KARASUNO EN PAÑALES

BEBÉ SUGA (1/2)

Ya habían pasado dos meses desde que los chicos volvieron a la normalidad.

Acostumbrarse a las parejas fue muy fácil, pero había una sola persona que no estaba tranquila, no es que le molestará que los chicos demostrarán su amor, es más, él mismo en ocasiones se ponía muy empalagoso con Daichi.

Así es Suga, está preocupado por sus cuervos.

Vigilaba que Nishinoya no estuviera seduciendo a Asahi en algún baño.

Que Tsukishima no golpeara a quien se acercará demasiado a Yamaguchi y de paso también, que no le metiera nano tan libremente, en ocasiones el pecoso no se podía concentrar en el entrenamiento, pues su tsukki le agarraba en trasero sin avisarle y en los vestuarios quería más contacto.

Ennoshita y Tanaka, pues esos eran todo lo contrario, los animaba a que fueran más afectivos.

Pero su principal problema eran Hinata y Kageyama, en un instante podían pasar de querer matarse por haber fallado en algún ataque a estar literalmente devorando sus bocas sin pudor alguno.

El entrenador Ukai y Takeda sensei no eran de mucha ayuda, apenas el entrenamiento terminaba ese par estaba en su propio mundo.

Esa era la vida de Sugawara Koshi ahora mismo, mamá cuervo no sabía que hacer.

La noche de hoy se quedaría con Daichi, ya que tenían que terminar un trabajo de filosofía.

Pasaron toda la tarde y parte de la noche trabajando, pero debes en cuando suga ponía sobre la mesa los problemas de sus polluelos.

Daichi ya se había acostumbrado y sabía que llevarle la contraria a mamá cuervo era imposible.

Luego de terminar su trabajo, se disponían a dormir, el futón para invitados no lo usarían, a pesar de que la cama era pequeña, les gustaba porque podían estar muy pegados.

Unos cuantos besos y caricias antes de dormir.

Daichi abrazaba a Suga, de esa manera se durmieron, no sin antes decirse cuanto se amaban.

A la mañana siguiente el primero en despertar fue Daichi, pero sintió que algo le faltaba en la cama, aún con los ojos cerrados buscaba con su mano, pero se dió cuenta que Suga no estaba, cuando iba a preguntar si estaba en el baño, casi se desmaya.

Debía ser una clase de broma de mal gusto, había un niño de unos 7 años identifico a suga, tenía su mismo lugar.

S..suga -llamo algo nervioso-

Buenos días -se inclino el pequeño-

Por lo que había visto con su experiencia con los otros, recordaban a las personas, pero el tipo de relación que tenían pasaba a un segundo plano.

Antes de hacer un escándalo, se aseguró que no hubiera nadie en casa.

Agradecía que sus padres tuvieran trabajos que los mantenían bastante alejados de su hogar.

Busco en donde había tenido la ropa que era de Tsukishima, obviamente le quedaba un poco corta, Suga era en edad más grande que los chicos cuando se volvieron de esta extraña manera.

Trató de salir de casa sin llamar mucho la atención, como pudo llegó con el pequeño Suga al gimnasio, cuando llegó únicamente estaban Asahi, Nishinoya y Tanaka, pero debía dejar a Suga con ellos, él debía ir a avisar que su compañero faltaría por algunos días.

Cuando entro, los chicos enseguida corriendo a dónde él

Daichi -lo llamo Asahi-

Es Suga, cuidenlo, ya vuelvo -suspiro- si le pasa algo se las verán conmigo