✡WE CAN BE WHATEVER BE WANT✡

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Los hombres han dejado sus relaciones naturales con la mujer 

y arden en malos deseos los unos por los otros.

Hombres con hombres cometen actos vergonzosos

y sufren en su propio cuerpo el castigo de su perversión

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Yunho era, por mucho, el más tranquilo del grupo.

Era como un cachorro grande, alguien que mostraba su felicidad con una enorme sonrisa y solo le faltaría tener una cola para agitarla de lado a lado cuando alguien le saludaba o cuando le decían algo bonito.

Era agradable, buscaba ayudar a todos sus integrantes por igual en todo lo necesario para verles felices; se tomaba su tiempo de observar cualquier indicio para descartar que algo estuviera mal con ellos.

A Yunho le gustaba complacer. 

Y a Wooyoung le gustaba mucho Yunho por eso.

Pero claro, a San también eso le fascinaba.


Por eso siempre que podían le dejaban ver a Yunho lo mucho que le querían, justo como en ese momento donde ambos demonios estaban arrodillados frente al más alto del grupo, pasando sus largas lenguas por su dura polla, besando y lamiendo toda su longitud con gran calma, tomándose el tiempo y la paciencia necesaria para sus acciones.

Wooyoung bajó un poco más, dando lamidas especialmente lentas sobre sus testículos, sus largas uñas subiendo y bajando por el vientre del mayor sin arañarle, pero presionando lo suficiente como para crear marcas finas y rojizas; San sabía que eso era una forma en la cual el demonio más joven marcaba territorio.

Tal como Seonghwa le pertenecía a San, Yunho le pertenecía totalmente a Wooyoung. Ambos respetaban ello, compartiendo a sus dos compañeros por pura diversión.

Yunho solo podía disfrutar, lanzando pesados jadeos y gruñendo cada que la sensación de placer viajaba por todo su cuerpo, erizando su piel, estremeciéndose hasta que su cuerpo temblaba un poco. Solo bajar su mirada era una invitación al pecado, viendo los dos pares de ojos que le miraban con deseo y anhelo, con una lujuria y cariño intenso que lograba que sus sentimientos empezaran a corromperse y transformarse en algo más primitivo.

Sus grandes manos fueron a los cabellos de sus compañeros, dejando que sus dedos se enredaran en las hebras para jalar estas con la fuerza necesaria para que los demonios soltaran algunos quejidos, ambos abriendo sus bocas y sacando sus lenguas al saber que esa era una vista que el mayor disfrutaría. 


— Por más que quiera correrme en sus bonitas caras... Prefiero tenerles de otra manera.


Suave y amable, la voz de Yunho siempre sonaba así incluso en situaciones como esas, produciendo suspiros de los seres infernales que no tardaron en levantarse; Wooyoung no dudó ni un segundo en llevar sus brazos detrás del cuello del más alto, obligándole a agacharse para así tomar sus labios en un intenso y necesitado beso, donde ambas lenguas empezaron a moverse entre si, las manos del mayor tocando cada lugar posible del cuerpo más pequeño.
San se acomodó detrás del menor de todos, aprovechando la desnudez que allí todos portaban para frotar su erección entre las bien formadas nalgas de este, sus caderas moviéndose en lentas y simuladas embestidas, suspirando por lo bien que se sentía.

✘✘ MADE BY SATAN ✘✘ ATEEZ [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora