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Jughead y Betty dejaron su café en la mesa de luz, ambos acostados en la cama del chico.
—¿Qué tanto crees que ha bajado tu borrachera?—preguntó Betty.
—Ya no estoy borracho solo tomado un poco. Lo que me pasaría normal luego de una fiesta.
Betty asinrió—Yo también—esta lo miró y sonrió.—¿Quieres esperar más?
El chico la miró con una sonrisa—Claro que no, nena—este de un movimiento se colocó sobre esa—Quiero ver lo que tienes para mi—murmuró besando el cuello de la rubia.
—Búscalo tu mismo, Jug—aseguró esta arqueando su espalda, haciendo que su cuerpo chocara con el de Jughead— Ahora, estoy totalmente a tu merced; no tengo pleaneado otra cosa que tirarme en la cama mientras tu me besas, me dejas marcas de tus labios, sacas mi ropa y me coges completamente—aseguró este respirando jadeando.
—Nunca creí que iba a decir esto—Jughead hizo una pausa mientras bajaba sus besos por el pecho de la rubia, pero este seguía cubierto por el top de la rubia—Pero desearía que mi cumpleaños sea más seguido
Betty sonrió y se sentó para que Jughead retirara su blusa suelta que tenía escondida un sostén de encaje blanco, marcando sus pezones—Mierda, nena—murmuró este. Betty sientió como un aire recorrió su cuerpo al escuchar eso.
Este la empujó despació para volver a acostarla y fue cuando ansió de saber que había bajo esa falda, así que no demoró en deshacerse de esa pieza, pudiendo ver el encaje completo blanco de la rubia, unido por dos tiras.
Jughead tomó aire mientras se mordía el labio para comenzar a bajar sus besos.
—Creo que me iré al infierno porqué estoy planeando hacerte gritar mi nombre en tres tonos distintos, y me estaría importando un carajo tus hermanos.
—Qué te importen un carajo—aseguró Betty sintiendo como Jughead recorría sus manos por su cuerpo.— A mi lo único me importa es lo que tu piensas hacer con esas manos.
—Bueno, creo que no se durmienron—habló Tyler el cuál estaba sentado en su cama. —Esto es incómodo —aseguró mientras comenzaba a escuchar jadeos y gemidos, pero solamente eran femeninos—¿Por qué tiene que ser mi habitación la de al lado de Jughead?—preguntó haciendo una mueca mientras se acostaba y pasaba un almohadon por su cabeza.
La rubia gemía sintiendo los besos de Jughead, pero esta estaba aferrada a la cabecera de la cama, mientras se tomaba de ahí. Los jadeos de la rubia eran cada vez mas fuerte ante la suma de cada dedo que Jughead entraba en ella, sin embargo, con sus otros dedos acariciaba su vientre.
—Eso nena, suéltalo—murmuró este con la voz ronca—Y si lo deseas, correte para mi.
La rubia tragó saliva, aquella sensación la dejaba desconcertada de la tierra, no era conciente de nada más, e incluso se había olvidado del hecho de que tenía una hija, la cuál actualmente seguía durmiendo en el piso del departamento de su tía. Se había olvidado de sus hermanos, los cuales estaba sufiriendo grandes pesadillas escuchando aquello, que todavía, ni siquiera podían concentrarse en dormir, solo les asqueba demasiado aquello.
—¡¿No conocen el silencio?!—gritó Charles frustrado.
Pero a ninguno de los dos chicos les imporaba, ellos estaban ajenos a todo, solamente estaban enfocados en sentir placer, y si que lo estaban haciendo.—Dime Betty, ¿Qué es lo que más deseas?—preguntó Jughead mientras se volvía a poner sobre de ella para besarla.
—Actualmente, deseo seguir sintiendo tu tacto—rogó—Deseo seguir sintiendote
—No ruegues por algo que tendrás—este bajó sus labios hasta los pechos de la rubia y sacó un pecho del sujetador para acariciarlo.
Y cuando Tyler creyó que habían terminado tran unos minutos de siencio, sintió un golpe, dos golpes.—No me jodan—este miró hacia atrás. Era su pared—Jugehad, la vas a romper a Betty si se la sigues metiendo así—soltó, pero no dejaba de escuchar el ruido que hacia la cama de Jughead contra la pared de él—Iré a dormir al sofá—soltó este tomando su almohada, pero al bajar, se encontró a Charles con una taza de café—Yo no es por alentar ni nada, pero la va a romper a tu hermana—se burló y se sentó en el sofá—¿Nosotros hacemos tanto ruido?—se preguntó mirando a Charles.
Este negó con los ojos abiertos—Yo salía dormirla y le leía cuentos a la que ahora está gimiendo el nombre de mi mejor amigo.No es mi hermanita, ella no es.—este miró a Tyler.
—Si, hace como...—Tyler miró el reloj— dos orgasmos atrás.—se burló.
—Yo no puedo, yo no puedo—soltó Sweet pea negando mientras bajaba por la escalera—¡Quiero llorar!—habló señalando hacia arriba—Hace cinco años atrás estabamos festejándole los quince años y ahora escuchamos como gime el nombre de Jughead. ¡Voy a tener que pagarme terapia!—soltó este sentándose en el sofá también.
—Y me la tendrán que pagar a mi—habló Tyler—Ustedes porque no escuchan como la cama rebota contra mi pared—aseguró señalándolos—En fin, yo volveré a dormir
—Yo así no voy a domir un carajo—soltó Archie bajando tambien—Todos bien, ¿pero alguien le puede decir algo a ellos dos?—pidió Archie—Están desde hoy dale que te dale. Betty va a sufrir una hemorragia ahí abajo
—Por favor, solamente callaté—rogó Charles negando mientras tomaba un sorbo de té.
—Yo me iré a domir al patio, ¿okay?—habló una voz, era Fangs, y así como bajó, salió hacia el patio.
—¿Y Reggie?—preguntó Sweet pea.
—Dos opciones, o esta intentando no tirar la puerta de Jughead, o él también esta teniendo sexo con Veronica—Archie habló.
—Por lo menos son silenciosos—soltó Tyler suspirando—Enserio, ya la otra vez fueron ruidosos, pero esta vez... ¡¿Cómo diablos hace para que una chica grite y gima tantas veces su nombre?
—O la tiene muy grande, o sabe muy bien como hacerlo—Archie asintió.
—Podemos preguntarle a Betty para saber y tener el tip de Jughead—asguró Tyler mirando a Archie.
—¡Cállense!—soltó Sweet pea—No hablen de eso, por favor, ya basta. Me da ganas de llorar y llevaría a Betty y Jughead a la iglesia.
—Estoy seguro que si los llevas juntos, Betty se arrodillará frente a Jughead, y no será para rezar ni ave maría ni padres nuestros.
—Callate, Tyler, de verdad—rogó Cherles—Esto es una maldita pesadilla.
—Para ustedes, porque para su hermana no—Archie negó.
Y claro que no lo era, Betty disfrutaba al sentir a Jughead entrar y salir de ella. Esta movía sus caderas también, deseaba jodidamente al chico. Cuando ambos se corrieron juntos, Jughead tomó aire para acostarse a su lado y ambos respiraron agitadamente.
—Tres orgasmos has tenido, cariño. Nunca me había sentido tan útil—soltó divertido.
Betty rió mientras se acostaba en su pecho, dispuesta a dormir
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La única razón por la que subí esto es porque es un capítulo de sexo y justo coincide que es la parte 69 de la historia 😏 pura casualidad posta JAJAJAJAJAJ.
Escrito el 15 de junio.
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Una fraternidad, una rubia y una bebé
HumorElizabeth Cooper tenía tan solo veinte años cuando su madre murió, dejándola sola con su hija. La rubia la cuál no había podido entrar a la universidad, este año lo iba a hacer, pero no podría sola. Filtro| @ssol.codes