KARASUNO EN PAÑALES

DAICHI

Al capitán del equipo de Karasuno le pasó lo mismo que a Asahi, pensó que tener un solo niño sería más fácil, pero estaba completamente equivocado.

Nishinoya no había dejado de llorar desde que llego a casa, el mayor pensó que en algún momento se cansaría pero ya había pasado una hora y seguia de esta manera.

Tenía que ir a comprar algunas cosas para poder hacer la comida, pero llevar a aún pequeño llorando por todo el camino podría resultar muy sospechoso y lo que menos quería era que algún oficial se le acercará, era hora de hacer un plan.

Nishinoya Yü ya basta -dijo de manera sería-

El pequeño se tenso al ver la expresión del mayor y se sorbio los mocos.

Cuando Daichi pensó que ya todo había pasado, esta vez no era solo un llanto, eran gritos, Noya gritaba de tal manera que estaba completamente rojo, el mayor se preocupo, si seguía de esa manera se iba a enfermar o algún vecino preguntaría qué pasaba, con esos gritos cualquiera podría pensar que lo estaban maltratando.

Estaba completamente desesperado, lo único que hizo fue abrazar al pequeño y acunarlo en su pecho, no sabía si eso iba a funcionar, pero fue lo único que se le ocurrió. Increíblemente estaba resultando, sintió como unas pequeñas manos se aferraban a su camisa.

No llores más -dijo con voz calma- perdón por hablarte de esa manera

Nishinoya ya se estaba calmando y poco a poco se dejaban de escuchar sus sollozos.

¿Quieres ir conmigo al supermercado? -lo separó un poco y lo miro

El pequeño solo asintió

No quiero que llores más -lo miró- ¿Por qué haz llorado tanto?

Asahi-san -dijo Nishinoya con sus ojitos hinchados-

Se que lo extrañas, pero el ahora está ocupado y por eso yo te voy a cuidar, cuando menos lo esperes asahi vendrá por ti, el te quiere mucho

Esas palabras hicieron que el pequeño se calmara y tomara la mano del mayor, esa era señal de que lo acompañaría al Supermercado.

Daichi tomo una pequeña mochila y guardo algunas cosas que Suga le había dicho que siempre debía llevar:

- una botella de agua
- una pequeña toalla por si se ensuciaba
- un cambio de ropa para algún accidente
- un pequeño botiquín

El mayor pensaba que eran muchas cosas, pero lo mejor era no llevarle la contraria a su lindo novio.

Nishinoya por su lado se había puesto el solo los zapatos, pero lo hizo al revés y tenía en su mano el peluche de estrella que tanto le gustaba

Ya - dijo con una sonrisa el pequeño-

Daichi sonrió, esa imagen era tan linda, pero debía ir y acomodar al Niño.

Cuando ya estaba listos, pudo sentir como muchas miradas se posaban sobre ellos y algunos murmullos de lo irresponsable que era, por tener un hijo, sencillamente ignoro eso y llegaron al supermercado. Todo iba bien, hasta que pasaron por la sección de cereales y golosinas, pudo notar como los ojos de Nishinoya brillaban mientras veía un cereal, con una caja bastante colorida y que al parecer tenía una sorpresa.

Noya -lo llamo- ¿Quieres ese cereal?

El menor asintió, Daichi se estaba dando cuenta que no es que hablará mucho, pero no sé preocuparía por eso en ese momento

Lo voy a comprar solo si me prometes, que te vas a portar bien y no vas a llorar, ¿Entendido? -lo miró-

Nishinoya volvió a mover la cabeza en manera afirmativa.

Ya con todo en el carrito, fueron a hacer la fila, luego de pagar salieron del lugar. Daichi llevaba en una mano la bolsa con las compras y con la otra tenía sujetado a Nishinoya, caminaron tranquilos, hasta que el pequeño se quedó quieto viendo un parque.

Puedes ir a jugar un rato, pero no quiero que te portes mal -dijo Daichi-

No había terminado de sentarse en una banca para observar al pequeño, cuando este ya se había ido corriendo a los columpios. Los pensamientos del mayor solo estaban concentrados en qué debía hacer que Nishinoya hablará, o sea cuando estaba con asahi, parecía un pequeño muñeco de batería que no se quería callar, pero ahora a duras penas decía algo.

Luego estaba pensando en Suga y sin darse cuenta tenía una sonrisa boba, pero no duró mucho porque un llanto que conocía a la perfección lo distrajo,  ya estaba preparado para ir a regañar a Noya, pero lo que vio lo hizo enojar.

Un chico más grande como de unos 12 años había empujado a Nishinoya del columpio, por el golpe obviamente el pequeño iba a llorar.

Se acercó y cargo a Noya, el pequeño solo se aferró a él, si estuviera en otras circunstancias hubiera preguntado por los padres de esos brabucones pero lo que menos quería era armar un alboroto. Camino un poco y se sentó en una banca más lejana, pudo notar que el pequeño tenía un raspón en una de sus rodillas.

Saco el pequeño botiquín y procedió a limpiar la herida, soplo un poco para que al contrato no le ardiera tanto, puso un poco de gasa y la pego con una bandita de animalitos (cortesía de Sugawara)

¿Te duele algo más? -pregunto algo preocupado-

El pequeño nego con su cabeza. Luego de eso cargo a este y llegaron a casa, dejo las cosas en la mesa y sentó a Nishinoya en un sofá, después fue a llevar las cosas al refrigerador y algo le llamo la atención, el pequeño hablaba con su peluche

Hoy Daichi nii-san fue genial -sonrió- me puso está blandita de oshos -abrazo a su peluche- también me complo el celeal que querrrrria

Daichi simplemente se enternecio, en ese momento lo único que quería era que Nishinoya también le hablara a él de esa manera.

Después de eso la comida y el baño fue tranquilo, la hora de ir a dormir también fue tranquila, se acostó con Nishinoya y puso la lamparita que tenía para Yamaguchi

Ño le tenglo miello a la oscurrridad -dijo con una Gran sonrisa-

Está bien, ya la apagó

De esa manera se fueron a dormir y pasaron una noche tranquila, después de un día bastante movido.

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Este capítulo me pareció muy tierno, siento que Nishinoya de pequeño no es tan espontánea como de grande, pero me parece muy lindo en esa faceta.

El que lastimo a Nishinoya, que agradezca que no estaba mamá cuervo

Espero sus comentarios y recomendaciones

Nos vemos

Un beso y hasta pronto