🦋Capitulo 10🦋

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Tal y como Yuki dijo el Mizukage pidió hablar con ella, quería saber su opinión sobre lo que solicitaba su padre. Ya habían pasado algunos días desde que él se había ido de la aldea y ella comenzó a molestarse porque aún no regresaba.

- Nee-chan, el Hokage quiere verte- la llamó Sarada golpeando la puerta

- En un momento voy- suspiró la joven levantándose del suelo

Youko había estado recostada a la sombra del gran cerezo comiendo hielo mientras observaba el cielo con atención. Sarada le había dicho que si prestaba atención y usaba un poco la imaginación podría ver figuras en las nubes. Lo intentó, pero solo veía las nubes pasar y veía que algunas eran más densas que otra, solo eso.

En el camino a la torre, Sarada le mostró una tienda que le gustaba y le dijo que quizas podrían ir más tarde cuando su madre regrese del trabajo. La mayor todavía no sabía cómo tratar a su nueva familia, lentamente estaba aprendiendo a convivir con ellas, pero todavía le era difícil relacionarse tanto con las personas.

-Que bueno que ya llegaste, quieren hablar contigo- dijo el rubio de bigotes- Sarada-chan, pasa, puedes quedarte si quieres-

- Yuki-chan, que bueno volver a verte- saludó alegremente el Mizukage

- También me alegro de volver a verlo, Mi lord- respondió inclinandose en señal de respeto

- ¿Hiciste algo interesante en Konoha?- preguntó

- Jin me llevó a comer hamburguesas, Sara me hizo hacer un huerto para ella y Ino-san me deja ayudar en su florería- informó como si fuera el reporte de una misión- También estuve comiendo mucho hielo-

- Cuidado con eso, no vayas a engordar por tanto hielo- bromeó el Hokage, sin notar las señas del Mizukage de que no dijera nada

- ¿Estoy gorda?- preguntó la mayor tocándose el abdomen y levantó su camiseta hasta el borde inferior de su brasier- ¿Engordé?- su abdomen estaba marcado por viejas cicatrices y se dieron cuenta que tenía una perforación con un brillante celeste en el ombligo

- Naruto, creo que ahora sabes que Yuki no entiende bromas- dijo en un suspiro- No te preocupes, Yuki, estás igual de delgada que siempre, sigues siendo muy hermosa, el Hokage solo estaba bromeando, no lo decía en serio- elogió sonriendo

- Oh, comprendo- dijo acomodándose la ropa- Lamento no poder entender su sentido del humor- se disculpó con respeto

- No pasa nada, supongo que más adelante podrás entenderlo- respondió el rubio sintiendo un poco de pena por ella

- Bueno, Yuki, dime ¿Cómo te has sentido estos días con tu familia?- preguntó el de dientes afilados

- Honestamente creo que estoy enfermando, puede que sea el calor y la falta de humedad que hay aquí, pero a veces me siento rara de la nada- respondió la Uchiha

- Creo que él se refiere a si te sientes cómoda en casa- dijo Sarada

- ¿Cómoda? Si, me dieron uno en mi alojamiento- respondió

- No se preocupen, no hace falta que le expliquen nada, yo entiendo lenguaje cajita- añadió el Mizukage

Lenguaje cajita es como solía llamar a la manera tan perdida y confusa que tenía Yuki para hablar sobre sentimientos. Ella no los comprendía, por lo que describía lo que sentía físicamente y él lo interpretaba. Para poder comprenderla le había enseñado a hacer eso y él lo comparaba con su conocimiento.

- Yo no soy una cajita- se quejó la mayor de las hermanas

- Si lo eres, eres una hermosa y letal cajita de hielo- le dijo sonriendo divertido, era como su hermanita pequeña, la quería mucho y sabía que oír esas cosas la haría sonrojarse tarde o temprano- Volviendo a lo que hablabamos, me decías que te sientes enferma ¿Que es lo que sientes?-

Yuki tenía un pequeño sonrojo en el rostro y sus ojos brillaban un poco luego de que le dijera todos esos halagos.

- Mi corazón y pulmones por momentos van más lento, algunas veces puedo ver las cosas más brillantes de lo que realmente son y siento que tengo fiebre- respondió serena

- Esa fiebre es buena, cielo- dijo sonriendo

- Pues no me gusta, es mejor cuando no está- se quejó- No me gusta estar enferma, no importa si es bueno, es molesto- renegaba

- ¿Que sientes con respecto a tu madre... Sakura?- preguntó viendo los papeles

- no puedo dormir, tengo pesadillas muy molestas y me dan náuseas- respondió

- ¿Con Sasuke?-

- Mi corazón late lo suficiente como para mantenerme viva y siento mucho sueño y cansancio-

- Vas muy bien, Yuki ¿Y que sientes con Sarada?-

- Yo... Con Sara siento que mi corazón late lento, pero no puedo dormir y...- se detuvo incómoda

- Está bien, Yuki, termina la oración- pidió el Mizukage

- Kiro...- dijo con las manos temblando levemente

- Comprendo...- dijo con suavidad suspirando- Una última pregunta ¿Puedo?- ella asintió- ¿Quieres quedarte en Konoha con tu familia?- todos la miraban espectantes

- ... Quiero volver a Kirigakure y a servirle, Mi Lord- respondió sorprendiendo hasta al Mizukage

- Bien... Pero ambos sabemos que eso no va a pasar por el momento- dijo sonriendo con un poco de tristeza -Ahora lo explicaré brevemente para que ellos entiendan- la chica asintió y se cruzó de brazos- Yuki o como ustedes la llaman, Youko, se siente cómoda con Sasuke, pero Sakura la mantiene alerta y muy nerviosa... Y Sarada, Yuki te va a proteger lo mejor que pueda, porque tú le haces sentir como Kiroshi lo hizo en su momento- explicó

- ¿Quien es Kiroshi?- preguntó Sarada confundida

- Fue un niño al que tu hermana crió y protegió- explicó Sasuke

- Mizukage-sama, disculpe pero ¿Por qué Nee-chan no dice los nombres completos? Ayer salimos y le presenté a mis amigos... a todos les cambió el nombre- preguntó Sarada un poco preocupada

- Sobre eso...-

- No es algo relevante o que deba de importarles- interrumpió la manipuladora de hielo- ¿Podré formar parte de Anbu en Konoha? Si no es así, prefiero regresar a mi aldea de una buena vez y continuar con mi trabajo-

Una Uchiha en KirigakureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora