↱ ʜᴇʀᴏᴇꜱ ʀɪꜱɪɴɢ | ᴛᴏᴅᴏʀᴏᴋɪ ꜱʜᴏᴛᴏ ↲

[2]

Otro día soleado. Era el inicio de verano, y claramente de otro día de trabajo.
No era cosa del otro mundo, pero pude conseguir uno para estas vacaciones... con lo que sucedió hace algunos años, a la mayoría de la gente de esta isla parecía no caerle bien, hasta algunas veces parecían temerme.

Pero aquella persona que se sacrificó por todos nosotros diría que se callarán la boca, que nuestro poder no es de avergonzarnos... que era algo preciado.

—¡Venga! Levántense, recuerden que trabajo, y no quiero llegar tarde... les dejare el desayuno en la mesa, y en lo que termino mis cosas quiero verlos comiendo.

—¡Pero son vacaciones!—Respondió el pequeño, mientras se tapaba toda la cobija hasta más arriba de la cabeza.

—¡Dije ahora!—Grite mientras quitaba la cobija de mis hermanos.

—¡No estoy de humor! Odio a esos tontos héroes que han llegado aquí—La niña más pequeña se levantó colocándose sus pantuflas rosas.

—¡Pero son fantásticos! Siempre ayudan aquí...

Me fui un momento a la cocina para vaciar tres platos de cereal con leche, y algo de fruta...
-Uno con fresas: Para Mahoro.
-Uno con plátano: Para Katsuma.
-Uno combinado para mi.

—¡Dejen de discutir y vengan a desayunar!

—¡_________, dile a Mahoro que los héroes son geniales!—Dijo entrando corriendo para sentarse en la silla.

—¡Ya te he dicho que no lo son! ¡Solo buscan fama!—Repitió la acción del menor.

Cada día era lo mismo, hace unos días habían llegado unos estudiantes aspirantes a héroes a la pequeña y alejada isla en la que vivimos. Por lo que me he enterado están aquí en lo que los verdaderos héroes los reemplazan, ya que los que estaban encargados están retirados.

Ya un poco harta de la situación decidiste alzar la voz también.

—¡Cállense los dos ya...! Mahoro, debes entender que es algo que le gusta a Katsuma, y la verdad es que a mi también, ¡Son increíbles! Ya he conocido a unos chicos que llegaron, y también ellos son geniales...

—¡Tu los opacarías hermana!—Grito Mahoro dando unos golpes al aire—Tu don es increíble, no entiendo porque no lo usas...

Pequeñas imágenes de aquel día donde hubo un gran desastre empezaron a mostrarse en mi cabeza... sacudí mi cabeza para olvidar aquello.

—Coman, es hora de que me valla... no quiero un escándalo como el que ya acostumbran hacer, ¿Entendido?

—¡Sí!—Gritaron ambos niños poniendo su mano sobre su frente.

—Solté una risa ante eso— ¡Parecen pequeños soldaditos!—Me acerqué a ambos para dejar un beso en su frente y les di un abrazo—Regreso más al rato, nos vemos. ¡Los quiero!

—¡Y nosotros a ti hermanita!

Salí rápidamente de ahí y cerré bien la puerta. Corría lo más rápido hasta llegar al pequeño puesto en el que trabajo.

—¡______! Que bueno que ya estás aquí. Abramos rápido la tienda, la gente estará llegando dentro de poco... ¡Y hoy amaneció muy soleado!—Señaló el Señor Gojo al cielo.