EXTRA

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Lina siente que ya no puede más. Su labor de parto está durando más de lo pensado y está cansada, pero su terquedad la gana, quiere que su bebé nazca de forma natural.

- si no sale de su escondite nos iremos y tendré a este bebé en casa. - gruñe al lado de Christopher.

- estarás loca si piensas hacer eso.

- claro como tú no estás pasando todo el dolor, agh - gruñe y se remueve al sentir una contracción.

Apreta la mano de Christopher, que al entrar al hospital, quince horas atrás, estaba blanca, pero ahora está roja.

Christopher quiere darle ánimos pero sus ánimos están por los suelos, además que le duele la mano.

- ¿Crees que algún momento vengan? - le pregunta Lina con la voz temblorosas.

- ¿Quienes? - pregunta su esposo.

- mis padres.

Christopher se queda callado, luego de haberlos obligado a casarse habían entregado a Lina unas maletas y habían perdido contacto, eso pasó hace siete meses. No habían llamado ni hablado una sola vez en todos los meses de gestación, se sintieron decepcionados y prefirieron olvidarse -o intentar hacerlo- que tenían una hija y un futuro nieto en camino.

- no estaría cien por ciento seguro,  cariño.

Lina es la que no responde esta vez. Ama a su familia, pero también ama a esta familia que ella está formando.

No puede decidir entre una. Pero sus padres la obligaron a hacerlo.

- toc toc - la voz de Zabdiel llega hasta los oídos de la pareja y ven entrar al puertorriqueño con un oso pequeño de peluche.

- Hola - saluda Lina al sentir los labios de Zabdiel en su frente.

- se nota que ese bebé es tan terco como el padre. - bromea mientras saluda a Christopher.

El tema de quién es el bebé han decidido dejarlo para el final, esa noche de locura y libertinaje había pasado hace ya mucho, y a ninguno le importaba si el hijo era biológicamente de Chris o no.
Para él, ese bebé es su hijo fuera de si comparten la misma sangre o no.

Charlan un poco más con él antes de que una enfermera lo lleve a la sala de espera junto con otros de sus amigos.

Lina gime de dolor cada cierto tiempo, y termina por dar a luz - 38 horas después - a una niña.

Christopher recibe a su bebé y corta el cordón umbilical.

Envuelven a la bebé en una toalla y Christopher es quien lleva a su bebé hasta Lina.

- Te presento a tu hija. - le dice Chris. Quiere llorar de felicidad, pero su orgullo de macho no lo deja.

- nuestra hija.- le corrige Lina, la bebé llora hasta que su mamá la toma en brazos, y la pone en su pecho.

Una sensación de felicidad corre cada músculo de su cuerpo en cuanto su corazón se entrelaza con el de su bebé.

Mira el rostro sonrojado de la niña y nota cierto parecido con ella misma cuando era bebé, sus padres tenían varias fotos, y puede decir con seguridad que son como una papa partida.

Pocas lágrimas corren por las mejillas de Lina al tener a su bebé en brazos.

- te esperé desde el primer momento que me enteré que estabas en mi vientre. - le susurra a su bebé, como una confesión que solo quedaría entre ellas dos.

La pequeña llora cuando la separan de su mamá, para que puedan limpiarla.

- es igualita a ti. - le dice Chris.

Sigue sosteniendo su mano como hace varias horas y la besa, ella cae rendida en cuanto la llevan a su habitación. Y Chris mantiene a su bebé en brazos por un largo tiempo más.

Mira a su esposa dormir y a su bebé en sus brazos, siente que no hay título más grande que el de ser papá.

QUEDA ENTRE NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora