—Entonces no puedes? Oh esta bien, no! No te preocupes! Ya vere como me las arregló, bueno? Bye linda, te me cuidas — finalizó la llamada, para después soltar un suspiro de cansancio.
Como conseguiría a una chica en dos días para el desfile? Froto el puente de su nariz con sus dedos, observando los maniquíes que estaban a unos metros de el con todas las prendas que el mismo a diseñado.
Iguro Obanai, estudiante de primer año en diseño de moda, y en esos momentos, más que perdido.
Lo tenía todo muy bien planeado, las 5 chicas que harían el papel de modelos, las ropas que hizo a la medida de todas estas y hasta ahí todo bien. Pero paso un percance hace unas horas, una de las modelos tuvo un accidente automovilístico, cosa que impacto y preocupo al joven, pero para el alivio de este no hubo una muerte de por medio, aunque esta se quedaría un buen tiempo en el hospital.
Agarro la cajetilla que estaba en la mesa donde se encontraban algunos restos de tela, saco un cigarro y la prendió con el encendedor que tenía en el bolsillo de su pantalón.
Dando una calada, expulsó el humo por la boca calmando sus nervios en esos momentos.
—Tengo tan mala suerte, como para que me pase esto en una fecha importante? — hablo con voz irónica, su rostro que estaba demacrado y sus visibles ojeras eran la simple descripción de "agotamiento", dando otra calada empezó a caminar hasta su habitación, al entrar las luces estaban apagadas.
Saco su teléfono y encendió la linterna para dirigirse hacia la grande caja de cristal donde se encontraba su mascota, Kaburamaru. Por la poca iluminación observo como este se estaba arrastrando por las rocas con lentitud, apagando la linterna camino hasta su armario y saco su pijama.
Fue retirando todas sus ropas hasta solo quedar con una toalla enrollada en su cintura, su teléfono que estaba en su cama empezó a vibrar con fuerza y en la pantalla iluminada observo que era una videollamada de un amigo que apenas conoció, Doma.
Ambos jóvenes se habían conocido debido a que Doma asistió a unas cuantas clases, pero solo se presentó en dos ya que para el era muy "básico y poco glamuroso". Obteniendo la atención y curiosidad de Iguro, así empezando una linda amistad. El joven de cabellos negros tomó el celular sin tomar en cuenta en como se encontraba, deslizó la pantalla para aceptar la video llamada.
Doma se encontraba como siempre, tan atractivo y llamativo, con su maquillaje ahumado que de seguro estaba practicando, el piercing negro que nunca faltaba en su labio inferior y su típico chongo.
—Uy que estoy viendo — hablo el rubio observando el pecho liso y marcado de Iguro, este ni se inmutó y abrió la boca.
—Que estoy viendo yo, digo — se sentó en su cama apoyando un brazo en su pierna, el heterocromatico observo como Doma solo abulto los labios en un falso puchero, no pudo evitar rodar los ojos.
—Esperaba una buena crítica tuya, pero veo que no.— arreglo un mechón que sobresalía de su frente, ante esto el otro joven solo sonrió.
—Pero si te ves bien, no se por que tienes que llamarme todo el tiempo — arqueo sus cejas viendo como Doma se quedaba quieto, parecía un problema de red — ey te congelaste?
—Que buen material — hablo en voz baja, mientras tomaba capturas a Obanai que no escucho nada.
—Viejo creo que tu internet está mal, voy a colgar — se excusó Obanai, ya queriendo darse una ducha, Doma soltó un chillido por esto.
—No no no! Espera no me cortes — hablo tomando una mejor postura — te quería preguntar si es cierto sobre lo de Tenhen.
—Más que cierto, la chica la está pasando muy mal — lo dijo decaído, recordando lo que quería olvidar hace unos minutos. Ante esto Doma apretó los labios en una línea recta, y abrió nuevamente la boca pero Iguro se adelantó.
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Roomies | GiyuuTan + ObaMitsu
Fiksi PenggemarGiyuu Tomioka y Mitsuri Kanroji, ambos siendo amigos de la infancia, de personalidades muy diferentes pero que ambos tienen muy en común. Son unos locos sin límite alguno. Entrando en su primer año de universidad, ambos deciden comprar un apartamen...