NO HAY PROBLEMA

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Al llegar a la casa de Sugawara, acomodaron a los niños en los futones del segundo piso, el albino tenía a Hinata cargado, ya que este era el único que no tenía sueño

Mami -hablo Hinata- tengo hambre

Suga inmediatamente fue a la cocina y preparo algo nutritivo para el pequeño, unos 40 minutos después, luego de haber comido, el pequeño cayó en el mundo de los sueños

Yo lo llevo, has echo mucho por nosotros -hablo Akiteru y tomo al pequeño pelirrojo-

Akiteru subió y no tardó ni dos minutos cuando bajo las escaleras algo agitado, eso llamo la atención de Suga

¿Sucede Algo? -pregunto algo preocupado Suga-

Kei tiene fiebre, yo sabía que esa ropa no era apropiada -dijo algo preocupado y ya estaba buscando sus llaves-

No te preocupes, voy a verlo -lo miró Suga-

El albino se dirigió a la habitación donde estaban los pequeños, cargo con cuidado al pequeño rubio y lo llevo al cuarto de sus padres, no quería que incomodara a los demás.

Luego de acomodarlo en la gran cama, le colocó unos pañitos de agua fría para bajarle la fiebre, el pequeño entre abrió los ojos al sentir el frío en su frente.

El rostro de Kei estaba muy rojo, Sugawara le tomo la temperatura y era de 38,5  °c , busco en su botiquín un jarabe para el dolor y se lo dió al pequeño

Tsukishima -lo llamo- ¿Te duele Algo?

El rubio asintió y tocó su cuello, el mayor entendio que era la garganta, sabía que con ese jarabe sería suficiente para apaciguar el dolor, de seguro se iba a resfriar.

Luego de eso acostó al niño y lo cubrió con unas mantas, cuando ya estaba terminando, en la puerta de la habitación se asomo Daichi y se acercó a su novio

Los cuidas muy bien -abrazo al albino-

Gracias -correspondio el abrazo- tengo que cuidarlos, no sabemos que les pasó

Todo se va a solucionar -sonrió-

Puedes ir con Akiteru, yo me quedaré con Tsukishima -lo miró-

El mayor obedeció y se fue con Akiteru

¿Cómo está Kei? -pregunto preocupado-

Suga cree que es un resfriado, ya le dió medicina -sonrió- no te preocupes

Gracias -sonrió- mmm me preguntaba si ¿me podía quedar? -pregunto avergonzado-

Claro que sí -lo miró- supongo que Suga se va a quedar con Tsukishima, puedes dormir con nosostros (se refiere a los niños y él) o si lo prefieres en el sofá.

En el sofá estaré bien -sonrió- pero necesito una manta

Luego de eso, Akiteru se acomodó en el sofá, Daichi estaba con Yamaguchi, Kageyama y Hinata, suga estaba con Tsukishima, no quería dejarlo solo.

La noche pasaba y ya la fiebre de Tsukishima había bajado, eso tranquilizó a Sugawara. Decidió ir a revisar a sus niños, en la habitación todos estaban tranquilos, Yamaguchi abrazaba al señor Rex, Hinata y Kageyama estaban abrazados, Daichi se notaba cansado. Bajo las escaleras y vio el bulto que temblaba en el sofá, suponía que era Akiteru.

Akiteru-san -lo llamo con cuidado y lo movió sutilmente- akiteru-san

El mayor abrió los ojos con pesades y miro al albino frente a él

Kei, ¿Kei esta bien? -se trato de acomodar-

Si, ya no tiene fiebre -sonrió- se va a enfermar si sigue durmiendo en el sofá -lo miró- en mi habitación hay un futón adicional, si gusta puede dormir allá

El mayor obedeció y sonrió, definitivamente ese chico era especial. Entro a la habitación y se acomodó en el futón.

Sugawara se acercó a los pequeños y les dió un beso en la frente a cada uno y a Daichi le dió un beso tierno en los labios, el rubio solo miraba embobado la escena.

Estaré en la habitación del final -dijo bajito-

El mayor asintió y se acostó, se quedó con varios pensamientos

¿Cómo un chico puede ser tan lindo?

Daichi tiene suerte

De verdad todos ellos tienen suerte de estar con Suga

Pasado un rato se durmió y descansó en tranquilidad.

Suga en realidad no había dormido muy bien, no quería descuidarse y que Tsukishima tuviera fiebre de nuevo, cuando ya el cansancio le estaba ganando sintió como el pequeño se estaba moviendo entre las sábanas.

Shhh shh ¿Qué sucede? -pregunto maternalmente-

El señor Rex -dijo bajito-

Yamaguchi lo tiene - acaricio las mejillas del rubio-

Esta bien -sonrió y nuevamente se acomodó para dormir-

Luego de eso, el albino se sintió más tranquilo y le gano el sueño, se acomodo y acurrucó al rubio entre sus brazos.

Esa fue la primera vez que Suga sentía ese sentimiento de bienestar en su corazón, quizás era la satisfacción de haber cuidado al pequeño

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Espero que sea de su agrado

Estaré atenta a sus comentarios y sugerencias

Nos vemos

Un beso y hasta pronto

KARASUNO EN PAÑALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora