— Gracias, pero en la mañana te veías tan bien -ella me dio un golpecito en el hombro y nos empezamos a reír.
Al llegar a mi casa, Ginevra me recibió, se puso en dos patas y la cargue, deje mi mochila en el suelo, junto con los demás regalos, me dirigí a la cocina y vaya sorpresa que me lleve, mi mamá y mi papá estaban sentados en la cocina, sin teléfonos a la vista, me alegre bastante.
— Qué bueno que están aquí, ya extrañaba hablar con ustedes -mi papá y mi mamá sonrieron.
— Cierto y por eso decidimos apagar los teléfonos para estar un rato contigo, ¿Cómo te sientes? -pregunto mi mamá.
— Bien, todo el día he estado respondiendo los mensajes de mis amigos. Mis amigos me hicieron un cartel y muchos chicos me felicitaron -ellos sonrieron y se miraron después.
— Vaya que alegría nos da hijo -dijo mi papá.
Estuvimos un rato hablando, todo estaba muy bien con sus trabajos, me preguntaron también sobre Mack y les conté todo, yo les tenía una gran confianza a mis papás, ya que pues ellos eran jóvenes y saben sobre la vida un poco más que yo.
Tal vez como lo haya dicho antes, no tengan mucho tiempo para mí, pero cuando realmente se sientan un rato a platicar conmigo puedo decirles acerca de todo. Pensaba en decirles lo de la chica de las rosas, pero aún no quisiera involucrarlos mucho.
— ¿Qué tal si invitas a tus amigos a celebrar? Puedo decirle a Lucinda que prepare unos sándwiches o en su caso como cuando fuimos a México unos molletes, que deliciosos -dijo mi mamá mirando a mi papá.
— Por mí no hay problema, solo que no alcohol Ezra, luego nos podemos meter en líos -dijo en son de burla y mi mamá lo miro seria.
— No lo sé, lo pensaré y les diré antes del miércoles -respondí y ya cuando me iba a levantar mi mamá hablo.
— ¿Qué hace una rosa en el buzón? -dijo mirando por la ventana, se iba a levantar y entonces yo me paré de un salto.
— Yo veré que es... pero no creo que sea una rosa. Mmm... no lo es mamá, creo que ya necesitas lentes, pero iré a ver –me dirigí lo más rápido que pude a la puerta principal.
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La chica de las rosas
Teen FictionBuscabas un cliché, bueno llegaste al libro correcto. Una rosa apareció y todo el mundo se puso de cabeza. ¿Era una chica?, ¿Quien es? ¿Por que yo?, la cabeza de Ezra Goldman se mataba todos los días para poder responder esas sencillas preguntas. T...