🦋 Capítulo 9🦋

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La chica se puso de pie lentamente, viendo el rostro sorprendido de sus padres y hermana.

- ¡Es bellísimo!- Exclamó Sarada- ¿Verdad que si?- todo había quedado hermoso y ella no podía estar más sorprendida

-Si, es impresionante- dijo la pelirrosa con una mínima sonrisa- Bueno, ya me voy, adios- se despidió y se fue

- Es muy lindo, hija- dijo Sasuke viendo todos los frutos maduros

- Me alegra que les guste...- su rombo volvió a la normalidad y las marcas de enredaderas espinosas desaparecieron- ¿Hay hielo?- preguntó comiendo una píldora de soldado para reponerse

- Si, hay mucho- respondió Sarada

- Está bien... Yo... Puedo hacer la cena si quieren- se ofreció la mayor con timidez pero ya sin tartamudeo

- ¿No es molestia?- preguntó la menor- Digo, es que ya estuviste haciendo mucho por hoy-

- No me molesta... Si me dan unos minutos para asearme, luego puedo preparar todo sin ningún problema- respondió mucho más relajada

- Gracias, Youko- Dijo Sasuke con una leve sonrisa

- No hay de qué- respondió calmada observando el jardín una última vez antes de entrar a la casa y darse un baño

Preparó la cena como ella solía hacerlo en su aldea, utilizó verduras de la huerta para hacer un salteado con puré de tomate picante, acompañado de arroz.

- Está muy rico- dijo Sarada, impresionada por el sabor que tenía, siendo que le añadió pocos condimentos

- Es diferente a lo que suelen comer... Así que no me molesta si les desagrada- habló con calma, mezclando un poco más la comida, ya que solo les había dado para probar

- Si, es diferente, pero está bueno- dijo el padre de ambas

Cuando terminó de cocinar, lo sirvió en un plato y lo llevó a la mesa junto con el arroz. Había algo que ninguno más que ella sabía, el puré de tomate picante tenía trozos de carne de conejo y puré de ajíes de varios tipos.

Al sentarse a comer no preguntaron nada y ella sonrió de lado con satisfacción, su comida había agradado a ambos Uchiha. No era algo extravagante, era simple y sabía bien por lo que estaban contentos con la comida de Youko. La elogiaron un par de veces, en especial la salsa picante.

- Yo lavaré los platos, tu ya cocinaste y también trabajaste duro en el huerto- dijo Sarada contenta

- Gracias por cocinar- dijo el mayor- Yo me encargo de la mesa- se adelantó a tomar los platos y llevarlos a lavar

Un rato después, Youko se sentó a comer hielo en la sala, mientras Sarada le hacía peinados. Ya le había pintado las uñas y no tenía maquillaje, así que decidió probar peinados en ella, ya que el cabello lo tenía largo.

Las heridas de la mayor sanaron en poco tiempo, dos horas fue suficiente para que no quedará marcas en su piel. Aquello había sorprendido a Sarada, no sabía de aquella habilidad de su hermana.

Aunque no quería admitirlo, estaba un poco celosa de su hermana. Ella era muy linda, poderosa y era buena en muchas cosas, pero lo que más le molestaba era que ella conseguía más atención de su padre. Sabía que sentirse así estaba mal, así que simplemente lo ignoraba y se fijaba en las cosas buenas que podía hacer con ella.

Unas horas después, Sarada se había quedado dormida en el sofá. Youko la llevó al cuarto y la recostó, arropandola con cuidado.

- Yuki- la llamó su padre- Mañana iré a Kirigakure a firmar unos papeles y me demoraré algunos días, quiero que te comportes bien y no lastimes a nadie- avisó desarreglandole el cabello

- ¿Puedo ir?- preguntó anhelando volver a su casa

Nadie la esperaba en esa aldea, no tenía nada, pero allí se sentía segura y protegida. Conocía hasta el más mínimo pasadizo secreto que tenía ese lugar, podía volverse tan escurridiza que nunca la atraparían allí. En Konoha tenía miedo, no conocía el lugar, las personas no la conocían y tampoco le daban importancia, si estaba en problemas y tenía que huir estaba en una terrible desventaja.

- No, tienes que quedarte aquí, está es tu casa ahora- dijo serio

- ¿Podrías... Pedir que me transfieran a las fuerzas Anbu de aquí?- pidió descontenta

- Está bien, eso sí lo puedo hacer- respondió más tranquilo- Si pasa algo, cualquier cosa, tu me avisas puedes pedirle a Naruto que te preste un ave o enviar una invocación-

- El Mizukage pedirá hablar conmigo- informó la joven- Soy un ninja bajo sus órdenes directas, podría verse mal si no ve dónde estoy o que hago, puede llegar a malinterpretarlo-

- Si quiere hablar contigo le pediré a Naruto una teleconferencia, para que pueda verte y hablar con él directamente- respondió bostezando- Bueno, ya es tarde, así que a la cama... Que descanses, hija- le acarició el cabello y se marchó a dormir, dejándola sola en la sala.

- Yo no quiero quedarme aquí- murmuró saliendo al jardín, se sentó en la hamaca y se durmió allí, mesiendose suavemente

Sasuke la vio salir pero no le dió mucha importancia, tenía otras cosas de las que ocuparse antes de irse mañana. Pasó una hora más acomodando sus cosas y luego se durmió. Al amanecer Youko estaba durmiendo en la rama del árbol y mantenía su equilibrio como si nada.

Sarada despertó luego de la partida de Sasuke, queriendo preparar el desayuno para ella y su hermana. Salió al jardín y buscó frutas que podrían gustarle a Yuki en el desayuno. Quería tener un lindo gesto con ella y olvidarse de los celos que la comenzaban a molestar.

Cuando terminó de preparar el desayuno fue a buscarla, pero no la encontraba por ninguna parte. Hasta que se cansó y salió al jardín.

- ¿Me buscabas, Sara?- dijo adormilada la mayor desde la rama del árbol

- Si, baja a desayunar, papá ya se fue, así que solo estamos nosotras- respondió la de gafas

- ¿Hay hielo?- preguntó sentandose, dudando de bajar

- Si y ya te puse un tazón con algunos, baja antes de que se derritan-

- Okay, gracias- fue lo único que dijo cuando bajó del árbol

Entró a la casa y comió todo los hielos que Sarada le había dado. Además, comió menos de la mitad de lo que le había servido, pero está vez no le había hecho mal. Realmente agradecía que la menor hubiera usado frutas y dejado hielos, eso le ayudaría a recuperarse más rápido del cambio de clima y la falta de humedad. 

- Gracias por el desayuno, Sara-

- No fue nada, me gustó mucho el huerto y creí que ya que te esforzarse tanto con eso y la cena de ayer, yo podría hacer algo que te guste- respondió con una sonrisa

Una Uchiha en KirigakureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora