✡UNDER THE BURNING LIGHT✡

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❝Por consiguiente, 

Dios los entregó a la impureza en la lujuria de sus corazones, 

de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos.❞


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Lagrimas.

Cientos de lagrimas se escapaban de sus ojos y miles de quejidos intentaban abandonar sus labios, pero cada sonido era ahogado por la mordaza en su boca, provocando que solo la persona que tenía sobre si escuchara sus vanos intentos de ruego.

Wooyoung era, al igual que San, un ser que disfrutaba de los pecados, de esos sentimientos y practicas que la iglesia describía como negativas o impuras. Amaba explorar y dejarse usar como un vil objeto de satisfacción, amaba ver lo que los humanos podían hacer con su cuerpo, amaba ver como se liberaban de esas cadenas morales y daban rienda suelta a sus más bajos deseos.

Amaba cuando los demás integrantes de Ateez tiraban sus fachadas y jugaban con él.

A lo sumo estaba odiando un poco el momento que estaba viviendo.


Y es que JongHo siempre se entretenía torturándolo.


El maknae solía ser catalogado como uno de los más reservados del grupo por los internautas o la gente que recién conocía el grupo, tierno y vergonzoso por quienes eran fanáticos, un poco tonto y como un osito según las Atinys.

Y Wooyoung en esos momentos quería reír al pensar en ello, porqué... ¿Como podría siquiera decirles que ese dulce chico de 19 años estaba metiendo cuatro dedos dentro de su culo mientras le tenía amordazado y con sus manos atadas tras su espalda para inmovilizarlo?

El demonio solo podía retorcerse por las descargas de placer que recorría su cuerpo cada que los dedos golpeaban contra su próstata; su cola, siendo la única extremidad que podría moverse, estaba prácticamente serpenteando en un intento de liberarse. Por que claro, a Jongho le encantaba agarrar, apretar y jalar su cola para provocarle más dolor. 

La cola era una de las zonas más sensibles en los demonios al igual que sus cuernos, así que no era de extrañar que Wooyoung estuviera prácticamente lloriqueando y babeando por las acciones sobre la oscura extensión. 


— ¿Qué sucede, hyung? ¿Por qué esta llorando? ¿No le gusta? ¿Le duele mucho?


 Las preguntas vinieron seguidas de un fuerte tirón en su cola que hizo al demonio chillar y removerse, su cuerpo perlado en sudor y su polla friccionando contra el colchón de forma dolorosa. 

JongHo por su parte estaba extasiado.

Ver al más bajo de esa forma siempre le tenía en una bruma de satisfacción, tener el poder siempre había sido algo que lograba poner su polla dura como una roca y que ponía insanos deseos en su cabeza. Pero... ¿Qué había de malo en cumplir sus fantasías? Wooyoung y San habían mencionado a todos que no había nada de malo en gozar de lo terrenal sin dañar a los demás, que las reglas del cielo eran puras patrañas, que los Arcángeles nunca dejaban pasar a nadie al paraíso.

✘✘ MADE BY SATAN ✘✘ ATEEZ [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora