Ataque sorpresa.

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(Días después)

Fui con Miyuki para hablar con ella. No entendía por qué Miyuki nos ocultaba cosas. Tenía dudas así que fui a su habitación y llamé a la puerta.

(Miyuki)- Ah, hola Ken - Sonreía como siempre y me habla con el mismo tono amigable que siempre tenía.

(Ken)- H-hola... Quiero hablar contigo un momento...

(Miyuki)- Claro, ¿qué sucede?

(Ken)- Tengo una pregunta... ¿Cuando daremos el golpe de estado? Han pasado días pero no hacemos nada, no hay más movimientos..

(Miyuki)- Sabía que tarde o temprano iban a preguntarme eso... - Me miró y me dijo - Tómate un tiempo, tenemos que perfeccionar la puntería y tenemos que estar emocionalmente y físicamente preparados. Neiji, aún sigue triste y le cuesta seguir adelante. En cuanto todos estemos preparados lo daremos.

(Ken)- E-entiendo... Y... Perdón, no quería escucharlo, enserio... Pero un día te escuché hablar con Kisame de un 'alguien'... Quería saber quién es ese 'alguien'...

Miyuki se levantó

(Miyuki)- Ven, hagamos una reunión con todo el mundo. - Asentí.

Nos reunimos todos en el salón donde nos sentamos en una mesa redonda cada uno en una silla. Algunos tenían cara de que se querían ir y otros de interés.

(Miyuki)- Hola a todos. Os cuento, ya que creo que es hora de que sepáis la verdad detrás de todo. - Se levantó y nos miró a todos seria. - Kisame sabía más información que vosotros... Me explico: Él era mi hermano, el vino coito hasta aquí para ambos dar el golpe de estado. Muchos creereis que lo damos porque el emperador es injusto, y os entiendo. Pero no lo queremos dar por esa razón... Kisame y yo venimos desd-

En ese momento, escuchamos la puerta de la entrada abrirse de un portazo. Nos alarmamos, pues estábamos todos allí así que debía de ser un desconocido.

(Miyuki)- Os contaré luego... Coged las armas y vamos a la entrada... Les tenderemos una trampa. Confío en vosotros. - Susurró.

Asentimos y todos fuimos corriendo hacia nuestras habitaciones. Cogí mi katana y mi máscara para más tarde salir de mi habitación. A partir de la puerta de mi habitación hacia afuera fui sigiloso. Miré el salón y estaba lleno de samuráis, pero eran samuráis distintos, no eran los de la realeza ni del emperador. Me asusté, pues llevaban exactamente las mismas máscaras que nosotros. ¿Quienes eran? ¿Cómo tenían la misma máscara que nosotros? Preguntas como esas llenaban mis pensamientos de dudas.
Detrás mío apareció alguien con la máscara  de Kisame, me asusté y me enojé a la vez. Me giré y le di un golpe con mi codo, que se dirigía a su cara. Me paró el golpe y me tumbó al suelo. Los demás fueron capturados y los tiraron al salón atados. Cogieron también a Miyuki. Todos se veían asustados porque los demás tenían sus máscaras. Hosana rompió las cuerdas que estaban en sus manos y se levantó.

(Hosana)- Práctica 3, Mata-subconscientes... - Susurró. Al decir eso, la persona que también llevaba la máscara de Hosana dijo lo mismo, con su voz, y ambas prácticas se anularon entre sí. - ¿Quienes sois? Si vamos a morir, podéis decírnoslo.

Nadie respondió.

(Miyuki)- Hosana... No intentes nada... Te van a matar...

Por una vez, Hosana le hizo caso a Miyuki y se arrodilló. Yo era el único que no estaba el salón, pero lo veía todo.

(??????)- Lo siento a todos, pero debemos hacer esto...

Todos tiraron a los demás al suelo tumbados boca abajo y los apuñalaron a la vez el corazón con sus katanas. Me asusté y grité de rabia y tristeza. Le pegué una patada al que me había atado y rompí las cuerdas. Me tiré hacia los del salón y cuando le iba a cortar la cabeza a la que llevaba la máscara de Miyuki, todos desaparecieron de golpe. Me quedé solo con los cadáveres. La única a la que no mataron fue a Hosana, que no la apuñalaron. Mi pulso se aceleró mucho y empecé a sudar. Mis ojos se llenaron de lágrimas y apreté el mango de mi katana muy fuerte. Caí al suelo y empecé a llorar enfadado. Hosana había sido desmayada a causa de un golpe que le dieron en la nuca, pero no me di cuenta. Mi mente estuvo en blanco, y me vino un flash a la mente. Alguien me susurraba en mi cabeza:

(??????)- Levántate... No te rindas...

Pasó un año y me pasé todos los meses buscando información sobre lo que iba a decir Miyuki. Conociéndola, sabía que habría escrito algo sobre eso o tendría alguna información en físico, y también me imaginaba que lo escondería muy bien por si alguna vez pasaba algo, pero no hubo manera de que lo encontrara. Fui por casualidad a la habitación de Kisame donde había un altar con una foto suya. Allí encima había una carta que dejó Miyuki para él.

Ken!クーデター (Ken! Golpe de estado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora