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—Como sea... Bielo, mira sus nudillos. Están destrozados, los hizo mierda estrellándolos contra la pared, por un estúpido berrinche.— De estar feliz, el rostro de la chica pasó a estar preocupado. 

La joven tomó las grandes manos rusas, viendo como estas estaban raspadas y llenas de moretones. —R-Rusia... Ven, siéntate conmigo— se le denotaba tristeza en su voz —suerte que traje unas vendas— la bielorrusa sacó de la sudadera de su hermano mayor unas vendas.

—Bielo... Lo sien— ¡Callate Rusia, no necesitamos tus "lo siento" estamos cansados de esa estúpida actitud de celoso enamorado!

Un silencio incómodo hizo que los tres hermanos se sintieron agobiados. La segunda mayor de ellos suspiro cansada y prosiguió a vendar la mano del ruso.

...

En un lugar lejano a las instalaciones de la ONU, unos latinos estaban organizando las cosas para empezar con la festividad con gran esmero se preparaba cada uno para iniciar con la celebración pero fueron interrumpidos por el sonido de la puerta abriéndose de golpe, asustando a unos.

—¡Chicos, llegó alguien más para ayudarnos!— Exclamó el brasileño con entusiasmo.

Todos se giraron para ver de quien se trataba, algunos con emoción y otros, pues no tan extasiados ante la repentina llegada de ambos. —Hola... — Saludo de forma tímida el tricolor 

—Es Colombia...—  Pronunció sorprendido un chileno; murmullos se escucharon por todos lados, era nuevo volver a ver a aquel colombiano, desde sus andanzas con el estadounidense se había vuelto más serio y moderado.

—Te dije que no era buena idea venir así— Le susurro al brasileño quien miraba desilusionado la escena.

—¡Colombia!— Grito una ecuatoriana que parecía emocionada de ver a su hermano mayor de vuelta a una de esas fiestas que había dejado de lado desde que estuvo saliendo Có. El estadounidense. —Te extrañe.

Ambos rieron de verse de vuelta y empezaron a charlar con ánimos mientras todo el mundo los veía a lo lejos.

—No pensé que volvería a verlo— Habló un pequeño y serio paraguayo al de habla portuguesa. Parecía tener un pequeño brillo en sus ojos al volver a verlo feliz. 

—Sí, lo estaba invitando desde hace tiempo porque sentía que merecía un tiempo. Ha estado muy distante últimamente.

La atmósfera parecía estar volviendo a la normalidad desde el momento en que lo vieron sonreír, habían olvidado cómo era Colombia desde hace mucho y verlo de nuevo era una sensación impactante para todos, excepto para sus hermanos.

—Ven, necesito que me ayudes a Panamá, Venezuela, México, Perú y a mí con la comida y las bebidas— Y sin que este pudiera decir que sí, ella lo llevó hasta una cocina apartada del lugar en donde se encontraban sus amigos más cercanos.

Hubo un pequeño silencio hasta que fue interrumpido por la risa de un mexicano que fue hasta él para abrazarlo, luego fue seguido de un peruano que se mostraba con una pequeña sonrisa ante la visita del tricolor.

—¡Colombia, hace tiempo que no te veía! Ven, ayúdanos con estas chelas y con la comida.— Rodeo sus hombros con su brazo y fueron al patio en donde había unas grandes canastas llenas de cerveza, tequilas y otro tipo de bebidas alcohólicas de las cuales no tenía interés en su nombre. Eran muchas canastas demasiadas como para contarlas con los dedos de tus manos. ¿De dónde había sacado Brasil tanto dinero para toda esa bebida?

—Bueno tenemos mucho trabajo trabajo y menos de 5 horas. Empecemos.

Todos asintieron y fueron a sus trabajos, las mujeres por muy cliché que sea estaban con la comida, ordenaban y decoraban los platillos, los pinchos y llenaban un recipiente de ponche para los invitados y los hombres su trabajo consistía en llevar las cervezas a las pequeña heladera, algo sencillo pero tedioso sino fuese por la compañía; cantaron y bailaron con la música que estaba siendo probada para cuando empezará la festividad; todo parecía alegría y felicidad hasta que el castaño vio un paquete de un objeto blanco en el fondo de una canastilla, la sacó y para su desgracia era aquello que más temía. Mariguana. Terminó de sacar otras cervezas cuando en el fondo en donde estaban guardadas vio otro paquete, pero no era como el que había encontrado antes, no, esta vez eran unas pastillas de colores en forma de animales.

—¡¿Que carajos hace esto aquí?!— Preguntó enardecido. Estaba cansado de ver esas cosas en todas partes, estaba cansado de tener que pagar las consecuencias de probar esa cosa. 

Todos se miraron extrañados para luego verlo nuevamente.

—¿Brasil no te dijo? Esta será la mejor farra de todas los tiempos, habrá alcohol con los mayores grados, drogas que podrían matarte, y si quieres tener sexo con alguien puedes hacerlo sin compromiso. Puedes hacer lo que quieras hoy. ¿No es genial?

El castaño miró con confusión las palabras que el peruano soltaba con esa sonrisa boba que tenía. Miró a otra parte y se fue lejos de ahí aún con los paquetes en sus manos.

—Yo iré con él.— Dijo el mexicano llenado tras su mejor amigo.

Lo encontró debajo de un árbol sentado pisando la droga que anteriormente tenía en su mano. Se sentó a un lado, posicionó su cabeza en el hombro contrario y abrazo el brazo del mayor tricolor.

—Colombia, no tienes que drogarte si no quieres... Los demás estaban de acuerdo. ¿Por qué no mejor olvidamos esto y seguimos ayudándolos?

El cafetero suspiro rendido, y se levantó zafándose del agarre, camino lentamente de nuevo hasta los demás, el mexicano miraba confundido las acciones de su amigo y se mantuvo sentado. En medio de su camino el castaño volteo a verlo.

—¿Te vas a quedar o vamos?— Inmediatamente el azabache se levantó del suelo y fue corriendo hasta este hasta los demás.

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La última parte quedó del cl0 pero bueno xd

Ya sé, ya sé, ni se deben acordar de qué va esto pero aquí estoy de nuevo para decir que estoy con vida y que le tengo un monton de fe a este libro, por lo que quiero que le den amor. Esta es la historia con más ideas que tengo por lo que tal vez esta será la primera que si tenga un final, no como las otras que poco a poco las voy planeando y perfeccionando, entonces gracias a esto le tengo más cariño que ni incluso al libro que hice. 

Como sea, creo que les debo una disculpa por mi ausencia, y la razón de esta fue... Pereza, sí, esta vez lo voy a admitir, me dio pereza actualizar pero aqui esta mi ofrenda para que me perdonen.

Lo más probable es que no vuelva hasta diciembre así que intentaré actualizar todos mis libros, aunque no prometo nada. 

Ahora sí adiós. Los quiero gente extraña detrás de la pantalla uwu.

Siganmeesomesubeelpocoegonahnosecreanxd

𝐀𝐌𝐎𝐑 ❝🇷🇺×🇨🇴❞ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora