Solía tomar libros de la casa de mi abuela para leerlos en casa, ni siquiera miraba el titulo de este, esperaba encontrarme con una historia interesante y el hecho de no saber que leería al llegar a casa me mataba de las ansias. Leí una vez que los espejos son portales a otros mundos pero siendo mas pequeña no entendía mucho del complejo mundo de lo "paranormal" por lo cual había tomado el espejo de tocador de mi madre y lo voltee, esperando encontrarme con la abertura de un portal, tristemente era un espejo giratorio de dos cara así que volví a encontrarme con mi reflejo pero ahora con una cara enorme desilusión.
Se han puesto a pensar ¿Ustedes ven al reflejo o su reflejo los ve a ustedes? pero creo que da igual ¿no? las vidas de todos son tan atareadas que no les da tiempo de pensar en tales cosas, pero en la despreocupada vida de alguien como yo, si que hay tiempo para meditar en cosas de tal grado. Herede o mejor dicho robe aquel gracioso espejo giratorio que era de mi madre, solía ponerlo frente a mi y darle suaves vueltas, llegué a pensar que una parte del espejo mostraba lo que fingía ser, la otra lo que realmente era y con esa idea me ponía a hacerle caras a mi reflejo ¿No les parece tonto? por que lo es, lo admito. Dejaba de ser divertido cuando dejaba de hacer caras y me miraba a mi, me sentía vacía ¡idiota! eres una tonta Marie... pero me divierto siéndolo ¿no? ¡No! sabes que no, te odias
- ¿Qué harás hoy? - Se escucha un leve eco, así que escucho mi voz
- ¿Hoy? no lo se ¿Porque siempre me preguntas lo mismo? - Jamas se que decir
- Quiero saber... es todo
- Tal vez saldré con Adry, por un cafe
- ¿Puedo ir contigo? - Por favor...
- No... me lo tomes a mal Marie pero a Adry no le gusta tu compañía y a mi... aveces me das miedo - ¿Se supone que me lo debo de tomar bien?
- Ah ya... entonces diviértete Pau - Maldita p3rr4
- ¡Hey! No lo tomes pers....- Le corte la llamada antes de que siguiera con sus estupideces
Yo no soy el problema, ¡ellos son el problema! No bromeo cuando digo que estoy sola, ellos no comprenden que no soy igual y aunque lo fuera no quiero su estúpida compañía, nadie los necesita.Me espantaron el apetito así que dejare ese trozo de pizza para mañana o cuando sea que coma aunque es cierto que el no comer me hace sentir tan débil y mareada, claramente no tengo energías y es por eso que decido dormir en la cama de mi madre solo por lo fresca que es su habitación. Cerré mis ojos para descansar, cuando parecía que caería dormida note como deje de tener el cuerpo sobre la cama y a la par sentí cierto agarre en mi tobillo pero no entre en pánico ya que abrí mis ojos con calma, encontrándome con todo de cabeza y con mi pelo rozando el suelo.
Con esfuerzo leve alce mi cabeza para toparme con unas manos familiares, recuerdo esas manos pálidas y alargadas... mismas manos que abrieron la puerta corrediza mientras yo con pánico me escondía bajo el lavabo y golpeaba mi cabeza. Ahogue mi grito, tal vez aun no notaba que estaba despierta pero creo que despierta o no igual me hubiera arrojado contra el gran espejo de mi madre, siento como mi cabeza rompe el cristal pero a la vez sentí como caía a un abismo donde el tiempo se detuvo. Tuve siempre esa angustiante sensación de que en cualquier momento me estrellaría aun cuando el agujero no encontraba final y me mantenía en una desesperante caída donde mi cuerpo se golpeaba e afectaba por los estrechos muros.
Una mano detuvo mi caída, había un hoyo en aquel abismo y en este una mano que tomo mi antebrazo, la persona que me sujetaba era yo misma pero con una brillante sonrisa, una Marie que se esforzaba por no dejarme caer y que se aferraba a mi ser para ponerme a su lado... por desgracia fue empujada por ¿otra Marie? la otra Marie estaba llena de resentimiento y odio en sus ojos, mismo odio que la cegó pues al empujar a la Marie 1, ella también cayo tras perder el equilibrio. Al caer ambas se esfumaron en la oscuridad de mi caída y cuando estaba perdida en mi confusión, sentí mi cuerpo estrellarse tras el duro concreto.
Me senté de golpe y abrí los ojos, encontrándome en la bañera con agua rosada y mis venas destrozadas por un cuchillo que tenia sobre la orilla de la bañera, coloque mi mano en mi cuello y en consecuencia manche mis manos de sangre. Perdí la fuerza y caí recostada en la bañera hundiéndome aun con las manos en el cuello, lo único que pude ver antes de cerrar los ojos fue las velas apagándose de manera fugaz.
Siento presión en mi cuello y despierto apoyada en el muro de la cocina, me arde la espalda y estoy con la cabeza mirando el suelo, siento un dolor raro sobre mi mejilla y sin fuerzas pierdo la postura haciendo que mi cabeza se golpee contra el piso.
Estoy recostada sobre un charco de vomito, me duele la mejilla... mis oídos captan psicofonía de la cual solo podía distinguir mi nombre e unas palabras de aparente rechazo. El olor putrefacto me hace querer volver a vomitar y al estar recostada me comienzo a ahogar, en un estado casi inconsciente ni siquiera lucho por evitarlo y dejo que el vomito llene mis pulmones, haciendo que me quede sin aire y que lo ultimo que vean mis ojos sea una figura humana viéndome desde atrás . Estoy en mi cama, me duelen los oídos por el extraño ruido que inunda la habitación y que me hace caer de mi cama pero en lugar de chocar contra el piso, me encontré en los brazos de mi madre y un calor efímero que me abandono en un suspiro.
Me encuentro de pie en la cocina, frente a un plato de cereal y con mi cuchara en la mano, cuando iba a tomar una cucharada de hojuelas escuche unos pesados pasos que bajaban la escalera y sin motivo alguno me provocaron tal pánico al grado que me escondí en el baño, abrí el grifo para que callará el ruido que habría afuera pero ni yo entendía que hacía.Estoy en la calle y todos me ignoran, no me esfuerzo por agitar los brazos o por gritar, camino por el flujo de la gente. Me he perdido, estoy cansada de intentar y de sufrir, ya no quiero seguir así... le pondré fin a esto de una buena ve...
- ¡Auch! - Grito pues siento un dolor punzante en mi mano
- Miau~
- ¿Avella? Que rayos... - Estoy en la habitación de mi madre, mi siesta tan aterradora no ha durado mucho, pues según mi ultima llamada han pasado 28 minutos
Avella es el nombre de mi gatita, simplemente tome avellana y le quite el "na", fue el mejor nombre que se me ocurrió para un gato amarillo.
Marie, busca ayuda... ¡ah! y come ese pedazo de pizza que dejaste en el refri.
ESTÁS LEYENDO
La soledad de la oscuridad
ParanormalEs un leve intento de historia de terror. Ojalá el amor fuera el único problema de los adolescentes. Marie es una adolescente que lucha con algo mas que la pubertad, viviendo sucesos que parecen sacados de una mente retorcida y que atormentan su po...