Suga, sabes no quiero que Yamaguchi se sienta solo, ¿podemos hacer una pijamada con Kageyama? -mira al peligris-
claro, no hay problema, Kageyama no habla con otros que no sean Hinata eso le hará bien -sonrie-
¿vamos a mi casa o a la tuya? -pregunta algo apenado, era raro ir a casa de su mejor amigo con un niño-
En la mía tengo algunas cosas con las que podrían divertirse -lo mira y sonríe-
Yamaguchi -llama al pequeño que estaba en los columpios-
Daichi nii saaaaaan -llega corriendo- extraño a Tsukki -se prende de la ropa del mayor-
No te preocupes, hoy tendremos una pijamada -carga al pecoso-
Lastima, Tsukki esta con su nii san -bufa-
pero no estarás solo, Kageyama- kun y Suga también estarán -sonríe-
Yama-chan -lo llama Suga- tengo una sorpresa
-Kageyama jalo a Suga del pantalón-
¿qué sucede? -se agacho Sugawara-
- juega con sus manitas- ¿Hinata no vendrá esta noche?
él esta jugando esta noche con Kenma -mira al pequeño azabache y lo carga-
Caminaron con sus dos niños, que poco a poco cayeron en los brazos de Morfeo. Al llegar a la casa de la proclamada madre de Karasuno, acomodaron las cosas y pusieron a los pequeños en el futón.
-que tiernos se ven- dijo Suga
-debo buscar una luz, Yamaguchi le tiene miedo a la oscuridad- suspiro Daichi
-no te preocupes- lo tomo del hombro Suga -yo tengo una de ositos en un gabinete-
El peligris fue en busca de lo que había dicho y la puso en una mesita de noche, luego cerraron la puerta y bajaron a la sala. Ambos se sentaron en el sofá, Sugawara se extendió a lo largo y puso su cabeza en las piernas del capitán.
-Parecemos una pareja, con sus pequeños hijos- hablo Daichi
-que cosas dices- ríe por lo bajo -pero sabes, me preocupan, no sabemos que les paso-
-a mi me tiene bastante inquieto, ahora solo podemos cuidarlos. Somos sus padres-
-siempre dices esas cosas vergonzosas- desvía la mirada un sonrojado peligris
-pero si tú eres la mamá y yo el papá- se acerca al rostro del contrario
una sonrisa nerviosa y un sonrojo hasta las orejas, eran la muestra de la veruenza
se acerco mas -me gustas-
eso puso aun mas rojo a Suga, el tenía sentimientos por su mejor amigo, pero jamás había dicho nada por miedo a que eso dañara su amistad, pero ahora era él quien se declaraba
-también me gustas- sus ojos dejaron salir una pequeñas lagrimas
antes de darse cuenta ya estaba milímetros de los labios de su amado, acorto la distancia y sus labios se fundieron en un casto beso, ambos se separaron y al verse pudieron notar sus sonrojados rostros
-¿que somos ahora?- pregunto el moreno
-somos los padres del equipo de voley- se levanto y sento al lado de su ahora novio
-me haces el hombre mas feliz- se volvió a acercar a los labios del contrario, pero esta vez el beso ya no era tan inocente, estaba lleno de deseo. Todos esos sentimientos reprimidos que estaban a flor de piel, poco a poco el beso se fue haciendo mas intenso.
-espera- se separo
Al hacer eso, busco comodidad al sentarse a horcajadas sobre el moreno, podía sentir las manos del contrario sobre sus muslos y como se posicionaban con delicadeza pero a la vez con deseo en sus glúteos. Tuvieron una sesión intensa de besos hasta sintió la erección del contrario.
-Suga, me estas volviendo loco-
Después de decir eso, lanzo al albino al sofá y se coloco sobre el, con desespero comenzó a quitar las prendas que le impedían tener una vista completa de su pareja. Quito la ropa del contrario y la suya casi al mismo tiempo, se mordió el labio al ver la blanca piel de su amado, ya lo había visto sin camisa otras veces, pero esta vez era diferente.
Te amo -susurro
Eso tomo al albino por sorpresa y su rostro se transformo en una obra de arte, que no queria que nadie mas viera.
También te amo
Luego de eso los besos del moreno, bajaban desde el cuello hasta uno de los pezones de Sugawara, al sentir ese trozo de carne en su boca y escuchar los gemidos ahogados del contrario lo envolvían en la pasión del momento.
Trataron de acomodarse en el sofá pero simplemente fue imposible, el mas alto cargo al albino que instintivamente rodeo la cintura del moreno con sus piernas, seguían los besos y caricias, no tenían que ver con las cosas que fueran cayendo al piso. Sentó al albino en el mesón de la cocina, estaba completamente erecto, pero sabía que no se aprovecharía del momento
Suga -lo llamo para obtener la atención de este- ¿estas seguro que lo quieres hacer?
un beso bastante húmedo, que posteriormente llevo a una danza de lenguas, le dio a entender que eso era una respuesta afirmativa. El albino poso su mano en el pene del contrario y comenzó una estimulación manual, con su pulgar jugando en la punta del glande. El moreno no se quedaba atrás e invadió la cavidad anal de su pareja, quería prepararlo, comenzó con movimientos circulares y al escuchar los gemidos del chico no pudo resistir a meter un segundo dedo, esta vez los movimientos eran como el de unas tijeras que se abren y cierran. Pasados unos minutos pudo ver como él que estaba recibiendo estimulación anal se corría en los vientres de ambos
-voy a entrar- dijo cerca de la oreja de un excitado Sugawara
El implicado movió su cabeza en señal de afirmación.Al sentir la cabeza del pene del contrario penetrar, no pudo evitar soltar un gran gemido con el nombre de su moreno. Pasados unos minutos al acostumbrarse a la intromisión del contrario, movió sus caderas en señal para que comenzara las embestidas. Daichi trataba de ser lo mas gentil posible, pero le sorprendieron los movimientos de cadera del contrario, al pasar un minuto aproximadamente comenzó con embestidas mas profundas. Sentía las uñas del contrario clavándose en su espalda y su nombre pronunciado de la forma mas lujuriosa posible. Apretaba el trasero del menor para que se movieran al mismo compás, al tener un ritmo marcado, siguieron con ese vaivén lleno de placer.
-ME VENGO- hablo entre gemidos Suga
-Hagamoslo juntos- comenzó a embestir mas rápido y tomo el pene del contrario para masturbar. Pasados unos minutos el primero en venirse fue el albino y unos segundos después el moreno, un beso mas lleno de todo el amor que se acababan de compartir, fue el toque final para acabar ese momento.
Luego de limpiarse y vestirse escucharon un llanto provenir de la escalera, era Kageyama
¿que sucede cariño? -se acerco Sugawara
E....es....tabas peleando con Daichi nii san -lloraba y se restregaba sus ojos-
claro que no, ¿por que lo dices? -miro al pequeño y limpio su rostro-
Venia a buscar agua y vi como te lanzo al sofá -volvía a llorar- después de eso me fui a la habitación hasta que ya no escuche mas ruido
Después de esa declaración el rostro del adulto se torno de un lindo rojo
Kageyama -llamo Daichi- estábamos jugando a las luchas
Al decir eso el pequeño sonrió y miro a los dos mayores, mañana jugare a las luchas con Yama-chan
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es mi primer lemon ¿qué opinan?
pobre Kageyama, casi lo traumatizan
GRACIAS A TODAS LAS PERSONAS QUE LEEN
nos vemos en la próxima actualización
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KARASUNO EN PAÑALES
AcakAlgunas vez se han preguntado como seria el equipo de karasuno si fueran bebés, pues en esta historia lo descubrirán Algo extraño pasa durante una tormenta y deja consternados a los Chicos de tercero con varios problemas y algunas dudas