Capítulo 8

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— Gracias, pero en la mañana te veías tan bien -ella me dio un golpecito en el hombro y nos empezamos a reír.

Al llegar a mi casa, Ginevra me recibió, se puso en dos patas y la cargue, deje mi mochila en el suelo, junto con los demás regalos, me dirigí a la cocina y vaya sorpresa que me lleve, mi mamá y mi papá estaban sentados en la cocina, sin teléfonos a la vista, me alegre bastante.

— Qué bueno que están aquí, ya extrañaba hablar con ustedes -mi papá y mi mamá sonrieron.

— Cierto y por eso decidimos apagar los teléfonos para estar un rato contigo, ¿Cómo te sientes? -pregunto mi mamá.

— Bien, todo el día he estado respondiendo los mensajes de mis amigos. Mis amigos me hicieron un cartel y muchos chicos me felicitaron -ellos sonrieron y se miraron después.

 Mis amigos me hicieron un cartel y muchos chicos me felicitaron -ellos sonrieron y se miraron después

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— Vaya que alegría nos da hijo -dijo mi papá.

Estuvimos un rato hablando, todo estaba muy bien con sus trabajos, me preguntaron también sobre Mack y les conté todo, yo les tenía una gran confianza a mis papás, ya que pues ellos eran jóvenes y saben sobre la vida un poco más que yo.

Tal vez como lo haya dicho antes, no tengan mucho tiempo para mí, pero cuando realmente se sientan un rato a platicar conmigo puedo decirles acerca de todo. Pensaba en decirles lo de la chica de las rosas, pero aún no quisiera involucrarlos mucho.

— ¿Qué tal si invitas a tus amigos a celebrar? Puedo decirle a Lucinda que prepare unos sándwiches o en su caso como cuando fuimos a México unos molletes, que deliciosos -dijo mi mamá mirando a mi papá.

— Por mí no hay problema, solo que no alcohol Ezra, luego nos podemos meter en líos -dijo en son de burla y mi mamá lo miro seria.

— No lo sé, lo pensaré y les diré antes del miércoles -respondí y ya cuando me iba a levantar mi mamá hablo.

— ¿Qué hace una rosa en el buzón? -dijo mirando por la ventana, se iba a levantar y entonces yo me paré de un salto.

— Yo veré que es... pero no creo que sea una rosa. Mmm... no lo es mamá, creo que ya necesitas lentes, pero iré a ver –me dirigí lo más rápido que pude a la puerta principal.

 no lo es mamá, creo que ya necesitas lentes, pero iré a ver –me dirigí lo más rápido que pude a la puerta principal

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La chica de las rosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora