Posdata; te necesito. °•JaeYong.•°

Capítulo siete.

—No, cómo le diré eso.— TaeYong rascó su nuca. —¿Me declararé así, de esa manera? Claro que no, él lo debe hacer.

Lee aún esperaba comentarios sobre JaeHyun del doctor que atendía en la escuela, más sin embargo tardaban mucho.

Parecía que el médico quería causarle un infarto al chico, sin recibir información creía que su pequeño había muerto; sin exagerar.

—Jae-jaehyun.— tartamudeó al ver la figura del alto salir.

—TaeYong...— Jung se sintió nervioso a tal presencia.

—Ten no pudo venir, p-pero me dijo que te diera esto.— extendió una cajita de jugo de manzana y sonrió tímidamente.

—Gracias, hyung.— dios, le dijo “hyung”, eso hizo revolotear el corazón de Lee.

[•]

Jung recogió la carta que claramente siempre le daba alguien, y al leerla mariposas se plantaron en su estómago.

Bien, es mayor que él; primera pista.

Han intercambiado palabras; segunda pista.

Gracias a esto, cada día con cada carta quería saber a quién les pertenecían. Y sin duda, YoonOh rezaba porque el dueño de las palabras de aliento fuesen de su mayor, Lee TaeYong.

Pero no debía ilusionarse, ni mucho menos comentar el caso con su padre, quien, sin razón, lo golpearía.

Bueno, tal vez sí existía una razón; amar a alguien de su mismo sexo.

Eso está completamente mal, ¿no es así?

Salió de sus pensamientos y se dirigió a su primer clase. Debía concentrarse en buscar a tal chico, que posiblemente compartía clase de artes con él.