OCTAVO

172 30 33
                                    

Jungkook abre sus ojos de repente teniendo como primera vista el techo color blanco de la casa. Lágrimas siguen saliendo de ese par de iris marrones como si un grifo se hubiera abierto y nadie fuera capaz de cerrarlo. La sensación de miedo, dolor y tristeza aún la tenía haciendo cosquillas en todo su cuerpo.

La pesadilla de esa noche realmente había sido la peor en lo que recordaba.

O eso le había dejado sentir aquel mal sueño. En cuanto abrió los ojos solo pudo recordar pequeños trozos pero no todo el suceso sangriento que había visto ante sus ojos. Miró a la persona a su lado.

Jimin dormía de una manera sumamente tierna y angelical. Su pijama blanca con coronas y las sábanas del mismo color le hacían ver puro e inocente. Un mechón de su cabello rosa caía suavemente sobre su frente rozando su ojo derecho dándole un tono más dulce. Una verdadera belleza incluso durmiendo.

Jungkook se quedó adorando la hermosura de su amigo mientras recordó los sucesos de la noche anterior. Después de haber llorado un buen rato en los brazos del lobo y de atragantarse con chocolate, finalmente se quedó dormido y el mayor decidió llevarle a dormir a casa.

El azabache se había despertado en cuanto llegaron al apartamento y a punta de ruegos, logró dormir con el peli rosa en su habitación con olor a chocolate y fresas. El mayor le dio una que otra caricia mientras este volvía a quedarse dormido repitiendole que todo estará bien.

Y eso era lo único que el humano quería oír. Aunque fuera mentira.

No quería dormir solo o sentirse de la misma manera pero aunque estuviera acompañado el miedo le perseguía. Las palabras de aquel demonio le retumbaban en la cabeza como un martillo golpeando una campana, alertando la llegada de la media noche.

"Aún más, ¿Soportarías que estas se hicieran realidad? ¿Todas y cada una de ellas, empezando por la que tendrás hoy cuando tu turno termine y vayas a casa a dormir?"

Jungkook respira con dificultad al recordar eso y vuelve a cerrar sus ojos respirando el aire endulzado por el aroma de su amigo. ¿Y si la pesadilla de la que se acaba de despertar se transformaba en realidad? ¿Qué haría? 

El humano vuelve a abrir sus ojos para apreciar nuevamente a Jimin pero este ya no se encuentra a su lado y sólo observa la blanca sábana. Su olor realmente era adictivo y se metía en lo más profundo de su nariz llegando a su mente, dándole una temporal sensación de bienestar.

Permanece un rato allí, tomando la almohada del mayor para absorber su aroma dulce intentando dormir un poco más antes de ir a la escuela pero la voz del lobo le hace abrir los ojos— ¡El desayuno está listo! Jeon Jungkook si no te levantas en este momento juro que dejaré de alimentarte y te haré cocinar ¡Me importa un bledo si quemas la casa! 

Jungkook ríe aún con la almohada cerca de su cara y se levanta con su cabello hecho una maraña de pelo. Se baja de la cama, toma el plato en el comedor de camino a su habitación y mientras se prepara para la escuela, va comiendo al tiempo.

Finalmente termina de prepararse aplicando un poco de crema sobre su cabello azabache y sale con su mochila al igual que con su plato de desayuno ya vacío. Jimin mientras tanto come en el sofá.

Descarga el plato en el lavaplatos y se encarga de lavar lo poco que hay de loza sucia antes de irse. Suspira recordando el trato que él y el mayor habían hecho respecto a la comida cuando ambos comenzaron a vivir juntos.

En un inicio había sido que cada quién se preocupara por su alimentación pero desde que Jungkook casi quema la casa mientras hacía un café. Jimin se ofreció a cocinar para ambos y el humano se encargaría de lavar los platos después de comer.

✟Dark Wings✟ ➼ vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora