Capítulo 5: Basta, a dormir.

886 20 3
                                    

Harry seguía haciéndome sentir bien, pero yo no había buscado esto para hacerle el favor de mantener el número de polvos al día intacto; yo quería mi mando y si volvía a sentarse sobre él me armaría de valor para meter la mano entre sus piernas si hacía falta.

-Mhh...Basta.- Supliqué en un susurro.

-No, no me hagas parar ahora, por favor, deseo esto.- Besó mis labios repetida pero lentamente con intento de convencerme.

-Para, en serio, no estoy lista aún...- Me excusé.

-Vayamos arriba, yo espero lo que haga falta, por favor.- Empezó a mover sus caderas contra mí haciendo, que de ese modo, nuestras intimidades rozasen.

Cada vez dudaba más de cuál era mi objetivo con lo que estuviese haciendo. ¿El mando? Al carajo el mando. Tenía a Harry sobre mí; se veía desesperado, nunca me lo imaginé rogando algo que puede conseguir con solo chasquear los dedos de esa forma, y menos que a quien le suplicara fuera a mí... Más bien, ni se me pasaba por la cabeza tenerlo en mi casa ni mucho menos que supiese mi nombre. El toque de atención llegó cuando noté la mano de Harry por mi espalda, seguramente buscando el broche de mi sujetador por dentro de la camiseta.

-Por favor, te lo suplico Harry, basta.- No sé que me pasaba, por un lado quería que parase, no quería hacerlo por un calentón tonto y menos aún con alguien que conozco de hace dos días y se folla todo lo que tiene vagina; sin embargo, por el otro lado quería que siguiese, lo quería ahí y ahora. Pero como ya he dicho, yo no satisfacería sus lujurias.

-Está bien.

Me dio un último beso justo bajo la oreja que me puso los pelos de punta y se levantó. Nada más levantarse dejó a la vista lo que explicaba que no quisiera parar, un gran bulto se hacia presenciar en sus pantalones.

No podía pensar, yo también estaba excitada, pero seguro que no de la misma manera que él.

-¿Dó-Dónde vas?- Que estúpida pregunta; aunque quizás sea lo que una estúpida suele preguntar.

-A regar las plantas, no te jode.

Harry subió escaleras arriba, y cómo no, yo no podía estarme quieta, habiendo montado semejante espectáculo ¿quién necesitaba la serie de televisión? Apagué la TV, y con mucho cuidado subí, siguiendo a Harry hasta su cuarto. Me quedé en la puerta pues ésta estaba cerrada. Quizás cinco minutos empecé a escuchar su voz, no era entendible lo que decía, por eso seguí escuchando. Su voz cada vez sonaba mas grabe y profunda.

Bastante tiempo después, media hora aproximadamente, se empezaron a oír pasos, seguro que de Harry. Miré la hora y estaba llegando el momento de irse yendo a dormir, aprovechando la curiosidad que me había dejado y mis buenos modales llamé a la puerta.

-Pasa.

Dijo Harry desde el otro lado de la puerta y así hice: abrí la puerta para encontrarme a un Harry en bóxers, tapándose con una sábana hasta la cadera. A partir de mañana seguiría con mi vida como hasta ahora, no pretenderá llegar y ponerlo todo patas arriba, ¿no?

-¿Querías algo?

-No, no. Sólo darte las buenas noches.-Dije desde la puerta.

-Buenas noches, si quieres puedes dormir conmigo, prometo no hacer nada, por mucho que me gustase hacerlo.- Ofreció divertido.

-No, gracias, ya tengo quien me haga compañía.- Solté.

Sin dar más tiempo a mantener una conversación estúpida que no lleve a ningún sitio excepto a sacarme de quicio, cerré la puerta de su cuarto, fui al mío e hice lo mismo. Caminé a la cama y me senté en ella. Se me olvidaba hacer algo antes de irme a dormir... ah, claro, llamar a Liam, siempre nos dábamos las buenas noches, y así de paso podría contarle esto, para que me ayudase. Decidido, cogí mi móvil, marqué el número de mi mejor amigo, y apenas dos o tres segundos después pude escuchar su voz al otro lado.

-Hola enana, ¿no es algo tarde para llamarme? Van a pensar que tengo una amante.- Se carcajeó.

Reí.-Solo quería darte las buenas noches.

-Muchas gracias, igualmente.

Seguro que Liam había sonreído de la manera que lo estaba haciendo yo.

-Eh, Liam, ¿te acuerdas que cuando estábamos en tu casa tuviste que traerme?

-Claro, ¿pasaba algo malo?- Preguntó.

-Mhh, no sé si para ti es bueno o malo que el amigo de Louis tenga que estar viviendo en mi casa uno o dos meses.

-¿¡Harry!?- Tuve que apartarme el teléfono del oído incluso, por semejante grito.

-Sí, él.- Musité.

-____.- Suspiró. -Seguimos hablando mañana que estoy cansado, ¿sí?

-Está bien...

-Me pasaré por tu casa.- Afirmó con autoridad.

-Como quieras, hasta mañana, Liam.

-Adiós.- Colgamos.

Ahora para colmo tenía a mi mejor amigo enfadado, y aunque él lo negara, yo sabía mejor que nadie que eso le molestaba. Él se sentía como mi hermano mayor, y a veces se pasaba.

Dejé el móvil en la mesita y me acosté. No pasados ni cinco minutos escuché que había llegado un mensaje de texto a mi móvil, y como aún no tenía sueño decidí leerlo:

Nuevo mensaje de texto. Número desconocido: Buenas noches, descansa.

**************************

Hola, aquí dejo otro cap, espero que os guste, muchas gracias a las personas que me leen y votan, y sobre todo muchísimas gracias a quienes comentan.

Siento que sea así algo más corto que los otros, pero quería dejar cosas más interesantes para el siguiente, ya que tengo varias ideas en mente, y me gusta haberlo dejado en este punto.

En fin, muchos besos, no tardaré en subir el siguiente. Den a conocer mi historia por favor. ¡Hasta la próxima!

-Sarah.

Viviendo con mi vecino. (Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora