Seven.

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Eigth.
Miguela.

Siento que algo se me tira encima, pero no me muevo porque sé que es Monica intentando despertarme.

- Marica, ¡parateeeeeee! - Ahora me zarandea, mientras salta.

Si es ladilla esta carajita.

Me tapo hasta la cabeza con la sabana, ella gruñe y siento que deja de saltar. - Ok, entonces te voy a dejar aquí y me voy yo sola a casa de Beatrice.

Quito la sabana y me siento de una en la cama. Enseguida siento que todo da una senda vuelta y me agarro la cabeza con las manos.

- ¿Angel? ¿Tas' bien? - Monica en menos de cinco segundos ya está a mi lado. - ¿Puedes respirar?

No puedo creer que todavía lo siga haciendo.

- Sí, toy' bien. Sólo me mareé por pararme rápido. - Quito mi mano y subo la cabeza, tiene una expresión de preocupación arrecha. - Ya no me pasa desde hace mucho tiempo, deja de hacerlo.

Suspira de alivio. - Es que la última vez... - La corto.

- La última vez ya está olvidada. - Me paro, camino al baño y cierro la puerta detrás de mi.

- Ajá, pero sabes que cualquier cosa me dices, ¿ok? - Ella entra y se sienta en la tapa de la poceta.

Me quito la ropa y prendo la regadera, espero que esté caliente y me meto.

- Mami y James se afueron a algún lugar por negocios y no estarán el finde semana.

Frunzo el ceño. - ¿Algún lugar?

- Sí, no estaba prestando mucha atención cuando hablaban. - Ella siempre caia' de la mata.

- Ajá, ¿entonces?

- Beatrice llamó y me dijo para desayunaramos con ella, yo obviamente le dije que sí, esa mujer cocina riquísimo. Ah, y antes de que la gente se fuera, James estaba viendo las noticias y ahora kike va a haber una tormenta que va a paralizar toda Nueva York, asi que probablemente nos quedemos con ella todo el fin de semana.

¡Ay, más fino! Yo amo a Beatrice, y de pana que cocina demasiado bien. Antes, cuando estabamos en Venezuela ella nos visitaba de vez en cuando, por la distancia no se podía gastar tanto billete y ajá pues. A parte de que me daba regalos que me encantaban, siempre me alegraba de verla porque ella es la única abuela que me queda. No siempre soy interesada, chamas.

Ya vas a decir ya.

Ay, cállate la jeta.

Medio abro la vainita esta que es como una puertica mobible, y saco la mano para que me de una toalla. Cuando ya la tengo, me seco y me enrollo en ella.

Salgo del baño, agarro unos jeans y una camisita blanca, me la pongo con unas sandalias blancas, también.

- ¿Te vas a poner esos zapatos? Ve que puede llover burda y te vas a enchumbar las sandalias. - Monica me dice mientras me desenredo el cabello.

- Ajá.

Arreglo un bolso con tres mudas de ropa y tres pijamas. Todos batas porque odio dormir con algo que me aprete, si pudiera dormiría en pantaleta y ya. Pero mami ma regaña porque kike es malo.

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⏰ Última actualización: Jul 14, 2020 ⏰

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¡Naweboná, Timothée! | Timothée Chalamet.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora