Capitulo 10. Decisiones

31 1 0
                                    

—¿Queé? :0

—Jajajajajajaja— el demonio se carcajea al verme tan paniqueada —No te asustes, no es literal— me acaricia el cabello con suavidad.

Paso saliva.

—Ven conmigo, vamos a mi oficina— me toma de la mano.

—Pero... ¿Para qué?— digo desconfiada.

—Ahora lo vas a saber...— me sonríe emocionado.

Ah caray.

—Bien...— accedo a su petición, un poco indecisa.

Atravesamos la gran sala y nos dirigimos a su oficina.

Bernardo abre la puerta y me invita a pasar con un ademán.

—Anda... entra— sugiere.

Asiento y me adentro al despacho.

Observo a mi alrededor y quedo fascinada por la cantidad de libros que hay en los estantes de aquel lugar.

—Bien, toma asiento por favor, que tú y yo, vamos a tener una importante conversación.

Me siento en un cómodo asiento acolchonado.

Cierra la puerta, y se sienta detrás del mueble de caoba que hace llamar escritorio.

—Bien— se acomoda en su asiento —Te puse a prueba, y efectivamente eres la auténtica reencarnación de Viviane Lecumberri. Eso quiere decir que... al igual que ella posees el don de la magia. Con tu magia y...

—Sí sí, pero yo no sé nada de magia, solo soy una adolescente, no sé ni de qué me estás hablando— le interrumpo.

—Déjame, terminar— sonríe forzadamente —Con tu magia y contigo de nuestro lado, todos ganaremos, tanto tú como nosotros. La magia es un arma muy poderosa y no cualquiera puede acceder a ella, pero tú, tendrás ese privilegio, pues ya tienes dentro de ti el alma de una hechicera de la talla de Viviane, y eso es increíble. Meredith también es nuestra aliada, como podrás darte cuenta, así que ella te orientará y ayudará a usar y controlar la magia.

—Pero...

—Será fantástico, ¿no te gustaría poder utilizar la magia y volverte una chica poderosa? — me interrumpe.

Ruedo los ojos al escucharlo.

—Suenas exactamente como los lunáticos de Hidden Maiden y sus proposiciones proselitistas— me quejo.

Ríe ante mi comentario.

—Para nada.. No me compares con ellos, esa secta de humanos está totalmente cegada y fanatizada con su idealismo utópico. La principal diferencia entre ellos y yo, es que ellos te quieren muerta y yo te necesito viva...— suspira  —Pero bueno, ese no es el tema del que quiero hablar contigo. Para no andar con rodeos, lo que quiero es que hagamos un pacto.

—¿Un pacto? ¿Sobre qué?— lo miro intrigada.

—Creo que ya lo habrás deducido, te he dicho anteriormente todo lo que te puedo ofrecer, dinero, bienes, poder, estatus, incluso te brindaré el conocimiento de mi apreciada Meredith para que puedas acceder y usar tu magia. Solo que a cambio quiero, que te conviertas en mi hechicera, y me brindes el gran poder de tu magia, te quiero de aliada— explica.

—No, no puedo hacer eso Bernardo, ¿te das cuenta lo que me estas pidiendo? Eres un demonio y básicamente me estás pidiendo brindarte de por vida mis servicios de Abra Kadabra, seguramente para llevar a cabo puros planes malvados.

—Practicamente así es, aunque te equivocas un poco, los demonios no tenemos la noción del bien contra el mal, solo hacemos lo que creemos correcto para nuestros propios intereses. Además, es un precio justo. Te daré todo lo que desees, gradualmente, por supuesto.

—Es que... No lo sé, ni siquiera creo ser capaz de "usar magia" ni nada de eso. Mírame, soy una simple chica, no tengo nada de especial, soy una estudiante mediocre, ni siquiera puedo pasar química en la escuela. No me creo capaz de cumplir con tus expectativas, discúlpame.

—Estás muy equivocada, tienes un gran poder dentro de ti, no desaproveches esta oportunidad. Si aceptas este pacto, tu vida cambiará por completo, tendrás todo lo que una vez anhelaste, podrás darle la mejor vida a tu madre, a todos tus seres queridos, si así lo deseas. Serás una persona poderosa. Solo imagínalo por un momento.

En seguida mi mente, se dirige a ese magnífico escenario, imagino a mi madre feliz, a mi hermanos felices, viviendo una vida de ensueño, me visualizo realizada y con una hermosa vida.

Este ser posee una capacidad de persuasión increíble.

Sin embargo, creo que después de todo no es tan mala idea, Bernardo me cree ilusa y me subestima, planea usarme como un instrumento, como una marioneta... pero creo que de algo me servirá todo esto, si acepto su provocativa proposición adquiriré una favorable posición en el tablero, e incluso después, podré cambiar las reglas del juego.

—No lo sé..— comento mirándome las uñas.

Bernardo rápidamente abre un cajón da su escritorio y saca unos documentos que pone frente a mí.

—Lee esto.

Tomo los documentos y los comienzo a leer con una mirada panorámica.
Al parecer es un contrato.

—¿Esto es un contrato?—pregunto.

—Así es, he de decir que soy un poco burocrático— ríe.

Continúo leyendo rápidamente el documento hasta llegar al final.

—Bien...¿Dónde firmo?— pronuncio decidida.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 17, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un Demonio Viene A Verme © [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora