Capítulo 8. Huye

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—Si... creo que sí— digo frotándome los ojos.

Enfoco mi alrededor y veo a  Bernardo discutiendo con Meredith, acerca de la ubicación del diario de Viviane.

Sin embargo, Kadrim los ignora por completo y sigue mirándome atentamente.

Me incomoda su mirada, pues soy consciente que estoy completamente desnuda en la tina, con sólo una capa de pétalos rojos flotantes tratando de cubrirme, sin embargo sus ojos están clavados en los míos, su mirada es inocente por decirlo de alguna forma, parece llena de tristeza y melancolía.

—¿Qué?— pregunto al ver su expectación.

—¿Qué de qué?— responde Kadrim.

—Pues qué de qué -.-

—Ay ya, déjense de tonterías— pronuncia Bernardo —Y por favor, Romina, vístete y baja al salón por favor, tenemos que hablar de algo importante.

Bernardo me mira un par de segundos y luego observa a Kadrim, para luego retirarse del cuarto de baño.

Kadrim, baja la mirada y también se retira detrás de Bernardo.

—Bien, hija, ya escuchaste a Bernardo vístete y baja al salón— dice Meredith con amabilidad —Allí está tu ropa— señala mis prendas sobre un pequeño mueble.

—Gracias— asiento.

—Bien— me da una última mirada y se va también del lugar.

Órale pues, pero no planeo hacer tal cosa.

Salgo poco a poco de la bañera y sujeto una toalla que estaba colgada en la pared, comienzo a secarme con rapidez.

Posteriormente, me pongo toda mi ropa y me coloco mis tenis.

Salgo del cuarto de baño casi cojeando, pues el dolor causado por la paliza que me puso Anette sigue presente.

Observo con curiosidad el pasillo en el que me encuentro, es inmenso y está muy bien decorado, sus gigantescas paredes poseen diversas pinturas y estatuillas de estilo gótico.

Comienzo a caminar y me percato que en muchas de las pinturas aparecen varios de los sujetos que anteriormente conocí, pero esas pinturas o inclusos fotografías son de diversas épocas, ya que se pueden apreciar con facilidad la diferencia en sus vestimentas.

Continúo caminando por el pasillo y noto que todas las puertas de aquel corredor están cerradas, excepto una, que se encuentra entreabierta.

Trato de ser lo más cautelosa posible, y con mucha dificultad camino de puntitas, hasta llegar a dicha puerta, la empujo y me adentro a la recámara.

Es una gigantesca habitación aunque un poco oscura, hay una cama con dosel de estilo novohispano, un gran tocador de madera y un ropero, igual antiguo.

Observo unas grandes cortinas oscuras de terciopelo cubriendo un enorme ventanal que da al balcón, decido recorrerlas e inmediatamente, la luz del sol inunda por completo la habitación. 

Trato de abrir la mugre ventana, para poder escapar por allí, pero está cerrada con llave ptm.

Lo que me faltaba.

A quien se le ocurre cerrar con llave una ventana en una situacion como esta shingadamadre -.-

Me dirijo al tocador y observo dos portaretratos sobre él, en uno hay una fotografía de una hermosa mujer con cabellos negros, piel blanca y ojos celestes, y junto a ella dos hombres abrazándola, uno de ellos es... Kadrim.

Quizá sea una relación poliamorosa "demoníaca" o que sé yo.

Iugh.

El otro portaretrato contiene una fotografía o mas bien, "pintura"... de mí.

Wtf.

Corrijo... es Viviane.

Tomo el retrato en mis manos,  y lo examino de manera cuidadosa

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Tomo el retrato en mis manos,  y lo examino de manera cuidadosa.

Es increible el parecido que tenemos, esa mujer y yo.

Quiero suponer que esta recámara es de Kadrim y tengo entendido que él destestaba a Viviane, es por eso que se ha querido desquitar conmigo.

Probablemente ella le hizo algo malo (pues si wey nomms, era cazadora de demonios -.-) quizás intentó asesinarlo en aquella época, es por eso que él le guarda rencor/odio y se quiere vengar de ella, a través de mí.

Ay diosito soy yo de nuevo:(

Me pregunto por qué tiene una foto de ella, aquí, en su habitación.

Que creizy.

Coloco el retrato en su lugar.

Me dispongo a tirar de cada uno de los cajones del tocador en busca de algo de utilidad, y solo me encuentro con un montón de cachivaches, sortijas, piedras, cartas, monedas, joyas de todo tipo, pero ninguna estúpida llave, ni nada que pueda servirme para salir de aquí.

De pronto, un escalofrío baja por mi espalda al observar que en el fondo del cajón que estoy hurgando, se encuentra una vieja fotografía, de... ANGÉLICA la actual esposa de mi padre.

Un Demonio Viene A Verme © [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora