Ken！クーデター (Ken! Golpe de estado)

Miyuki... No llores..

Pasó una semana. Miyuki nos enseñó a practicar con los fusiles y recargarlos. Es muy difícil darle al blanco, además de que mi pulso hacia que se me moviera la mira. Que por cierto, Togu tuvo la idea de quemar la mira por el centro para que se formase un círculo negro, que nos ayudaría a tener más precisión al disparar. Sinceramente creo que va mejor tener el punto. Miyuki dijo que a eso se le llama retícula.
Neiji estuvo toda esa semana sin aparecer, me empecé a preocupar y fui a hablar a solas con Miyuki.

(Miyuki)- ¿Qué pasa? ¿Tienes algún problema con el fusil?

(Ken)- No... Tenía una duda... Neiji ha desaparecido desde que nos reunimos todos de nuevo.. Era para preguntarte si sabías algo de él..

(Miyuki)- ¿Neiji? Déjale.. Se está dejando llevar por las emociones y no razona las cosas como suele razonarlas.. Ahora mismo no sé dónde está, pero igualmente, ya se le pasará.

Me sentí mal por Neiji, nunca habría imaginado que le afectaría tanto.

(Ken)- Está bien... Iré a.. practicar con el fusil..

(Miyuki)- Muy bien, así me gusta. - Me sonrió.

Pasaron más semanas y Neiji no aparecía. Miyuki no dormía por las noches y salía a dar una vuelta cada noche. Hubo una noche que no podía dormir. Eran las 3 a.m y salí a dar una vuelta. La vi tumbada en el césped de afuera y me estiré con ella.

(Ken)- Hola. - me tumbé suspirando.

(Miyuki)- Hola. - Me sonrió. - ¿No tienes sueño? - Negué con la cabeza - Ya veo... Yo tampoco, hoy me dolía un poco la cabeza y no podía dormir...

Sabía que me mentía, pues la había visto varias noches salir y no dormir. A veces, cuando nadie la veía lloraba en silencio o se aguanta las lágrimas delante de los demás. Pensé que tal vez hablar con ella mejoraría el ambiente, además de que no sabía de qué hablar.

(Ken)- Esto... Miyuki... - Se giró para verme - ¿Soy yo o... - Ambos nos miramos a los ojos - siempre finges estar bien... Pero por dentro lloras…?

Hubo un silencio en el ambiente. Solo se escuchaba la suave brisa y las hojas de los árboles y arbustos moviéndose. Al decir eso, Miyuki se dio la vuelta sollozando y soltó:

(Miyuki)- ¿Fingiendo? Que idiota eres… - Se reía apenada, se notaba que mentía.

(Ken)- Miyuki... Te lo digo enserio... - La cogí suave del hombro y la giré un poco. Estaba llorando.

No quise decir nada, pero sentía que debía decirle algo.

(Ken)- ¿Es por Kisame...? - Asintió lentamente. Me abrazó poniendo su cara en mi pecho y acurrucándose a mi. Correspondí al abrazo y cerré los ojos triste. - No deberías fingir... Llorar no es malo... Además, los demonios te podemos ayudar... - Intenté sonreír.

(Miyuki)- Es que... ¡Le dejé morir! ¡Podía evitar su muerte y le hice caso..! - Rompió a llorar.

Al escucharla, me puse a pensar que tal vez esto era más serio de lo que pensaba... Me lo estaba tomando como que era interesante formar parte de un grupo con gente que tiene poderes, pero, nunca llegué a tomármelo enserio, hasta que vi a Miyuki decir eso.

(Ken)- No fue tu culpa.. Él ya sabía que iba a morir...

(Miyuki)- Sí... Pero no le insistí suficiente... Era su hermana mayor, debería haberle detenido... Y sin embargo...

(Ken)- Él habría ido igualmente...

(Miyuki)- Sí... - Se reía con lágrimas cayendo desde sus ojos hasta su mentón. Su risa era nostálgica. En ese momento ella recordó cuando vió a su hermano aprendiendo a ir en bici, que le enseñó más tarde a ella. Después vió un recuerdo suyo, donde ella se hizo daño en la rodilla y Kisame la cargó en su espalda hasta su casa.
Más recuerdos le vinieron a la mente, mezclados con su risa nostálgica y sus lágrimas.

Me sentí mal al verla así. Ella emocionalmente era fuerte y siempre era optimista, y verla así... Me adolorí mucho.

(Ken)- ¿Sabes que? Que vamos a dar el golpe de estado, mataremos al emperador, y haremos la mayor despedida que jamás haya tenido alguien. ¿Prometido? - Sonreí

(Miyuki)- Prometido... - Se calmó un poco. Al cabo de una hora, me entró el sueño y ambos fuimos a dormir.