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5:47 p.m

Llegue a casa después de ese terrible evento al que pensaba que jamas iría o al cual iría pero dentro de bastante tiempo, su funeral.

El sol ni siquiera se asomó en este día, durante todo el día el sol ha tenido un tono triste y grisáceo, las nubes lloraban por su ausencia.

Sin mas cerré la puerta de la entrada con un azote, el doloroso silencio se comenzaba a apoderar de todo el lugar, solamente estaba ahí parado en la entrada inmovil, miraba alrededor de mi hogar, recordando todos los momentos que el y yo pasamos juntos aqui.

Ahora solamente se escuchaba el aire y las gotas de la lluvia caer.

Tomé asiento en el sofá mientras seguia pensando en el y en su trágica muerte, no podía despejar mi mente de aquello, sentía que había algo muy raro en su asesinato.

Tenía que llegar a la raíz de esto, tenía que saber quien lo asesinó y la razón por la cual cometió ese horrible acto que destruyó mi vida.

Los señores Park ya acudieron a un detective, más este no encontro ninguna prueba y decidió archivar el caso, maldito.

Yo no me rendire hasta encontrar al asesino de mi Jiminie.

Mañana después de irle a dejar flores, iré a su academia de cocina para comenzar a hacer la lista de los sospechosos y espiarlos, si la justicia no quiere investigar, lo haré yo.

Después de planear todo, me levate del sofá subiendo las escaleras hacía mi habitación, sentía mi cuerpo bastante pesado.

Una vez que llegué a mi habitación, miré que en el suelo estaba el sueter que el había usado el día anterior a su muerte, debilmente sostuve el sueter entre mis manos y la olfatee.

Todavía tenía su olor...

Me tumbe a la cama con su sueter ahora entre mis brazos abrazandolo mientras hundía mi cara en el así llenandome de su aroma, esto me hizo sentir mas destruido, por lo cual varias lagrimas se acumularon en mis ojos para después ser expulsadas por ellos y rodar por mis mejillas humedeciendo el tejido de la prenda.

Por mas que no quería recordar para no lastimarme mas, las imágenes de su rostro y bella sonrisa se hicieron presentes junto con la otra imagen que ahora tenía grabada en la mente, la imagen de su cuerpo apuñalado repleto de sangre, esto aumentó mi llanto haciéndolo mas escandaloso y doloroso, sentía como mi corazón seguía partiendose.

El tenía toda una vida por delante, tenía sueños e ilusiones que cumplir, ¿por que tuvieron que matarlo? Esa pregunta no dejaba de rondar por mi cabeza.

Fueron horas las que seguí llorando desconsoladamente, mis ojos ya dolían y se sentían hinchados debido al tiempo que seguía llorando, ahora no tengo los brazos en los que solía refugiarme al sentir dolor, la falta de ellos era la causa de mi dolor.

Fue bastante el tiempo que seguí llorando y lamentando hasta el anochecer, finalmente me quede dormido con el sueter en brazos.

...

ᴋᴇɴᴏᴘsɪᴀ ;;ʏᴏᴏɴᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora