9.As bajo la manga.

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No puede ser real.

No quiero creerlo.

NO.

No lo permito.

¿Es real?

¿Quieres que lo crea?

¿Te dejo?

-Poché, de verdad discúlpame, pero siento que esto de las mujeres es rollo de un rato, siento si para ti fue real, pero a mi esto sinceramente me aburrió-Movía sus ojos para todas partes, ella buscaba la forma de escapar, no le interesó en lo mas mínimo que cada una de sus palabras estaban atravesando mi pecho.

-Por favor no me dejes, haré lo que quieras para que vuelva a gustarte-Se lo suplico, si es necesario me arrodillo, no quiero pensar en mi orgullo, no existe, quiero tenerla, soñé tenerla y ahora que esta conmigo no concibo como vivir sin ella.

-Amiga, ubícate, lo que trato de decirte es que no me gustaste, no me gustas, no me vas a gustar, era un juego, JUE-GO- Lo dice enfatizando cada silaba, escupiendo veneno, su rostro angelical se desfigura en una mueca de fastidio, y tuerce sus ojos, no tiene la mas mínima intención de mitigar el daño, ella quiere ser un cataclismo en mi mundo, y es muy buena logrando su objetivo.

-¿Porque lo hiciste?-Quiero llorar, si digo una sola cosa mas voy a llorar.

-Mira María José, estaba aburrida, y ahora también, así que me voy.- Se paro, y se fue, dejo una estela de su aroma a fresa en todo el lugar, si no fuera ella odiaría ese perfume, tan intenso, hecho para llamar la atención, envolvente y mareador. Me sobrecoge la sensación de perdida, se estallan las mariposas de mi estomago sintiendo cada una como una bala, la luz del café se hace súbitamente mas tenue, me limito a estudiar cada pared dándome cuenta que este es el lugar mas lúgubre y sombrío en el que he estado en la vida, ella lo hizo así, lo volvió esto cuando lo escogió para matarme, porque esto, esto fue homicidio al amor.

Justo cuando estoy por irme, con lagrimas punzantes en mis ojos, alguien carraspea la garganta en la mesa de al lado llamando mi atención.

-Tu ex, es como una copia china de Alison DiLaurentis- Esa extraña me dice con voz suave, su mirada se fija en mi con cautela, temerosa de estropearme aunque estoy tremendamente rota.

-¿Que quieres decir?-Le suelto seca, no estoy para juegos, pero su rostro no se inmuta, su expresión es tan serena.  

-Alison, de Pretty little liars, te suena?-Solo la miro confundida, ella lo nota porque continua- Es una arpía, es lo que quiero decir, una mala persona. 

-No la conoces.- 

-No necesito conocerla, lo que escuche es suficiente, el amor no es juego.- Me dedica una sonrisa comprensiva, haciendo que me detenga a verla con cuidado, tiene una nariz fina, unos ojos café grandes, es castaña. Todo en su rostro refleja armonía, si tuviera que decir que es música elegiría la Suite No. 1 de Bach, por su capacidad de llevarme a un estado de completa calma y a la vez hacerme sentir que algo gigante podría suceder en cualquier momento.

-Para ella si, encendió el tablero, player one inició la partida y player two estuvo dispuesta a seguirla, pero ahora estoy en game over y ella salió ganadora.- Le dije con mas calma, no parece estar interesada en una conversación agresiva, se ve, preocupada.

-Pero para ti no, la quieres, y querer es una de las decisiones mas valientes que pueden tomar las personas-Que cursi, casi puedo verla escribiendo cartas de amor a sus conquistas, alcanzando un trofeo en erotismo y delicadeza, todo lo contrario a la frívola mujer que acaba de dejarme.

 -Gracias- No entiendo porque podría interesarle mi corazón roto, pero su pequeño gesto de bondad me hace sentir mejor, su expresión cálida lucha contra el frió déspota en los ojos de la mujer que me sentencio, y su aroma, se cuela en mi nariz quitando todo el rastro repugnante a fresa, en su lugar deja un sencillo aroma a vainilla que parece consentir mis sentidos.

-No hay de que, Poché, ¿verdad?-

-Vaya, estuviste muy atenta a la conversación de dos extrañas, si, así me dicen, ¿cual es su nombre señorita chisme, experta en amor?-

-Daniela Calle y en mi defensa, ustedes estaban protagonizando una escena de telenovela mexicana, habría sido un delito no verlo-Me dice burlona, mordiendo su lengua entre sus dientes, como una niña.

-Así que novela eh, y tu que, eres mi vientito de la rosa y por eso me estas dando lecciones?-Se ríe, su risa lo inunda todo, es cálida y hogareña, es como un chocolate tibio en día de lluvia.

-Tal vez,  señorita no se nada del amor- 

-Pues señorita lo se todo del amor, me voy, gracias por tu atención- Cuando estoy por irme, ella me sujeta de la muñeca y deja un papel en mi bolsillo.

-Llama si necesitas que te recuerde que querer es mucho mas que un juego, y  que tu lo hagas es de las proezas mas admiradas de la historia humana- Asiento y me voy sonriendo.

No puedo decir que no duele, cada fibra de mi cuerpo esta reclamándome el haber sido tan ingenua, pero esa chica, oportuna, imprudente y curiosa aliviano el peso en mi conciencia que intentaba culparme por haber decidido abrir mi corazón. Escucharla reír, hizo que el lugar se tornara vibrante de nuevo, lo opaco que estaba hace unos minutos cobro sentido, había logrado que su belleza resaltara mas entre tantos grises, tal vez este no seria el café mas lúgubre del planeta como lo había pensado, tal vez era un sitio de cartas cruzadas donde las cosas van y y vienen, cada uno apuesta su mano y espera ganar el juego, pero yo, yo estoy segura de que Daniela Calle sera mi as bajo la manga.

Es real, pero esta bien.

No necesito creerlo, paso, pero estoy bien.

Si, se fue, ¿Y a quién le importa?







Caché, mini historias. (Cortos y One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora