✘✘ MADE BY SATAN ✘✘ ATEEZ [+18]

✡BREAK THE WALL✡

❝ Entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo 

vivíamos en las pasiones de nuestra carne, 

satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, 

y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás❞

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— Wooyoung, ¿Podrías caminar más despacio? 

Las quejas de Hongjoong se elevaron con fuerza para hacerse oír por el integrante que parecía tan eufórico y alegre mientras caminaba varios metros por delante del resto; San llegó a reír un poco con simpatía, su mismo paso empezando a ser mayor al de sus demás compañeros para así buscar igualar al otro ser infernal.

Seonghwa negó con la cabeza, sus labios curvados en una sonrisa pequeña que indicaba que no estaba molesto, incluso un poco entretenido al ver a su líder refunfuñar al verse ignorado por los otros muchachos que ya parecían concentrados en sus propias conversaciones, las cuales ninguno alcanzaba a escuchar como para entrometerse allí.

— Déjalo, sabes que siempre se pone emocionado cuando se ve con sus demás amigos. 

— Ya lo sé, pero en unas horas debemos ensayar en el escenario y  ¡Aarrgghh! ¡Justo teníamos que olvidarnos la ropa y-!

— Hyung, pero ya el staff fue a buscar las cosas, tranquilízate. —Yunho dejó caer su mano con una fuerza moderada sobre la espalda de su líder, dedicándole una sonrisa bastante agradable—. ¡Mientras podemos disfrutar y saludar! ¿Qué tal algunas colaboraciones de nuestros challenge? Estoy seguro que los de Stray Kids aceptaran encantados y-...

Que la voz de Yunho se apagara fue una alarma en la cabeza de todos allí; no les tomó mucho notar que la mirada del más alto del grupo estaba al frente, su piel tan pálida como si estuviera teniendo un terror absoluto.

Todos sintieron ese mismo terror cuando vieron que Wooyoung y San, aún caminando en calma, habían empezado a materializar sus colas, sus cuernos e incluso dejar ver varios detalles que les delataban como seres infernales.

— ¡¿Qué hacen?! ¡Maldita sea! 

Hongjoong nunca había tardado tan poco en llegar a un lugar como a donde estaban los dos demonios, Mingi inclusive en su eterna pereza parecía haberse apresurado a quitar su chaqueta, queriendo cubrir las espaldas del duo que les miraba como si estuvieran en plena locura.

— ¿Qué sucede? —San elevó su ceja mientras veía a Yeosang intentar colocarle algo sobre su cabeza, especialmente sobre sus cuernos; ni siquiera tardo un segundo en volver a quitarlo, chasqueando su lengua—. ¿Qué les pasa?

— Estamos frente a otros grupos, puede pasar alguien y- —Jongho se vio interrumpido en su explicación por la risa algo aguda de Wooyoung, quien parecía haberse tentado—. Pero-...

— Chicos... ¿Realmente creían que... nosotros éramos los únicos demonios?

Todo ATEEZ sintió sus manos temblar ante las sonrisas y miradas que tanto Wooyoung como San les dedicaron, sus pasos hacia atrás dirigiéndoles hacia una de las puertas que daban a uno de los camerinos. 
Los seis integrantes humanos de ese grupo sintieron el sudor frio en su nuca cuando los dedos ennegrecidos de Wooyoung tomaron la perilla de ese camerino.

Cuando la puerta se abrió de forma abrupta todo pensamiento lógico se borró de ellos. 

Hongjoong personalmente se quedó pasmado cuando su mirada se conecto con la del líder de Stray Kids, Bang Chan; este también se había quedado con una mueca de total sorpresa.

Pero pocos segundos le tomó a Christopher y al resto de los integrantes de Stray Kids el girarse para buscar acomodar de forma rápida sus vestimentas, especialmente sus pantalones.

Nadie pasó por alto como Seo Changbin se mantuvo arrodillado con una sonrisa en el centro de aquel circulo, su larga lengua asomándose para limpiar una sustancia blanquecina de sus labios mientras una negruzca cola se movía tras suyo.

— Wooyounggie, la próxima deberías avisarme, no quiero darle pena a los chicos. 

— ¡Lo siento! Es que estaba tan emocionado de verte.

Hongjoong sintió sus labios resecarse cuando el demonio más joven de su grupo se acercó al rapero, nadie paso por alto el como estos compartieron un beso bastante lento e intenso, pequeñas risas abandonando los labios de ambos cuando se separaron y un hilo de saliva conecto sus labios.

Choi San encontró las reacciones de todos allí bastante graciosas, su espalda apoyándose contra la pared más cercana mientras iba dejando que su mirada fuera persona por persona; le gustaba el rubor de las mejillas pecosas de Felix, la seriedad de Lee Minho, le fascinaba lo abochornado que parecía Han Jisung o lo cohibido que que estaba Hwang Hyunjin.

— Si les sorprende ver tres demonios juntos... De diferentes grupos... ¿Qué pasará cuando diga que siempre hay uno o dos demonios por grupo? 

Aquella información era nueva tanto para ATEEZ como para Stray Kids, años habiendo pasado con sus integrantes demoniacos y estos nunca habían confiado ese saber antes; ¿Por qué ahora lo estaban diciendo? ¿Por qué ahora que... estaban por hacer un concierto entre varios integrantes masculinos?

— ... Todos planearon esto. —Seonghwa habló ello con total firmeza, la seguridad en sus palabras era técnicamente contrario a su rostro lleno de incredibilidad.

Las sonrisas de los demonios casi confirmaban esas palabras.

Y no fue hasta que unos aplausos detrás de ellos que volvieron a recordar que no eran los únicos grupos allí.

La mirada rojiza de Yeonjun parecía muy entretenida en lo que veía, su torso técnicamente desnudo y dejando ver las marcas negruzcas que se iban extendiendo por su abdomen y que desaparecían por debajo de aquel pantalón que le vestía.

No veían a los demás integrantes de TXT, porque en vez de pensar en ello, solo podían ver como detrás de Yeonjun más sonrisas divertidas se mostraban como una señal de existencia.

Hongjoong siempre pensó que ATEEZ era muy afortunado de tener a Wooyoung y San, estaba seguro que los integrantes de Stray Kids pensaban lo mismo con Changbin o los de TXT con Yeonjun ahora que sabía la verdad.

Pero en ese mismo momento, sabía que todos los humanos no eran más que las reales presas de todos esos demonios que les habían llevado hasta allí por simple deseo y lujuria.

Y nadie iba a negarse a alimentarles tal como esos esbirros del infierno querían ser alimentados.