Después del Partido (2)

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Draco escuchó a Harry irse, pero no le dejará salir del baño sin una explicación, se puso una toalla en la cintura y corrió  para ir a buscar al moreno a quien encuentra tranquilamente buscando algo en su bolso de deportes. Se acercó y se apoyó en los casilleros a un lado del moreno quien solo tiene puestos unos pantalones ajustados.
—¿por qué hiciste eso?— preguntó Draco dudoso de su propia pregunta, pero con una voz firme.
—¿qué cosa?— preguntó Harry en respuesta girándose y dándole al rubio una sonrisa inocente y una gran vista de su abdomen a lo que el pálido sólo rodó los ojos con muy leve sonrojo en las mejillas, el moreno se acercó al oji plata acorralándolo en los casilleros, Harry veía las pequeñas gotas de agua en el cuerpo del otro chico y desaparecer a lo largo de este lentamente y en lo único en lo que podía pensar era en lamer todas y cada una de ellas para después llegar a sus labios y devorarlos con pasión, Draco por otra parte estaba ansioso, esto era algo que el Harry que él conocía jamás haría.
—¿te refieres a esto?— dijo el moreno acercándose a Draco dejando caer su cabeza en su cuello aspirando su aroma para después besar el lóbulo de su oreja, después de unos segundos en que el de lentes seguía dejando besos en esa área el pálido sin querer soltó un suspiro haciendo que el oji verde se separase mirando al peli plata con una sonrisa de ladina en el rostro.
—¿te gusta?— preguntó Harry sonriente
—parece que a ti si te está gustando— murmuró el rubio mirando la entrepierna del moreno
—¿estás seguro, sólo a mí?— preguntó el de lentes con una ceja alzada —vamos a comprobarlo— en un acto de gran atrevimiento el chico tiró la toalla del platinado al piso dejándole una mueca de confusión, furia y vergüenza. Empujó a Potter lejos de él y trató de alcanzar a toalla, pero el peli azabache fue más rápido que él y con sus manos tomó las muñecas del rubio poniéndolas a los lados su cabeza dejándole prácticamente inmóvil.
—¿¡qué haces Potter!? ¡Suéltame!— gritó Draco tratando de patear al hombre frente a él
—pero mira ¡te ha gustado!— exclamó Harry mirando los genitales del chico que unos segundos después se soltó del agarre del moreno, tomó su toalla y se cubrió, pero eso no le gustó a Harry quien se bajó los pantalones quedando en bóxers frente al pálido. Este solo lo miró de arriba a abajo
—¿por qué?— preguntó el rubio —¿por qué haces esto?— Draco se sentía algo acosado, pero aun necesitaba saber la razón de todo esto, pero Harry no respondió, en lugar de eso se abalanzó a los labios del rubio fundiéndose en un beso largo y apasionado. El rubio no sabía exactamente por qué había seguido el juego del moreno, pero sus piernas se enroscaron en las caderas ajenas en lugar de correr y lo único que sus brazos llegaron a hacer fue tomar la nuca de Harry profundizando el beso aún más.

Harry llevó sus manos al trasero del rubio masajeandolo y haciendo con el lo que quisiera mientras que Draco se movía frenéticamente en los brazos del peli azabache buscando más fricción entre sus miembros, el moreno buscó un banco para sentarse pues si el pálido seguía con sus movimientos probablemente se caerían y lo último que quería era romper su burbuja. Se sentaron y rompieron en beso, el pálido sentado a horcajadas de su peor enemigo, con respiraciones erráticas y los labios hinchados y el moreno con las manos en las caderas del chico al que juró odiar, con el corazón acelerado y pensando en lo que acababa de hacer. Plata y esmeralda se encontraron. La lujuria y la pasión desbordaba en sus miradas, querían más, mucho más, querían todo lo que el otro estuviera dispuesto a dar y más. Miraron a los labios del contrario para después volver a mirarse a los ojos y besarse otra vez, ahora con mucha más pasión y frenesí.

Las manos de Harry viajaban trazando largos canales en la espalda de Draco mientras que este hacía circulos en la nuca del otro, las pocas prendas que traían desaparecieron en segundos. Harry llevó su mano al miembro de su amante masturbandolo mientras dejaba besos húmedos y chupones en su cuello, clavícula y pecho. Draco a penas estaba consiente y al igual que Harry llevó su mano al miembro contrario y empezó a moverla de arriba a abajo sacándole al moreno suspiros y gemidos ante el contacto de una piel fría y suave. Ambos acabaron al mismo tiempo son un gemido ronco dándose un beso largo y lento. Se miraron. Querían más. Draco tomó una de las manos de Harry y llevo tres de sus dedos a su boca lamiendo y chupando con sensualidad volviendo loco al moreno, después de esto llevó un dedo a su entrada y se auto penetro saltando sobre su amante hasta que los tres dedos entraron completamente en el rubio. Harry estaba extasiado. Masajeo su miembro una vez más y tomó las caderas del rubio para penetrarlo y la cara de su rubio fue la cosa más majestuosa que había visto hasta ahora, tanto placer en un solo rostro. Y después de eso ¡oh! Verlo saltando sobre él de una manera tan sexy, sudando mientras suspiraba y gemía. Harry se sentía volar, tuvieron una maratón de sexo esa tarde en el baño y está de más decir que esos encuentros se repitieron varias veces.

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Día 12: tocarse de manera sexual
Espero les haya gustado 😊💋

30 days of DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora