Capítulo 4: La primera noche.

979 20 4
                                    

Harry se acercó a mí, tan solo dos pasos le bastaron para encontrármelo cara a cara. Tomó aire, separó sus labios lo suficiente como para hablar, seguramente cualquier gilipollez como hasta ahora; sin embargo, no lo hizo. ¿Le gusta jugar conmigo, eh? Tal vez vaya siendo hora de que tome cartas en el asunto, y sepa que no soy como todas esas tías a las que seguro que ya se ha follado. Después de estar un rato meditando en el limbo de mi subconsciente, vi que Harry estaba donde seguro que yo habría estado segundos antes, pues yo estaba pegada a la pared, por lo visto atrapada entre sus dos brazos, que se aguantaban con fuerza a la pared. Fui yo, al parecer, la única que no quería estar así... pero qué coño, me gustaba estar así, pero no iba a darle el placer de hacérselo saber. 

-¿Qué tengo que tanto miras?- Dijo con la misma bordería que cuando me lo encontré desnudo en la habitación. 

-Nada, una cara de pervertido con la que ni tú mismo puedes.- Obvié. 

-Entonces deja de mirarme.

-Pues no te pongas delante de mis narices, y quítate de mi camino.- Le corté.

Una sonrisa picarona de las que él solo tiene salió de sus labios dándome en el acto las ganas suficientes como para darle una hostia bien dada. Pero como soy de una buena familia, aunque pase no más de cuatro horas con mis padres, y me han educado bien, me tragué las ganas; y como respuesta a su tentadora sonrisa hice el intento de salir del poco espacio que dejaba entre su cuerpo y el mío , el cual estaba pegado a la pared; sin éxito.

-¿Me vas a dejar irme a hacer la cena?- Dije borde.

-Yo tengo algo que tú puedes comer, y no te va a dejar con hambre, créeme.- Sonrió pícaro. 

-Perdona, yo no me meto nada en la boca que se hayan metido ya unas cuantas zorras.

Al parecer lo dejé sin argumentos, y aprovechando su cara de asombro ante mi respuesta conseguí salir de su prisión y andar a la cocina. Si quería juegos, los iba a tener, pero yo no sería una victoria fácil para él.  

...

Con la cena en la mesa, los cubiertos puestos y las bebidas echadas en los vasos, ya estaba todo listo para cenar, a falta de Harry, el cual estaría por cualquier sitio curioseando mi casa. Lo dejé todo listo y salí de la cocina para ir a buscarlo. Después de como unos cinco minutos me rendí, y opté por volver a la cocina para ir empezando a cenar, no suelo esperar por nadie y no iba a empezar ahora. 

Al entrar en la cocina, sin poder creérmelo, le vi, tan tranquilo, y cenando, ¿a qué coño jugaba, y por qué tenía que fastidiarme a mí? No dejé salir de mí ni una mueca ni nada que no fuese una acción: sentarme a cenar. 

-Princesita, ¿me estabas buscando?- Dijo rompiendo el silencio que se presenciaba en la cocina.

-No.- Musité.

-Raro, pues te vi asomada en mi cuarto.- Soltó divertido. 

Le miré desafiante y continué cenando. Una vez habíamos acabado ambos de cenar, recogimos todo y fuimos al salón, yo me detuve antes en fregar los platos, pues sabía que a mis padres les inquietaba el desorden. Una vez en el salón vi a Harry sentado con los pies en la mesa, el mando en el estómago y un programa de noticias, siendo él, pensé que vería otras cosas en la televisión, que no fueran noticias, hasta a mí me parecían aburridas, prefiero ignorar lo que pasa fuera de mi casa, pues no me incumbe. De todos modos mi programa favorito estaba a punto de empezar, no me había perdido ni un solo capítulo aun teniendo a todos los chicos aquí, y por ahora tener aquí a Harry, en mi casa, no iba a perderme el primero. 

Me senté a su lado y con vanas ilusiones fui a coger el mando, al parecer él tenía previsto que haría eso pues se adelantó a mí y se lo puso debajo de una pierna. Si se cree que tengo miedo a tocarle algo que no debiese tocarle, se equivocaba, no soy de esas chicas que se avergüenzan de tocar cosas que todos los tíos tienen, unos más grandes, otros más pequeñas, pero todos lo mismo al fin y al cabo. Ya le había dado demasiado tiempo, y puesto que él no tenía intención de darme el mando debería optar por suplicar un poco, a ver si colaba.

-Harry.

-Dime, princesita. 

-Sabes de sobra lo que quiero, pero por si tu pobre neurona está durmiendo ahora; que sepas que quiero el mando.

-Si quieres mandar, cuando vayamos a la cama te dejo encima si quieres, princesita.- Rió.

-Hmm, bien, pero no tiene porqué ser en la cama, ¿no?- Insinué.

-Por supuesto que no, a mí cualquier sitio me vale, me adapto bien a todo, estoy abierto, a sugerencias me refiero.- Esbozó en sus finos y ahora húmedos labios de nuevo esa sonrisa pícara que tan nerviosa me ponía.

-Bien, anda acércate a mí.- Sonreí al lado.

Sabía de sobra que Harry estaba todo el tiempo lo suficientemente caliente como para obedecerme si de sexo trataba la cosa. Apenas acabé la frase y ya le tenía semiacostado encima de mí.

-Debes de ser bipolar princesita, hace unos minutos querías matarme.- Puso los mechones de mi pelo , los cuales caían alrededor de mi rostro tras mi oreja y me iró a los ojos. Eso fue lo que hizo que la idea de coger el mando que tenía bajo su pierna desaparecieran.

-Me pone nerviosa que me llames así.- Dije evitando que me temblara la voz, no podía darle ventaja en el juego a Harry, aunque por desgracia ya me llevaba ventaja, y mucha.

-¿Por qué crees que lo hago?- Dijo divertido, en serio, me ponía nerviosa, era irritante su comportamiento.

No comenté nada más al respecto, e intenté con el mayor disimulo que alguien pudiese tener, coger el mando apenas unos centímetros más allá, justo donde estaba Harry sentado segundo antes; primer intento sin éxito. Seguía concentrada en pillar el mando para quitármelo de encima y sería quizás por eso por lo que sus besos en el cuello me pillaron por sorpresa. Joder qué besos, eran pequeños, suaves, y los dejaba sobre mi piel delicadamente, haciéndome sentir, quizás por una vez, una chica deseada; no obstante, sabía que Harry solo buscaba sexo.

Eso causó, que por mi parte, saliese un pequeño gemido que incluso a mí me sorprendió. No sé porqué, la mirada se me clavó en los ojos de Harry, tal vez para ver su reacción, aunque no recibí respuesta por su parte; o estaba demasiado concentrado en lo que me estaba haciendo, o seguramente escucha tantos al día y de tantas tías distintas, que para él eso es como para alguien normal escuchar llover.

Ya le había dado a Harry la suficiente ventaja por mi parte, ____, no caigas en su juego, te queda un mes largo, muy largo por delante.

************************

BUENO CHICOS AQUÍ LLEGO CON UN CAP PARA VOSOTROS, EN SERIO ME SIENTA COMO UNA PATADA EN EL ESTÓMAGO HABER TARDADO TANTÍSIMO. No va a ocurrir NUNCA más, intentaré subir un cap a la semana o cada dos semanas.

A cambio, en Navidades intentaré subir dos a la semana o así. En fin, espero que les haya gustado este cap y voten y comenten, ya que eso me motiva a escribir más.

Papá Noel me trajo un PC (más que para mí, es un regalo para ustedes <3) y un libro, asdfghj.

Bueno, bueno, bueno, no me enrollo más y me voy a seguir escribiendo. Gracias a @CuloDeTommo por ayudarme, te amo tocaya!

-Sarah.

Viviendo con mi vecino. (Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora