03

5.6K 736 2K
                                    

A r i a n

Desperté gracias a mi alarma; hoy era el gran día, había soportado aproximadamente dos años en la "casa chica" y ahora realmente iré a la Academia. Desde que gané la beca me asignaron a la sede que queda a unos 20 minutos de mi casa ya que primero debo tomar las clases de "tronco común" y a cada estudiante se le ubica en alguna de las subsedes más cercanas a su vivienda, pero según mis compañeros las verdaderas oportunidades de crecer ahí es si entras a la casa grande; esa institución se encuentra a 2 horas de mi casa, pero eso no fue impedimento para mí.

He sabido mantener en secreto de estudiar en otra escuela los fines de semana gracias a uno de mis primos mayores; su nombre es Omar, es un chantajista de lo peor, pues debo comprarle algunas cosas para mantenerlo callado, él me a encubierto diciendo que ambos salimos cada fin, ahora no sé realmente como voy a encubrir tanta mentira, ya no me escapo a unas cuadras de mi casa, me estoy yendo a otra ciudad sin su consentimiento, pero, todo sea por mi sueño.

Por hoy mentí diciendo que tenía un trabajo así que no debo preocuparme por ellos; me alisté tratando de no despertar a nadie, escribí una nota para dejarla en la cocina y sin más me dispuse a salir para alcanzar el autobús, estaba exhausto, aún no daban ni las cinco de la mañana pero el viaje era largo así que podría dormir un poco en su transcurso.

Una vez me encontraba emprendiendo el viaje me miré de arriba abajo, había elegido las mejores prendas así que espero no pasar problemas; revisé una y otra vez si no olvidaba algo, pero no, todo estaba en su lugar; mi única preocupación ahora era que mis padres no descubrieran gasté mis ahorros en el material que debía llevar. Cerré los ojos tratando de divisar lo que me esperaba, la emoción me recorría el cuerpo por completo, mínimo no estaré del todo solo, recordé a Rennan.

Disculpe, ¿Podría decirme donde se encuentra la dirección? — los nervios se apoderaron de mí una vez todo el grupo giró su mirada a mí. Poco recuerdo de las palabras que intercambié con el profesor, solo sé que me invitó a pasar y fue ahí cuando conecté miradas con él.

Le reconocí en cuanto lo observé; se trataba de Rennan Cooper. Él y yo nos habíamos encontrado el día que participé para la beca en este lugar, después de eso volví a verlo en una de las primeras presentaciones que hacía cerca de mi ciudad, fue inesperado y más aún cuando le escuché hablar más fluido, entablamos una larga conversación pero sin inmiscuirnos demasiado en la vida del otro; para el siguiente encuentro nos vimos durante un festival donde logramos mantenernos horas platicando sobre el ballet y la música, pasiones similares que compartimos, recuerdo lo mucho que me dijo deseaba interpretar el estelar de "Las zapatillas rojas", para la última vez que lo vi yo había ido a su ciudad para presentarnos en la academia, al término ambos nos quedamos ahí y tuvimos acercamientos personales, le conté quien era realmente, ya que durante este tiempo él tenía la idea errónea de que pertenecía a una familia prestigiosa, él comprendió la situación completamente sin juzgar mis actos, por su parte compartió un pequeño secreto conmigo y a su vez descubrí indirectamente su gusto por los chicos.

Si, Rennan Cooper es gay, esos temas jamás se hablaban en casa pero yo no veía algo de malo, después de todo seguía siendo Rennan. Luego de ese día jamás pudimos coincidir en eventos, una pequeña parte de mi deseaba ver más a ese chico, quizá pasamos cortos momentos juntos, pero, para mí fueron importantes, por primera vez sentí que alguien me escuchaba. Aproximadamente dos años después él está aquí nuevamente frente a mí...

Es evidente la pubertad ha hecho su trabajo; ya no parece aquel niño un poco robusto, ahora es un adolescente de 16 años; es de estatura alta, su cuerpo comienza a marcarse debido al ballet, con piel suave y brillosa la cual deja en evidencia a estado tomando el sol. Sus pequeños rizos se mantenían ocultos en ese peculiar gorro rojo el cual me sorprende que aún use, sus rasgos comienzan a hacerlo ver mayor y sus ojos opacan todo lo anterior una vez hace revolotear sus pestañas. Pero seguía siendo él, Rennan.

CoheteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora