Sentada en mi cama viendo el frío de afuera empañando la ventana en respuesta a el calor de mi habitación, la radio estaba apagada y en cambio tenia en youtube música de piano, me ayudaba a concentrarme cuando dibujaba. Si fuese verano estaría regando mis plantas sedientas después de un prolongado baño de sol, sentiría mi piel arder y en defensa a eso me mojaría con la misma jarra con la que mojo a mis flores, deseando crecer pero sobretodo deseando ser igual de bonita que estas.
Bajo de mi cama y camino por el azulejo blanco, frío pero reconfortante de alguna manera pues me ayuda a despertar mi adormecido ser. No uso pantuflas pues estas me hacen torpe al caminar y cuando las llevo no puedo correr si algo me asecha, no ayuda que yo sola me cree las paranoias pero no lo hago intencionalmente, al menos yo ya me acostumbre, pero la gente que me rodea me da a entender siempre lo molesta que soy aunque sea de manera indirecta. "Marie, ponle orden a tu vida" "Marie te estas desperdiciando" "Cállate marie, a nadie le importa" "Que grosera eres Marie" ¡Que los jodan! nadie los necesita, mis flores son felices con mi compañía y a mi gato le gustan mis historias... debo dejar de negarlo, estoy realmente sola y es inevitable no sentirme así constantemente.
Las personas que dicen ser mis amigos me ignoran y se que soy molesta. Aveces me gusta imaginar que sería de mi recuerdo si esta mañana fría acabo con mi vida cortando mi brazo en forma vertical y si es que me quedan fuerzas, cortando mi cuello. El agua de la bañera tiñendose de rosa y luego de rojo... música relajante de fondo y velas que se apagaran junto con mi esencia ¿Que pensaría mi madre? tal vez esté mas preocupada por que tan difícil sera sacar la mancha roja del tapete blanco que evita que empapes el azulejo. ¿Alguien se acordaría de Marie? Sus pasatiempos, sus flores favoritas, la música escuchaba, alguna buena acción que hizo o tal vez el amor enorme que le tenia a su gato... tal vez nadie y eso me hace entender que soy molesta hasta para mi pues mis lagrimas han empapado mi dibujo, lo he arruinado.
Dieron las 4pm pero por primera vez en meses no tomaría una siesta hasta la noche. Llene la bañera con agua tibia pero no seria el termino de mi vida, solo un baño.
Deseo morir pero le temo a la muerte, es en lo que pienso mientras me sumerjo en la bañera hundiendo mi cabeza y saliendo casi de inmediato pues mi pésima condición física me impide aguantar mucho la respiración. Cuando saco la cabeza siento el frío de afuera y cuando me sumerjo me abraza la calidez del agua, estaba siendo una sensación maravillosa que fue interrumpida al sentirme incapaz de volverme a levantar, haciéndome abrir los ojos de golpe y aun con la agitación del agua logro distinguir a una mujer con un gesto disgustado presionando mi abdomen para que no me levantase... ¿Mamá? no... mi madre es de piel morena y esta mujer tiene una piel amarillenta. No me da tiempo de analizar mas, me presiona el abdomen sofocándome y sacándome todo el aire en un ahogado grito, solo siento un vacío en mis pulmones que rápidamente son llenados de manera dolorosa por agua.
Me soltó, saque mi cabeza del agua y por el dolor del liquido en mis ojos cerré estos en cuanto estuve afuera, solo sintiendo como sacaba el agua tosiendo de manera desesperada. Al abrir los ojos note todo en orden, el azulejo no estaba empapado por el agua que debió salir ante el forcejeo y lo mas importante, la mujer no estaba.
Salí temblando, mas por el frió que por el miedo y envuelta en mi toalla que no evitaba que dejara un rastro de agua de camino a mi cuarto, podía provocar un resbalo y debía salir una vez seca para limpiar el azulejo pero no me sentía mentalmente capaz.
Había sido real, podía sentir el ardor del agua en mi nariz y mi respiración anormal era un rastro del sofocamiento, aun así todo lo demás apuntaba que no era mas que un juego sucio de mi mente ¿Cómo debería sentirme? intentaba no seguirme ahogando y en un intento desesperado para no sentirme vacía, respondí el molesto "hola" de aquel chico que se ilusiona con que algún día el y yo tendremos algo, aunque se que es pura palabrería que usa para convencerme de algo mas. Podría ser que se hayan confundido con lo que dije arriba, no me considero una chica fea, tengo un par de pretendientes pero nada serio, solo me quieren para satisfacer un deseo banal que claramente no es el amor.
Quiero ser una flor hermosa, las flores bonitas son arrancadas para ser admiradas hasta que se marchitan mientras que las flores hermosas son regadas y permanecen en sus tallos para ser admiradas por el mayor tiempo posible, incluso algunas corren con la suerte de que les lean o canten para ellas, desgraciadamente para las flores bonitas como yo jamas habrá espacio en un jardín o mínimo en una maceta.
El café extrañamente adormece mis sentidos así que tomo un poco, poniéndole leche para bajar el fuerte sabor de este. Prefiero lo dulce, mi postre favorito es el pastel de chocolate y a mi té le pongo cuatro cucharadas, voy a admitir que me lleno la boca con azúcar hasta que me dejo de sentir amargada y no me importa si después me trae problemas como un dolor de estomago.
La cama me espera y tomo lugar en esta, hundiendo mi cabeza en mi suave almohada mientras que mi cuerpo era cubierto por una cobija tan grande que aun doblada por la mitad me cubriría por completo sin problemas aunque supongo que mi baja estatura juega un papel importante.
Extrañamente no consigo dormir, puedo escuchar gracias al silencio la novela que mi madre pone todas las noches mientras trabaja en su taller. Tal vez mi intranquilidad se deba a que mi gato a preferido dormir en los calientitos cajones del closet en lugar de ponerse a mis pies, me parece raro pero prefiero concentrarme en conciliar el sueño.
Suelto un regaño al aire, algo se ha caído y pensando que es mi gato le he regañado pero al encender la luz noto que la pobre me mira confundida desde su cajón mientras que lo que se había caído era una botella de perfume que por suerte no se rompió. Mi piel se erizó y mi mente trato de convencerme que todo estaba bien, pero mi cuerpo no pudo evitar reaccionar ante la inquietud y siento mi corazón acelerarse a la par que mis ojos temían por encontrar algo mas que la habitual decoración de mi cuarto. Me senté temerosa en mi cama pero fui regresada a la posición inicial por un tirón en mi cabello, no pude ver lo que era pero salte de la cama impulsada por el miedo.
Ya no sentía miedo, estaba mas molesta que temerosa, lo que sea que fuese lo que me tiro del pelo estaba ocasionando ruido, me estaba queriendo atormentar con esos insoportables sonidos que se colaban en mis tímpanos y hacían temblar todo mi cuerpo.
Entre esa desesperación pude visualizar un pequeño ser de apariencia femenina y infantil, aproximadamente una estatura que no pasaba los 30 cm con un cuerpo tan delicado pero que en ese momento solo me daban ganas de aplastar. Mi cuarto seria espacioso si no fuese por que tengo miles de juguetes y cosas infantiles a mis 15 años, me rehusó a tirarlas pues me dan cierta seguridad y me recuerdan que en algún momento de mi vida fui feliz teniendo todo lo que quería, aunque en estos momentos deseo tirar cada muñeco de peluche y muñeca con la cual la criatura hace ruido.
Cubro mis oídos seguido de abrazarme, el sonido entraba por mi cuerpo, comencé a llorar de la desesperación pues no podía hacer nada, solo sentir el sonido meterse a la fuerza por mi piel y este dolor era similar a ser golpeada con una tabla... no, una tabla con clavos, como si un ablandador de carne fuera presionado contra mi piel
- ¡Cállate! - entre lagrimas grite, si es que alguien podía escucharme habría notado el dolor que se colaba en mis palabras
El sonido se detuvo pero me mantuve adolorida en cama, no se que había hecho para merecer esto... el miedo había vuelto y solo podía murmurar un par de palabras ante el dolor que castigaba mi cuerpo por lo que fuese que haya hecho
- Mamá... ayúdame, mamá
Era como tener 6 años de nuevo, mi madre jamas fue la persona mas cariñosa pero después de su regaño y de recriminarme que todo era mi culpa, me abrazaba, era lo único que necesitaba para sentirme consolada, consuelo que fue haciéndose insuficiente conforme crecía.
Levante mi mirada aun borrosa por las lagrimas y de nuevo todo parecía un sueño, no sabia que había hecho para recibir tal tormento ¿fue acaso cuando tome dinero de la bolsa de mi madre? Juro que lo devolveré... ¿Cuando celosamente rompí la pintura de mi hermano? Es solo que mi madre jamas colgó algún dibujo o pintura mio... No, ya se ¿Que tal cuando rompí la vajilla de mi madre? Me enoje mucho por que no me da permiso de hacer nada, fue una rabieta exagerada y me arrepiento, no quise hacerla llorar.
No soy una santa, tal vez me merezco todo lo que me esta pasando. Mereces estar sola, mereces no tener el amor de nadie y mereces morir sin que nadie te recuerde, Marie.
Solo me faltan las agallas para quitarme la vida, admito que lo único que me preocupa es dejar a mi gata, es el único que necesita de mi y se que si me voy mi madre no cuidara de ella, aquel pequeño ser que tanto me preocupa es el mismo que se acerca a mi cuando estoy colapsando y con un lenguetazo de su rasposa lengua me demuestra el cariño que me tiene y como ama acurrucarse en mi regazo. Hasta que ella viva, Marie se aferrara a la vida.
Sonara exagerado para la persona que tal vez lea esto pero un gato es lo que mantiene a un ser como yo a raya, a este peludo ser es al único que no le beneficia tenerme 3 metros bajo tierra y por el viviré
Tomo pie fuera de cama y aun siendo de noche bajo para servirle su comida favorita, la comida húmeda de salmón, supongo que es mas sabrosa que las croquetas habituales... lo único que ven mis ojos antes de dormir es verla comer su comida, parece que esta noche dormiré tranquila.

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La soledad de la oscuridad
ParanormalEs un leve intento de historia de terror. Ojalá el amor fuera el único problema de los adolescentes. Marie es una adolescente que lucha con algo mas que la pubertad, viviendo sucesos que parecen sacados de una mente retorcida y que atormentan su po...