↱ ʜᴇʀᴏᴇꜱ ʀɪꜱɪɴɢ | ᴛᴏᴅᴏʀᴏᴋɪ ꜱʜᴏᴛᴏ ↲

[14]

Así pasaron los días, hasta convertirse en semanas... para ser exactas tres. Y de tanto que seguían ayudando en la isla jamás tuviste oportunidad de hablar con Shoto... ¿Raro, no?
Pero lo más raro que podía pasar ahora es que cada vez que veías a Todoroki sentías como tu cara se tornaba roja, y te sentías nerviosa...

—¡Chicos tenemos noticias!—Grito Iida—Mañana pasado regresaremos a la U.A.

Habías pasado la tarde ayudando, y te invitaron a pasar la tarde con ellos. Ya que en estas semanas volvieron a reconstruir tu casa, y tener lo necesario en ella.

—Ohh... entonces regresarán a Japón—Dijiste mirando a todos. Sintiendo una extraña sensación en mi pecho.

—¡Así es! Pero... extrañaremos este lugar, y a las personas que viven aquí—Dijo Deku mirándote.

—¿Por qué no antes de irnos hacemos una pequeña fiesta en la playa?—Pregunto Kaminari levantándose del sillón.

—Eso es... ¡Una buena idea!—Uraraka apoyó su idea—¿Qué les parece?

—¡Bien! Lo haremos mañana en la tarde...—Dijo Iida dejando su vaso sobre la pequeña mesa.

—¡_______! Definitivamente estarás ahí, ¿Verdad?—Pregunto Mina sosteniendo tus manos ya que ella estaba sentada a lado de ti.

—¡Por supuesto, no lo dudes! Quiero despedirlos como debe ser—Dijiste soltando tus manos de ella—¡Así que mañana los veré! Debo irme, ya es tarde...

—Te acompañó...—Se puso de pie Todoroki.

—No te preocupes. No quiero causar molestias—Te levantaste mientras limpiabas tus manos sobre tu pantalón, estas estaban sudando sin razón.

—No hay problema... vamos.

Asentiste, te despediste de todos, y saliste junto a él de aquella casa. Y empezaron a caminar rumbo a tu hogar.

—¿Has... pensado eso?

—¿Eso...? Ahh... sí, sí lo he hecho. Solo que no sé si aceptar.

—¿Por qué no?

—Shoto... siento que debo quedarme. No sabemos si va a ocurrir otro ataque o alguna otra cosa, y nadie estará aquí para proteger a mis hermanos.

—Nosotros estamos aquí temporalmente, hasta que lleguen los otros héroes... ellos protegerán esta isla, y definitivamente ayudarán a tus hermanos.

—No es lo mismo.

—Pero no debes someterte a...

—Quiero pensar en eso un poco más... ahora no hay porque preocuparse por eso—Te acercaste a él y le diste un beso en la mejilla—Descansa, gracias por acompañarme.

—Descansa...—Dijo este con una sonrisa.

Abriste la puerta, te adentraste a tu casa y te despediste de él mientras cerrabas la puerta.
Te recargaste en esta y te dejaste caer un poco.
Tocaste tu pecho y sentías como tu corazón latía fuertemente, no sabías el porqué pero querías averiguarlo.

Te adentraste a la habitación que compartías con tus hermanos y ellos ya se encontraban dormidos, te cambiaste la pijama y te acostaste para después dormir.

Al día siguiente... te levantaste temprano y acompañaste a tus hermanos y a tu padre a desayunar.

—¿Hoy irás a ayudar a los chicos?—Pregunto tu padre sirviendo un poco de jugo de naranja en tu vaso.

—Gracias... y no, hoy haremos una pequeña reunión en la playa... mañana se irán.

—Ohh... ya veo. Es bueno, te despedirás de ellos, y sobre todo de ese chico de cabellera de color blanca y roja, ¿No?