Como en la Primera Cita

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Harry y Draco eran hombres ya adultos que se amaban como nadie, se adoraban, se necesitaban.
Cuando empezaron a salir y tener citas todo era un mundo inexplorado para ambos pues aunque los dos eran ciertamente deseados en Howgarts jamás habían querido aprovecharse de la atención, además aunque les costó mucho aceptarlo a ambos les gustaban los hombres aunque fue aún más difícil de aceptar el hecho de que se gustaban entre ellos.
Harry aún recuerda cómo se le declaró Malfoy.

Flasback
Estaban en el bosque prohibido en un claro que habían encontrado hace unos meses, justo unas semanas después de hacerse amigos, se hicieron cercanos muy rápido pues a pesar de todas la riñas innecesarias que solían tener resultaron teniendo una mejor química de la esperada. Malfoy se notaba algo nervioso y eso no era lago normal, Harry estaba algo preocupado por su amigo a decir verdad. Hablaron muchas horas como era usual, pero cuando iban de regreso Draco tomó entre sus manos las de Harry y le dio un tierno e inocente beso en los labios. Harry toda la vida había estado seguro de su sexualidad, siempre le habían gustado las chicas, pero ahora llegaba su amigo y lo besaba y se sentía volar, realmente sentía que había probado un pedacito del cielo.

Draco por otra parte, no sabía como sentirse, el moreno se había quedado mirando a un punto fijo en la nada, ni siquiera le había devuelto el beso. Se sentía rechazado, no había mejor manera de describir como se sentía en ese instante, así que atinó a soltar las manos del oji verde y salir corriendo a donde sea que sus pies le llevaran tan rápido como pudieran llevarle. Harry se quedó un momento más en su sitio hasta que sintió sus manos frias y no vio a Draco por ningún lado, pero escuchaba sus pasos no tan lejos de donde se encontraba y le siguió. No fue difícil seguir su ritmo pues cuando llegó el rubio estaba sentado en las raíces de un árbol llorando y sollozando ligeramente en parte por el "rechazo" de Harry y en parte porque se había caído y raspado la rodilla.

Harry se encontraba genuinamente preocupado por el pálido, con un simple hechizo curó su rodilla lastimada y tomó el rostro del chico entre sus manos acunándole con dulzura, limpió sus lágrimas pues la escena le partía el alma, pero por mas que apartara las lágrimas muchísimas más seguían cayendo. Algo se alumbró en la cabeza de Harry y pensó que fue por el golpe así que acarició la rodilla del rubio.
-¿ves? Ya estás bien, no tienes porqué llorar- dijo el peli negro haciendo que el rubio se levantara con firmeza y hablara con cierta frustración en su voz
-eres un estupido- habló Draco y antes de que el moreno pudiera decir algo continuó -acabo de besarte, ¿realmente eres tan estupido para no darte cuenta de que me gustas? Realmente ni yo estoy seguro, todo esto es tan confuso- iba a seguir hablando cuando Harry tenía sus labios sobre los suyos dándole lo que sería el inicio de su relación más hermosa.
-también estoy demasiado confundido para pensar en cualquier cosa, pero estar contigo se siente bien, se siente correcto- sentenció el moreno dándole a un desconcertado Draco otro beso.
Fin del Flasback

Después de muchos años de pareja Harry decidió organizar una cita muy romántica a escondidas de su novio, quería que fuera perfecto, que nada rompiera su burbuja.

Era viernes por la mañana y Draco se encontraba visitando a su madre, tenía entendido que regresaría en la tarde lo que le daba tiempo para llevar a cabo su plan. Ya recogidos todos los materiales que necesitaría emprendió su camino a un lugar realmente especial y lleno de recuerdos para ambos. Harry llevaba consigo una manta, lámparas de papel y muchas otras cosas para hacer de su velada algo inolvidable.

Le tomó gran parte del día, pero finalmente estaba todo listo. Habían lamparas de papel colgadas por todos lados, algunos lirios esparcidos por el suelo, una manta cerca a las raíces de un arbol. Todo se veía simplemte perfecto. Harry estaba muy orgulloso de su trabajo y muy agradecido con Ron quien le ayudó a montar todo. Ahora el pelirrojo se quedaría cuidando el lugar mientras el oji esmeralda volvía a casa a cambiarse y traer a Draco.

Harry llegó a casa y Draco aún no estaba allí pues se suponía que lo iría a recoger a la casa de su madre, se puso una camisa blaca semi transparente arremangada hasta el codo, unos pantalones de tela azul marino y unos zapatos de vestir marrones, se arregló el cabello lo mejor que pudo y emprendió su camino. Draco le esperaba en la casa de su madre y al verlo llegar se sorprendió de su atuendo.
-te ves muy guapo amor- dijo el ojo plata halagando a su novio haciéndole sonrojar
-vamos cielo, tengo un regalo para ti, pero debes usar esto- habló tendiéndole una venda para los ojos que el platinado se puso con confiaza pues Harry solía ser muy detallista y le hacía varios regalos sorpresa, pero nada de lo que imaginaba se comparaba a lo que tenía frente a sus ojos. El lugar era hermoso y le traía muchos recuerdos increíbles, pero lo que estaba por vivir se llevaría la corona.

Harry tomó su mano y le llevó hasta la manta en donde había comida, comieron y bebieron entre palabras hermosas declarándose el amor que sentían y muchísimos besos. Al terminar de comer y admirar la brillante luna algo oculta por las nubes Harry tomó un lirio que estaba en la manta y lo dejó sobre la oreja de Draco haciéndole sonrojar furiosamente.
-Draco, eres la mejor persona que he conocido, lo mejor que me ha pasado, me diste luz cuando para mí todo era oscuridad, me diste esperanza cuando pensé que todo estaba perdido, me ayudaste a levantar el cielo cuando se me vino encima, siempre estuviste ahí para mí así como yo siempre estaré para ti. Tuvimos un inicio muy confuso, pero no me arrepinto de ello ni una gota. Escogí este lugar en particular porque se que ambos tenemos muchos recuerdos aquí y quería hacer uno más, uno inolvidable. Esto me recuerda tanto a nuestra primera cita -soltó una pequeña risa y un par de lágrimas para poder seguir hablando- Draco, amor mío, eres mi cable a tierra, mi ancla, la calma de mi tempestad -tomó un gran aliento y se arrodilló frente al amor de su vida- Draco Lucius Malfoy ¿quieres casarte conmigo?-

Draco estaba sin palabras, no reaccionaba y Harry realmente se asustó ¿había hecho algo mal? ¿Draco ya no le quería? ¿Se había adelantado mucho? ¿Había exagerado?
Esas y muchas más eran las preguntas que rondaban por la cabeza de Harry añ igual que muchas lágrimas se deslizaban por sus mejillas nublando su vista. Draco aún no hacía nada.
-eres un estupido-
¿Qué? Harry estaba desconcertado y demasiado triste.
-es obvio que quiero casarme contigo- dijo Draco cuando decidió que era suficiente de jugar con su prometido
Harry no entendía nada
-esa es mi venganza por hacerme creer que no me querías cuando te di nuestro primer beso- habló el platinado ahora sentado sobre el regazo del moreno.

Definitivamente amaría a este hombre por el resto de su vida y con todo su ser.

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Día 4: en una cita
Espero les haya gustado 😊💋

30 days of DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora