✘✘ MADE BY SATAN ✘✘ ATEEZ [+18]

✡ ʙᴇᴀᴍ ᴍᴇ ᴜᴘ ✡

❝𝘗𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘢𝘺 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰, 

𝘭𝘢 𝘱𝘢𝘴𝘪𝘰𝘯 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘳𝘯𝘦, 𝘭𝘢 𝘱𝘢𝘴𝘪𝘰𝘯 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴 

𝘺 𝘭𝘢 𝘢𝘳𝘳𝘰𝘨𝘢𝘯𝘤𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢, 

𝘯𝘰 𝘱𝘳𝘰𝘷𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘥𝘦𝘭 𝘗𝘢𝘥𝘳𝘦, 𝘴𝘪𝘯𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 ❞ 

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La primera vez que Seonghwa escucho a San y Wooyoung decir que no eran humanos, tomó todo como una broma estúpida y se burlo de ellos.

La segunda vez, sintió algo de enojo al creer que seguían intentando bromear con él; pero antes de gritar había visto como Wooyoung movió su mano y al instante de hacerlo, un vaso se deslizo por la mesa. Esa vez no dudo en irse a su cuarto, pensando sobre lo sucedido y terminando por decidir que habían llevado su chiste muy lejos.

La tercera vez ni siquiera le dijeron algo, solo observo como San le dedicaba una sonrisa burlona, unos pequeños cuernos negros adornando su frente, sus manos adquiriendo un tono negro como la noche junto a unas largas garras y una cola igual de negra yendo de lado a lado como si fuera un gato. 

Para la cuarta vez, ya había aceptado que dos de sus compañeros eran demonios sacados del mismísimo infierno para divertirse y causar algo de caos en el mundo.

Y en ese momento estaban haciendo un desastre con él mismo.

Wooyoung no paraba de mover su larga y cálida lengua por la dura erección del mayor del grupo, a veces riéndose al notar los espasmos que generaba en el cuerpo que tenía a su merced pero volviendo rápidamente a su trabajo, delineando con el ápice de su lengua una de las venas que iba desde la base hasta el glande.

Cada gemido que Seonghwa quisiera dar terminaba siendo acallado por el intenso beso que compartía con el otro demonio. San no había dudado en entrelazar sus lenguas, permitiendo que estas danzaran juntas mientras sus manos acariciaban el torso desnudo del hombre, sus dedos subiendo y bajando por su piel, notando como los músculos bajo su tacto se tensaban un poco. 

Ambos demonios estaban divirtiéndose y disfrutando de tener a Seonghwa atado en la cama, totalmente desnudo y a su merced para hacer lo que ellos quisieran. Varias marcas rojizas y moradas ya adornaban el cuerpo del humano, producto de los chupones y mordidas que le habían proporcionado. Les encantaba poder sentir el deseo y lujuria brotar del chico, una energía que les alimentaba y les incentivaba a que sus acciones subieran de nivel. 

— ¿Qué tal se siente, hyung? ¿Le gusta? 

La suave y burlona voz de San se hizo presente, sus labios ahora pegados contra una de las orejas de mayor, escuchando como ahora los gemidos de este brotaban libremente, haciéndose mas fuertes cuando Wooyoung introdujo su glande entre sus labios, lamiendo y succionando este con gran gusto; ello duro un par de minutos antes de que el menor de los tres decidiera que podía usar aún más de su boca, la cual llenó al introducir toda la hombría del mayor en su cavidad, moviendo su cabeza de arriba abajo en lentas y pausadas succiones. 

Seonghwa estaba ciertamente frustrado, no por estar atado y no tener la posibilidad de tocar a alguno de los tentadores demonios, no, su verdadero problema radicaba en que cada que se sentía cerca del orgasmo, Wooyoung se alejaba de su erección, apretando la base de esta para evitar que se corriera. Había hecho eso al menos unas tres veces, dejandole con un dolor en su palpitante erección, su bajo vientre tenso y el sudor corriendo por su cuerpo, lo único que deseaba era poder llegar a un maldito orgasmo.