Capítulo 2

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Recomiendo escuchar esto en bucle, podéis escuchar esta parte solo o bien escuchar la canción entera, lo dejo en vuestras manos. La canción ayuda mucho a crear el ambiente triste, así que es probable que os pongáis sentimentales. A partir de ahora los capítulos se pondrán intensos así que si eres sensible no te recomiendo seguir leyendo. De todas maneras gracias por leer, te dejo con el cap. 



Vegetta estaba abrazando a Willy, por fin se habían reconciliado. Realmente no sabía que había pasado pero él estaba feliz solo con tenerlo de vuelta en sus brazos.

-Te extrañe Willy.-le susurro al oído.

-Yo también.-le dijo el otro.

De repente Vegetta notó algo en el pecho, algo que lo perforaba. Abrió los ojos con un gesto de sorpresa, ¿Qué estaba pasando? Entonces Willy se separó de él con una sonrisa satánica, tenía todo la sudadera manchada de sangre. Vegetta lo miró incrédulo, esa era su sangre. Tembloroso se llevo una mano al pecho que tenía un gran agujero en el centro.

-W-wi-willy?- susurró mientras caía al suelo desangrado.

Él solo sonreía pasándose la mano llena de sangre por su cara.

-Si Vege?- pregunto con sorna, mirándolo morir.

-¿Por qué...?- fueron sus últimas palabras antes de caer muerto en el suelo.

Vegetta se despertó sobresaltado, había vuelto a tener pesadillas otra vez. Se abrazó intentando alejar el frío que sentía. Esta vez la pesadilla había sido muy real, el dolor parecía que aún seguía en su cuerpo. Se encogió más al recordar y empezó a sudar del estrés. Al ver que no conseguía nada retorciéndose, se levantó.

Fue a la cocina en pijama y se preparó un café caliente. Mientras se lo tomaba reflexiono sobre los sueños que estaba teniendo. Tenía que hablar con Willy para saber que le pasaba, quizás a si dejaba de desconfiar y así dormir mejor. Lo haría hoy, no volvería a dejar las cosas pasar.

Fue a la habitación para prepararse, iría temprano. Escogió las mejores prendas que encontró y se fue a duchar para despejarse. Cuando acabó abrió la nevera para desayunar pero se encontró con que se le había quitado el hambre. Por si acaso cogió una manzana por si más tarde le venía.

Antes de irse fue al salón a darle salmón a su gata Kira. La acarició para relajarse, no quería irse, tenía miedo del rechazo. Kira lo miró con unos ojos inteligentes, que parecían entender la situación. Dejo que la acariciara unos minutos más pero después, como dándole ánimos, se levantó y fue en dirección a la puerta. Vegetta suspiró le dio otro trozo de pescado y salió de su casa.

Lentamente se fue acercando a casa de Willy. Iba con paso lento, no tenía prisa por llegar. Tenía la mirada al frente y observaba como poco a poco su casa iba haciéndose más grande. Al llegar a la puerta respiró para calmarse, antes de timbrar. "Trinnnnnn, trinnnn" esperó unos segundos a que abriera, con el corazón en un puño. Pasaron unos minutos pero la puerta no se abrió. "No está en casa" pensó. "ya seguro, ¡vamos no seas imbécil! Obviamente te está engañando y por eso no te abre" le susurró una voz en su cabeza. Hacía meses que no la oía por lo que se sobresaltó. "Vamos, llevo ya tiempo hablándote, lo que pasa es que me ignoras y haces como que no estoy" Vegetta la ignoró y siguió esperando. "No va a venir, vete de ahí, pareces estúpido" Él suspiró, tenía razón. Se fue de la puerta, decaído. Estaba de camino a su casa cuando se le ocurrió una idea. Podía ir a ver a Rubius, él le hacía olvidar muchas veces su tristeza. Sonrío y fue para allá.

Iba pensando en que cosas ilegales tendría Rubius escondidas cuando vio a Willy correr por el bosque. Se sorprendió de encontrarlo allí y decidió seguirlo para darle una sorpresa. El peliblanco iba bastante rápido por lo que le costó seguirlo, además parecía que iba directo a algún lado. Vegetta pensó en gritarle pero eso arruinaría la sorpresa. Entonces Willy llegó a un claro vacío. Allí se paró y el pelinegro aprovechó el descanso para esconderse en un árbol.

Vegetta se preparó para lanzarse a los brazos de su novio cuando apareció una figura de la nada. Se paró curioso, ¿Quién era ese? Se pregunto interesado. "Tus cuernos" dijo esa voz molesta. "No, yo confío en Willy. De seguro es un amigo, ya verás, te tendrás que tragar tus palabras" pensó con una sonrisa. "Los confiados son los primeros en caer". Vegetta no se dejó influir y se giró para ir a donde estaban los otros. "Quiero ver esta cagada" soltó la voz con una carcajada de suficiencia.










"Juntos como la arena y el mar"









Esa fue nuestra promesa...











Estoy listo para cumplirla...

Traición/ Karmaland AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora