4

11 2 10
                                    

01:45 a.m

Al dar la vuelta en la avenida donde se encontraba la academia de cocina, mire a lo lejos varias patrullas y una ambulancia.

En eso el dolor en mi pecho aumento, ¿y si era Jiminie?

Acelere la velocidad hasta llegar donde fue el incidente.

Estacione el auto y baje de el. Corrí como nunca. Las luces de la ambulancia cada vez calaban mi mirada.

Al ver mas de cerca, me percaté que había gente rodeando la escena.

Al llegar ahí intente observar a través de la gente, pero esta no dejaba verme con claridad.

- ¡Háganse a un lado!- Con desesperación empuje a las personas.

Al poder ver claramente la escena, quede helado. Mis piernas se debilitaron totalmente haciendome caer de rodillas ante el cuerpo de mi Jiminie.

Su cuerpo sin vida...

Lagrimas comenzaron a caer de mis ojos rodando por mis mejillas.

- No... mi Jiminie no. - Agarre su mano la cual estaba fria... bastante fría.

- ¡Mierda, no! - Mi corazón se sentia totalmente quebrado.

Su pecho había sido atacado por un cuchillo, tenia un agujero en donde se ubicaba su corazón.

Sentí como todo el mundo se me iba abajo, frente a mis ojos comenzo a pasar toda nuestra historia de amor.

La persona que me hacía sonreir sin razón, la persona que me amaba tal y como era, la razón por la cual seguia viviendo y soñando, se había ido, habían arrebatado su vida de una forma cruel.

El ambiente se hizo silencioso, solo se escuchaban los autos de la avenida pasar y algunos mormuros de la gente que nos rodeaba.

Me acerque mientras las lagrimas caían de mis ojos, alzé su cuerpo recargandolo en mis piernas.

- Jiminie... - Miraba su rostro recordando como mantenía una sonrisa en el, ahora solamente tiene los ojos cerrados para jamás abrirlos.

Agarre su pequeña mano la cual se sentía bastante fría y no cálida como de costumbre cuando el también agarraba la mía sin razón alguna.

No podía dejar de ver su indefenso cuerpo atacado y sin vida horrorizado pero también destrozado.

No podía asimilar que hace unas cuantas horas el estaba en mis brazos dandome besos en la mejilla.

Lloraba al imaginar mis días sin el, sin su angelical voz, sin sus abrazos, sin sus mensajes.

En eso se escuchó un ruido escandaloso, eran los medicos forenses.

- Chico, nos lo llevaremos. - Voltee a ver a ambos medicos que sostenían la camilla. - Si quiere puede venir con nosotros.

Asentí soltando con delicadeza el cuerpo del rubio al suelo para que ellos pudieran ponerlo en la camilla.

- Hey, ¿podrías pasarme el numero de alguno de sus familiares? - Aun llorando busque en los contactos de mi celular el numero del señor Park, le entregue el celular al medico y el comenzó a marcar.

Cuando metieron a Jimin a la ambulancia forense, yo fui corriendo a mi auto para seguir a la camioneta.

En este momento mi cabeza estaba intentando procesar varias cosas, pero era tan doloroso seguir pensando en ellas.

Nunca había llorado de esta manera, realmente sentía como habían arrancado algo de mi.

Me iba a asegurar de que la persona que le arranco los sueños a mi pequeño Jimin, la persona que ha destruido mi vida iba a sufrir, la iba a encontrar e iba hacer que esta se pudriera en la carcel.

...

ᴋᴇɴᴏᴘsɪᴀ ;;ʏᴏᴏɴᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora