar chocar con un pasajero en el proceso y su brazo se resintió, no hizo nada para mejorarse y lo sabe, su mente esta puesta en no ser un estorbo para el mayor y que su hermana no lo descubra. Jaebum lo vio de reojo y se mordió el labio controlando la necesidad de preguntarle cómo se siente, es cruel y lo sabe pero le da miedo. Miedo de hablar y que el menor se confunda, miedo de darle esperanzas.
El metro se detiene y las puertas se abren, el mayor es el primero en bajar y él lo sigue a pocos pasos. Suben las escaleras hasta la calle y caminan por la acera hacia el lugar que vende los materiales.