MI DESTINO

cap 30

Alex observaba a su hijo jugar en el jardín, el tiempo había pasado demasiado rápido su hijo ya no era un bebé.

Cinco años tenia su pequeño y parecía que fue ayer que lo tuvo en sus brazos por primera vez.

Trabajaba como recepciónista en el hotel Palmer el mejor del país y la paga es muy buena, su hijo y ella vivían cómodamente.

Su hijo es su adoración y el pequeño la ama demaciado, Mateo es un niño muy inteligente, dulce, carismático pero cuando se enojaba daba un poco de miedo al igual que su padre.

Eiden es padre de dos niñas, el y su esposa mantienen una buena relación, la manada está muy bien y sus hermanos igual.

Isacc y Camila son padres de tres niños, Lucas, León, Logan.

Jenn encontró a su mate de nombre Tadeo y tienen dos niños de nombre Amalia y Mike.

Jacob y carolina también son padres de gemelos, Orian y Omar.

Nana cuidaba de los niños muy gustosa.

Mami papi no me quiere - Dijo Mateo a su madre.

Ohh hijo si te quiere solo que trabaja mucho - Dijo su madre acariciando su cabello.

Por que no vino a mi cumpleaños yo lo espere - Dijo el niño triste, Alex no sabia que decirle.

Mi amor sabes que te amo demaciado y siempre estaré para ti - dijo Alex mientras lo abrazaba.

Mateo sabia que su padre los había dejado, por eso se había prometido cuidar siempre de su madre.

Ese es mi destino,《 penso el niño》hacer feliz a su madre..

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                   Dos Años después

Mateo corría en su forma de lobo por el bosque, su madre le había dicho lo que era y hace unos meses atrás tuvo su primera transformación y desde entonces hacían un picnic una vez al mes en el bosque que estáva a unas horas de la cuidad, para que el pudiera jugar con su lobo.

Sintió la presencia de otros lobos en el lugar y la preocupación por su madre salio a relucir, el cuidaba a su madre.

Dos lobos se pusieron frente a él y un escalofrío recorrió su pequeño cuerpo de lobo pues el lobo color negro si que daba miedo tenia muchas sicatrices.

Eiden veía al pequeño lobo con curiosidad, normalmente la transformación es a los dieciséis pero este cachorro parecía de 7 u 8, además de ser un rogué, a medida se acercaba su olor se le hacía muy conocido, su lobo se puso impaciente y lo reclamo como suyo.

El cachorro no se movió de su lugar y tampoco vajo la cara al ver al gran lobo acercándose a el.

De un momento a otro el lobo de mateo reclamo a Eiden como su padre dándose la transformaron de ambos, los dos se miraban fijamente.

Eiden observaba al niño que era una mini copia de el y quiso acercarse pero el cachorro retrocedió haciendo que a  su lobo chillar de dolor por el rechazo de su hijo.

El pequeño mateo sabia quien era ese hombre, el sabia que era su padre, pero también sabia que era la persona por la cual escucho a su madre llorar muchas beces, mientras el se hacía el dormido, no le odiaba pero si le guardaba un pequeño rencor por hacer llorar a su madre.

Como te llamas - Dijo Eiden en susurro, no quería asustar más al cachorro.

Mateo - Dijo el niño dando un paso hacia atrás y dándose a la fuja.

El lobo que acompañaba a Eiden se lanzó hacia el pequeño pero Eiden lo para en seguida eso era algo que el tenia que arreglar pues no sabia como era que tenia un hijo, cuando el no sabia de su existencia.

Corrió detrás del pequeño que para ser un cachorro corría a gran velocidad.

Mateo solo quería alejar a ese hombre y que no encontrará a su mamá pero sus deseos no fueron escuchados ya que el hombre lo alcanzo cuando estáva por llegar a su madre.

Alex observó a su pequeño acercarse y sonrió ya ve venia a gran velocidad, pero su risa se borro cuando vio a la figura que perseguía a sí hijo, asustada se levantó y acuno a su hijo en sus brazos mientras la persona se acercaba a paso lento a ellos

Alex - susurro Eiden no se lo podía creer después de tantos años, la tenía en frente y su hijo en brazos.

Y como balde de agua fria la verdad cayo sobre el Mateo era hijo de ella y de el pero por que no se lo dijo.

La observó co furia le había quitado el derecho de ver a su hijo crecer, de sus primeros pasos.

El se acercó a ellos y observó como el niño lo ignoraba.

Por que no me lo dijiste -le reclamo.

Alex sabia que este día llegaría, pero estaba preparada.

Fui a buscarte a la manada - Dijo recordando ese odioso día - pero te estabas casando.

Eiden sintió la tristeza recorrer su cuerpo.

Alex yo.. - quiso justificarse pero Alex lo interrumpió.

No tienes que darme explicaciones - Dijo mientras intentaba calmar a su hijo  - solo sigamos como estábamos, tu con tu familia y yo con la mía.

Eiden se quedo observándolos un momento mientras Alex recogía todo y lo subía al carro.

Eiden no estáva dispuesto a dejarlos ir, ellos le pertenecían y los recuperaría a como diera lugar.