soulmates, peaches and cream ;; Bang Chan

04

—¡Qué le hiciste a mi helado, desgraciado!— Me quejé viendo cómo la mitad del helado encima del brownie había desaparecido.

Minho sonrió llevándose otro bocado esta vez del brownie.

Hyeji respira, él fue quien lo pagó. No reclames.

—¿No te advertí que te arrepentirías si llegabas tarde?— Gruñí mientras le arrebataba la cucharita y tomaba un poco del postre.— ¿Qué eres? ¿Un perro? Deja de gruñir.

—Te comiste mi helado, no tienes derecho a nada.— Me quejé rodando un poco el plato del postre hacia mí y alejándolo de él. Minho me miró con una ceja levantada.— No me mires así, dijiste que era para mí.

—Dijisti qii iri piri mi.— Me arrebató la cuchara y tomó un poco del helado que por poco y se derretía por completo.— Pues adivina, te jodes porque está delicioso.

No me quedó más que sufrir en silencio viéndolo agarrar grandes bocados.

Maldita sea.

—Bueno, ¿Para qué soy buena?— Pregunté y Minho frunció el ceño.

—Bueno no sé, sabes bailar y cantar más o menos pero del resto no sé.— Di un golpecito con mi dedo a su mano.

—No me refiero a eso, imbécil ¿Para qué querías verme?

—El imbécil está de más, eh.— Chasqueó la lengua.— Conseguí el alivio para tu alma de hermana mayor.

—¿El qué?— pregunté curiosa. Minho se inclinó hacia mi con emoción.

—Verás, conozco a un chico que por casualidades del mundo es jugador de fútbol y normalmente es capitán del equipo de su escuela.— Seguía sin entender la gran emoción de Minho.

—Ajá...— Hablé para que siguiera.

—¿Cómo que "ajá"?— Frunció los labios— ¿Qué no te das cuenta, pedazo de idiota? ¡Él puede ayudar a tu hermano!

¡Ay, cierto! ¡Mi pollito!

Sonreí a lo grande.

—¡Genial! ¿Cuándo empieza?

—Eh, eh, eh.— Minho me volvió a sentar. Ni siquiera me había dado cuenta que me había levantado de la emoción.— Solamente le comenté la idea y dijo que por él estaba bien.

—Y por mí también, Minho.— Levanté mis pulgares sin contener mi sonrisa— ¡Eres el mejor!

—Pedazo de tonta ¿Y la paga?

Ah.

Se me escapó una risa nerviosa ¿Cómo le explico que mi mamá no piensa ayudarme esta vez?

—¿Cuánto dijeron tus padres que podrían pagar?— Preguntó y sin saber qué responder me llevé un gran bocado del brownie para tener tiempo para pensar en qué responder.

Pero aún así, Minho me seguía mirando a esperas de una respuesta.

Seguro me pega patadas después de contestarle.

—bueno, verás...— Intenté reírme para soltarme un poco de la tensión que sentía.— ¿Viste que mis papás son las personas más tacañas que existen? Estoy segura de que le ganan a todas esas personas que aparecen en el programa ese ¿Cómo era que se llamaba? Ay, no me acuerdo pero tú seguro sabes de qué hablo, lo vemos los fines de semana con mamá ¿Si te acuerdas?

—Hyeji cállate.

—Sí.— Apenada por el increíble vómito verbal que solté agaché un poco la cabeza.