Caso N° 7: Aerolíneas inoperantes

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Hermione se sentó en el escritorio de una sala aislada que se encontraba en el piso de homicidios del edificio. Suspiró un momento y se tomó la cabeza. Intentaba calmar su respiración, para que el sentimiento que estaba ahí, en su pecho golpeteando, no apareciera de manera explosiva, haciendo que rompiera todo a su paso, pero las lágrimas de frustración le estaban ganando. ¿Cómo era posible que la sacaran del caso? ¿Cómo se atrevía Ronald Weasley usar su pasado en su contra?, ¡¿con qué objetivo?! Quería golpear algo, golpear al pelirrojo.

Un pañuelo apareció frente a ella. Era de papel mentolado, doblado cuidadosamente. Miró hacia su derecha y ahí, sonriente, estaba Draco. Hermione tomó el papel y comenzó a limpiarse los ojos y luego la nariz.

—Huele bien —dijo con voz algo ronca por el llanto contenido.

—Lo sé. Y eso que lo llevo en el bolsillo trasero del pantalón.

—Qué asco, Malfoy —dijo Hermione sonriendo mientras Draco reía con la boca cerrada.

—¿Estás bien?

—Sí.

—¿Te interrogaron?

—Sí.

—A mí también. No creyeron que yo no sabía nada hasta ayer.

—Lamento haberte metido en este lío.

—No. Lamento no haber inspirado más confianza.

—A ti te confiaría mi vida, lo sabes, pero esto era más grande que yo. De hecho, tengo que...

Al cubículo, y sin llamar, entró Blaise interrumpiendo a Hermione. Llevaba una carpeta amarilla en su brazo. Los miró y se sentó frente a ellos. Junto a él llegó Ángela, quien tomó asiento al otro lado de Hermione. Llevaba una pesada laptop entre sus brazos. Blaise comenzó.

—Vimos tu interrogatorio, Hermione. Hay algo que, quizás, tenga que ver con la investigación, y creemos que necesitas verlo... o mejor dicho, escucharlo.

—¿De qué hablas? —preguntó Hermione.

—¿Debo irme? —preguntó Draco.

—Es mejor que te quedes —dijo una voz entrando al cubículo.

Por la puerta también entró Severus Snape, y la cerró tras de sí. Era un cubículo pequeño, pero los cinco cupieron perfectamente.

—Encontramos cierta información acerca de Albert Stone, y nos pusimos a investigar... más específicamente Renaldi y Krum lo hicieron —explicó Snape—. Lo que encontramos te involucra directamente, y necesitamos mantenerte informada...

—Por favor, necesito que estés lo más atenta posible —dijo Blaise con cuidado—. Te advierto que será difícil.

—Y yo —dijo Snape sacando un control remoto y apretando un botón, apuntándolo a una esquina— grabaré todo. Si no te molesta, Hermione.

—No. Adelante, no tengo nada que ocultar—dijo la castaña frunciendo el ceño extrañada. Snape apretó el botón y en la cámara que había en un esquina, pequeña pero potente, apareció una tenue luz roja. 

—¿Lestrange?

Ángela abrió la laptop y comenzó a reproducir el audio.

Vuelo C757 de Inglaterra a España, solicito permiso para aterrizar, cambio.

Aquí torre de control de Biarritz, ¿cuál es la situación? Cambio —dijo la voz con acento francés.

Problemas con el motor N° 2 de la aeronave. Solicitamos permiso para aterrizar de emergencia, cambio.

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